Cuando sea demasiado tarde… - Las tres Cs de la Supervivencia Vial

Muy bueno día, apreciado lector. ¿Cómo le pintó la semana a usted? Al Fiscal Carmona le está pintando un poco mejor las cosas, ayer lo sacaron del penal y lo metieron a una camioneta antes de que lo volvieran a arrestar por haber cruzado la calle en lugar indebido. Su servidor ya no entiende mucho de los detalles porque no soy abogado (asumiendo que eso resolvería mis asuntos de ignorancia), pero me parece que el consenso general es que la ley en México se fue de vacaciones para poder tratar de quitar a este señor de en medio, al grado que anoche elementos de la Guardia Nacional irrumpieron en la Fiscalía con fines que me quedan todavía menos claros. Lo que sí sé es que las particularidades de las acciones en contra del Fiscal no fueron lo suficientemente fructuosas, porque al señor no lo destituyeron de su cargo y sigue contando con fuero, por lo que auguro que mucha gente tendrá dificultades para dormir este fin de semana, a ver con qué nos encontramos el lunes. Está interesantísimo como la política y el crimen organizado han desplazado a la ley a tal grado que podemos ver estas escenas con una extraña mezcla de humor y horror que siempre nos ha caracterizado como cultura (pero no jueguen no es para tanto).

            Por otro lado, seguimos viviendo la publicación de el último libro (Dorantes-Argandar, 2022), una obra coordinada por su servidor denominada “Supervivencia Vial: Agresividad”. Soy sensible a que lo digo cada tres o cuatro semanas (o tal vez menos), pero dado que el siguiente número de la serie está ya en manos del corrector de estilo, estamos arrancando con el proyecto de Supervivencia Vial en motociclistas, y que tengo que dar algunos talleres sobre el tema, les quiero compartir una cosa que yo denominé las 3 “Cs” de la Supervivencia Vial. Así que vamos allá, antes de que se me terminen los caracteres.

            La primera C es de Calma. ¿Estás diciendo que estoy alterado, Gabriel? Yo no estoy alterado, el que está alterado eres tú. ¿Por qué siempre estás tan alterado Gabriel? Pues bien, esto de la calma es un fenómeno más bien psicológico que tibetano. La calma no viene de respirar, poner música clásica y encender el aire acondicionado (aunque por supuesto ayudan). La calma viene del control de uno mismo. Todo en Cuernavaca se encuentra a treinta minutos en vehículo, tal vez cuarenta, pero no una hora. ¿Qué tan difícil es que todos salgamos diez minutos antes de lo acostumbrado? Te subes al coche, te pones el cinturón, conectas el manos libres al celular (¿ya compraron su dispositivo de manos libres?), trazas tu ruta, arrancas el coche e inicias la marcha. Diez minutos adicionales de tiempo es un mar en las calles de esta ciudad.

            La segunda C es de Comunicación. ¿Sabía usted que las parejas “swinger” tienen mayor satisfacción marital que las parejas tradicionales? Esto se debe, en parte (porque no nos vamos a ir por ahí, verdad), a que el mundo de lo swinger depende casi por completo de la comunicación entre personas. Los límites que se imponen tienen que ser increíblemente claros, y la voluntad de participar tiene que ser unánime, de lo contrario el teatro se cae y los participantes salen lastimados (de sus emociones). Bueno, es lo que me han contado.

Pues bien, Tom Vanderbilt (2008) señala que los seres humanos estamos construidos para comunicarnos frente a frente, a un metro de distancia. Tener una conversación con alguien que está a tres metros de nosotros es muy difícil, ahora imagínese usted lo difícil que es comunicar con una persona que está encapsulado en su propio vehículo que además no lo está mirando a usted para tratar de adivinar sus intenciones. Mientras más claros y precisos sean los esfuerzos de comunicación, más efectivos serán los resultados. In short: si usted desea incorporarse al flujo, busque la mirada del otro conductor y con la mano solicítele el paso. Descubrirá usted que ya no es un muggle.

            La tercer C es de Comprensión. La movilidad es de todos, todos estamos juntos en esto, y si todos nos ayudamos, la movilidad se vuelve más fluida. No estoy diciendo que nos tomemos todos de las manos y cantemos “Kumbaya”, estoy diciendo que, si todos nos echamos la mano, el entorno se volverá menos hostil y todos llegaremos con un poquito más de bienestar a nuestro destino.

            Porque la empatía no ha muerto, aunque cada vez se vuelve más escasa.

Dorantes-Argandar, G. (2022). Supervivencia Vial: Agresividad. Cuernavaca: Editorial UAEM. https://tinyurl.com/msrvxbbn

Vanderbilt, T. (2008). Traffic. Why we drive the way we do (and what it says about us). New York: Random House.