Secreto a voces - El Ártico y las potencias
En opinión de Rafael Alfaro Izarraraz

Desde el punto de vista de estudiosos del Ártico (como Javier J. Solis y Carlos Peña) esta región está: “compuesta, principalmente, de una serie de cuerpos marítimos significativos, islas y dos cordilleras sumergidas, como lo son la cordillera Lomónosov y Mendeleyev. De todos estos cuerpos geográficos, los marítimos componen el 90 % de todo el territorio del Ártico, sobre el cual no hay consenso en sus límites territoriales en la comunidad científica ... Estos cuerpos geográficos son de alto valor ambiental y humano, pues albergan una serie de comunidades tanto humanas como animales y vegetales únicas en el mundo, poco estudiadas por la dificultad que ha supuesto el clima en la región”. El Ártico no es un país, subrayan los autores citados, sino una región compuesta por zonas marítimas y continentales cubiertas de hielo. Es un área compuesta por bloques de hielo ubicada en lo que conocemos como el Polo Norte. Esos bloques de hielo marino cubren algunas regiones de territorio de países como EU, Rusia, Canadá, Dinamarca y Groenlandia, naciones nórdicas como Finlandia y Noruega.
La vida en el polo norte ha cambiado drásticamente en los últimos 60 años (Yazmín e Iván López y Mercedes Pardo). La velocidad del cambio de temperaturas es mayor aquí que en otra parte del planeta. Tres cuartas parte del hielo flotante ha desaparecido, dicen Javier J. Solís y Carlos Peña. Esta situación ha modificado la conducta de las naciones que de alguna manera se encuentran asociados territorial y culturalmente a la región ártica. Cambiaron su visión sobre el Ártico pero bajo la misma mirada tradicional de obtener algún beneficio sin contemplar el impacto ambiental que pueden ocasionar y que tenderá hacia la agudización del problema climático que ahí se observa debido en parte a la acción de actores sobradamente conocidos. Solís y Peña, citan el siguiente dato que es revelador del despertar de intereses sobre la región, en donde el tema ambiental es desplazado de toda consideración: “el deshielo del 12 % cada diez años está haciendo ver más fácil el acceso a depósitos de recursos. Tal es el caso, que desde el año 2008 la disputa territorial por el Ártico ha cobrado mayor relevancia luego del descubrimiento de recursos estratégicos de petróleo, gas natural y minerales importantes, así como también por el uso comercial de dos rutas marítimas estratégicas”.
Los drásticos cambios que han ocurrido, han activado intereses de todo tipo. Javier J. Solis y Carlos Peña, definen los intereses de naciones sobre esta región de la siguiente manera: “… tres esferas o anillos de actores con grados de influencia o importancia geoestratégica con relación política en la región. En el primer anillo se encuentran los cinco Estados litorales del Ártico, que se disputan el control y ejercicio de soberanía en la región. Un segundo anillo lo constituyen aquellos países y organizaciones que, si bien no son limítrofes, no quieren quedarse fuera de los acuerdos y foros en los que se discuta su futuro, debido a sus intereses económicos y comerciales, en este anillo están ubicados los otros tres países árticos, como Suecia, Finlandia e Islandia, así como otros países cercanos con intereses en el Ártico. Por último, el tercer anillo, el exterior, está formado por el resto de países y organizaciones que ven con inquietud el posible impacto económico y de seguridad de este nuevo espacio geoestratégico”.
El debilitamiento de instituciones internacionales ha ocasionado que se haga más compleja la situación debido a que algunos actores, como EU, niegan la existencia de algún tipo de institucionalidad internacional. Existen problemas que se deben afrontar como a los que apunta Rodríguez, citado por Solís y Peña: Esta situación o problemática ambiental trae, además, consecuencias como la rápida transformación del ecosistema y la pérdida de la orientación de muchas especies de aves, lo que da lugar a migraciones. Además causa problemas para sus comunidades: … para la subsistencia de las comunidades indígenas, casi cuatro millones de personas repartidas por los ocho países árticos, entre las que destacan las comunidades de Estados Unidos y Rusia. La consecuencia primaria del deterioro polar es su desplazamiento, que genera una importante pérdida de sus tradiciones, cultura e idioma y, en definitiva, de su modo de vida único”.
Pero, ¿qué es lo que les atrae a las potencias que consideran poseer derechos sobre el Ártico? Se trata de un ecosistema que dio vida a esos animales imponentes como son los osos polares, focas, morsas, peces, ballenas, caribús, aves como los patos, microorganismos no visibles a la mirada humana. El clima a pesar de sus niveles extremos bajo cero ha podido recrear un ecosistema de animales como el ya citado y que incluye a vida humana. Viven ahí aproximadamente cuatro millones de personas. Algunas poblaciones forman parte de las naciones cuyo suelo congelado se encuentra asociado glaciarmente al polo y pertenecen a naciones ya mencionadas y cuentan con algunas de las comodidades que ofrece la tecnología. El punto es que en esa región existen reservas mundiales de petróleo y gas que han despertado el interés de los guías del desorden económico mundial, ante la escasez de las reservas de petróleo mundiales en áreas tradicionalmente petroleras. Pero, como ya se citó no es únicamente el interés por el petróleo, también existen recursos minerales y pesca (intereses de Japón y Noruega), así como de rutas marítimas asociadas con China. Este último país con la Ruta del Ártico desea trasladar sus productos a Europa por vía marítima.
