Columna Desde la Torre - Concordato, Pactos y Martinazos
En opinión de Roberto Enrique Rodríguez Guerrero
Cuantas veces se escuchó salir las expresiones de personas, que no querían saber nada de la segunda guerra, le aterraba pensar en los horrores cometidos por los nazis, tierras saqueadas, pueblos esclavizados, asesinatos que marcaron como una huella indeleble del mal que anida en los perversos, insulsos, a los que mentiría, pero desagrada llamarlos seres humanos, la gravedad extrema se arrancó la libertad para defender sus ideas, las bestias con sus grandes botas y sus inicuos lamedores, eran los ideólogos que impulsaban un sistema que hizo perder la cordura, escrúpulos y el valor de la dignidad humana, transformando la sociopolítica, por una estirpe política que existió solo para enriquecerse. Le quitan al rico y supuestamente se las dan al pobre, pero que va a parar a su seno familiar o al grupo de amigos del interés.
Los poderes fácticos de un país, no se pueden quitar por el hecho de transitar hacia una trasformación de carácter ideológico y no como una política pública para empoderar a los Derechos Humanos a los que tiene fundado derecho una población. La historia de nuestro país, en lo que se refiere a concordatos, tratados, convenios y pactos, nos debe de impulsar a darles una revisada, y observaremos que en la gran mayoría solo beneficiaron a otros y jamás a nuestra nación, aunque se mencione no vivimos en un concordato, que es un tratado convenio sobre asuntos eclesiásticos entre el gobierno de un estado y el Vaticano. Por décadas se transita en las hipocresías ideológicas, de sentirse inmoladores de Juárez, en un país con 80 % de católicos, no se tiene una relación formal con quien los representa a nivel global. Qué decir de los tratados de Guadalupe Hidalgo, México cede la mitad de territorio a los Estados Unidos, o el tratado de Libre comercio con el vecino país del norte que impone las reglas de juego a su favor, pues le permiten aumentar su presencia en el área y expandir su mercado, a diferencia de México que tiene poco poder de negociación frente a EUA y, por lo tanto, termina aceptando las condiciones que les imponen, tales como apertura comercial generalizada, bajos aranceles y las crecientes concesiones a EUA con la creencia de que ello nos permitirá promover entrada de capitales y, así, tener condiciones de inversión y crecimiento, creando un modelo de desindustrialización, la exigencia del piso parejo en lo que refiere al sistema laboral, se exige que se mejore e igualen las condiciones para los trabajadores mexicanos, y no se cumple .La caída de las exportaciones de México hacia Estados Unidos en los últimos años no sólo ha sido por el menor crecimiento económico del país norteamericano, sino por la creciente presencia de China en dicho mercado dada su mejor posición competitiva y por el hecho de que pasó a ser miembro de la OMC. En el caso de México, en vez de replantear y revisar los TLC, se quiere profundizar la apertura económica y la mayor integración a la economía de EUA, como si ello viniese a resolver los problemas del país, sin reconocer que tal política ha sido la causa de ellos. El tratado de Bucareli buscaba canalizar las exigencias de ciudadanos estadounidenses por presuntos daños causados a sus bienes por guerras internas (Revolución Mexicana) durante el período comprendido entre 1910 y 1921, “las obligaciones que México contrajo eran claramente contrarias al Derecho Internacional, -expresó Isidro Fabela-, resulta innecesario decir que un gobierno más enérgico y más digno, se hubiera negado a aceptar esas condiciones”, por la pretensión de Álvaro Obregón ser reconocido como presidente por los Estados Unidos, se reservaron el derecho de notificar al de México, por la vía diplomática, la existencia, o posible existencia, en territorio mexicano de cualquier proceso industrial que juzgue contrario a sus dichos intereses estratégicos, tratado indigno, vergonzante que a pesar de haber concluido, se les olvida a los gobiernos leer esta cláusula: Las Altas Partes contratantes se obligan a mantener en absoluta reserva y confidencialidad el presente protocolo durante un periodo mínimo de 100 (cien) años, contados a partir de la fecha pactada para el otorgamiento por el gobierno de Estados Unidos de América al de México, del correspondiente reconocimiento diplomático: 31 de agosto de 1923. Sin embargo, las Altas Partes contratantes se reservan el derecho de prorrogar dicha reserva y confidencialidad por un periodo adicional de 50 (cincuenta) años, si así conviniera a sus intereses
Con la llegada de López Obrador continúa la hipocresía para excluirse del concordato religioso, la sumisión al Tratado de libre Comercio, y al Tratado de Bucareli, pero sin rubor entretejen pactos con la delincuencia organizada, dejan en ese umbral inexistente la sospecha de ilícitos, ahora con el perdón presidencial se santifican los acuerdos y apoyos de recibir dineros por debajo de la mesa, primero fue Pío y ahora Martín López Obrador –el Martinazo-, piezas importantes en la degradación de la democracia, delincuentes de cuello blanco, son parte transcendental en el negocio familiar, afirma AMLO, que no son actos de corrupción, sino aportaciones, las juramentaciones presidenciales se dejan de cumplir para convertirse en actos impunes, la marca de la casa, vileza e simulación de la esperanza de México, millones de pesos que durante un año fueron entregado por el “obsceno” David León Romero, ex Coordinador de Protección Civil del gobierno Federal, uno de los hombres más cercanos de Andrés Manuel López Obrador. En el ciclo de la 4ta. Transformación-4ta. Tranza familiar- estará marcado como putrefacta, la familia es una caterva de corruptos, que gozan de la impunidad. La confrontación de los habitantes cada día más radical.
A nivel internacional el gobierno perdió confianza y la credibilidad, tan es así que el FBI, se niega a entregar información, que pasaría por el filtro de los delincuentes, que están infiltrados en los grupos policiacos, del ejército, etc., ¿estos casos estarán proximalmente en la corte Internacional de los Derechos Humanos? El Culiacanazo, Aguililla, Reynosa, Chiapas, narco estado en el que operan seis carteles de la droga, siendo prioritaria esta entidad para Joe Biden en su proyecto político-electoral, utilizar a nuestro país y autoridades como barrera de contención migratoria en el Suchiate con el objetivo de que México resuelva sus problemas internos; para López Obrador es de gobernabilidad, autoridades que están podridas por el narcotráfico, localidades violentas, una clara ausencia de soberanía, están fuera del burbuja del presidente de la República, la paz, armonía y la seguridad de los habitantes, cada día sufren más los embates de los delincuente que están organizados y no tan desorganizados, incompetentes, contando con un líder, no como los funcionarios de la actual administración federal, cada día más corruptos y cómplices de los delincuentes que controlan las dos terceras partes del territorio nacional.
La última y nos vamos: Exigencia patriótica será la participación viril de los habitantes, el combate a la corrupción debe de ser revisado por todos los actores de la vida económica nacional: servidores públicos, personas morales y personas físicas, pues todos tenemos una gran responsabilidad en el crecimiento de la integridad y transparencia. Exigir su cumplimiento para que en conciencia y convocatoria ciudadana emplace a los órganos judiciales para que investiguen y sancionen a quienes quebrantan el Estado de Derecho y a sus protectores, es una tarea improrrogable e imprescindible para que progrese nuestro país. Lo que más aterroriza es, no encontrar a un solo mexicano que defienda a México, o ¿acaso vende su dignidad por hambre?