Un caso especial de como los intereses económicos prevalecen por encima de la protección de la región ártica es Noruega. Al respecto, Solís y Peña refieren que: “Esto resulta de gran relevancia para países como Noruega, de los que menos se ha preocupado por la protección ambiental de la región ... De hecho, Noruega renovó su política sobre el Ártico en 2017, y de todos sus objetivos estratégicos, la protección del medio ambiente es el último. En tal política prima la concesión de licencias para explotación de petróleo y gas natural, así como el mantenimiento de la industria pesquera en la zona, lo cual no es del todo compatible con sus objetivos de protección ambiental (Gobierno de Noruega, 2017). Canadá y Rusia, y países fuera de la región, como Japón, también comparten con Noruega importantes intereses pesqueros ... Esto supone que, mucha de la biodiversidad que puede llegar a perderse en el Ártico, lo haga no sólo por efectos del cambio climático y el calentamiento global, sino que también por una clara intervención humana”.
De la reunión que sostuvieron Trump y Putin en Alaska (el 15 de agosto) y luego Putín con Xi, durante la conmemoración de la derrota Nazi (2 de septiembre), se conoce poco. Lo que han filtrado es que hubo un acuerdo entre Trump y Putin sobre la exploración y explotación conjunta de los recursos petroleros y gaseros que posee la región ártica. Después de la cita en Alaska, no existen indicios, de momento, de la concretización de algún tipo de acuerdo al respecto. Han estado muy herméticos. Una explicación es que tanto Rusia y China, aunque enfrentados en guerra y comercialmente, respectivamente, con EU, en el fondo no quieren guerras de ningún tipo porque en los hechos y sin necesidad de ellas se han ido imponiendo poco a poco a la ahora ex potencia única del mundo. Y a pesar de la creación de bancos regionales en Eurasia, en realidad están de momento tranquilos utilizando el dólar que es en torno al cual sus socios capitalistas exportan al mundo.
Es verdad que China ha vendido deuda estadounidense, pero también es cierto que los productos chinos, dice Wolf, se venden en el mundo a través de las empresas que los trasladan a otros países a través de comercializar con el dólar. No estarán así toda la vida, pero de momento es inevitable y no tienen el más mínimo interés en crear ambientes de tensión con las empresas que colaboran con ellos en todo el mundo. Lo cierto es que no obstante lo anterior, las tres naciones China, Rusia y EU se aprestan para llevar a cabo acciones para explorar o bien ya cuentan con proyectos para extraer petróleo y gas del Ártico. China y Rusia acordaron la creación un ducto que irá desde una de las regiones árticas de territorio ruso hasta China pasando por Mongolia (casi siete mil kilómetros de longitud, en total). El Siberia 2 (ya existe el 1) llevará 50 mil millones de metros cúbicos de gas al norte de China (134 millones al día).
También existe una Ruta de la Seda hacia el Ártico o polar, por parte de China. El profesor Richard Wolf ha explicado muy acertadamente que los chinos no quieren abandonar el mercado europeo que es el tercer mercado más importante, todavía, a nivel mundial. Desean trazar una ruta por el Ártico que lleve de manera rápida las mercancías chinas a Europa. Lo anterior, para rodear las dificultades que se pueden encontrar en el camino de Asia hacia Europa por la vía terrestre. EU ha querido integrar a Canadá como el estado 51 de la Unión e invadir Groenlandia, que pertenece a Dinamarca y es parte del Ártico. Dinamarca le concedió la autonomía a Groenlandia en 1979 y en la actualidad cuenta con su propia estructura de gobierno. El interés de EU por Groenlandia ha despertado cierto rechazo de Europa y poco a poco se ha desvanecido la idea de invasión. Es probable que haya disminuido el interés de EU por la invasión para evitar crear una confrontación con Europa.
No olvidemos que ante las pretensiones del mundo multipolar, asiático o como se le llame, existe un polo cubierto de hielo y que cumple una función fundamental para el planeta: “a) En primer lugar debido a que las capas de nieve y hielo ayudan a reflejar los rayos del Sol que entran al planeta de nuevo al espacio, las cuales impiden que se absorban grandes cantidades de calor. b) En segundo lugar porque el proceso natural de deshielo que sufre la región durante el verano y de recuperación durante el invierno controla los patrones climáticos de todo el mundo, mientras que el proceso natural de deshielo de la banquisa ártica (el hielo que permanece en el océano de esta región) permite la circulación de las corrientes marinas”. (Yazmín e Iván López y Mercedes Pardo).
El orden mundial que se puede mirar en el horizonte, tiene sus riesgos que habrá que detener.