Breves de Abogados y Políticos - Los causantes del caos
En opinión de Alejandro Corona Markina
Aparentemente el temor de que la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, realice un cateo como el que ayer perpetró en el área administrativa de la propia Fiscalía General, es lo que ha detenido la designación de los nuevos magistrados por parte del Congreso del Estado.
Es verdad que los diputados gozan del fuero constitucional, pero les preocupa lo que suceda cuando concluya su gestión legislativa, principalmente aquellos del G-15 que no logren acceder a un nuevo espacio que les garantice impunidad. Deben muchas y es sólo cuestión de indagar para encontrar.
No debemos olvidar que ellos se irán el último día de agosto. Para entonces habrán sucedido muchas cosas. Algunos serán candidatos, pero no llegarán al puesto deseado, porque perderán como consecuencia del desprestigio que cargan. Lo vimos en el caso de Tania Valentina Rodríguez, quien quedó en el último lugar de las encuestas levantadas en el proceso de selección que llevó a cabo el pasado fin de semana el Movimiento de Regeneración Nacional. Hay que revisar el sondeo de opinión levantado y constatar los negativos que carga esta mujer; allí se verá que la gente la repudia por transa y más le vale ir negociando otra plurinominal.
Lo de ayer en las instalaciones de la Fiscalía General, fue una locura. Vimos imágenes de prepotentes discutiendo con otros prepotentes. Allí se escucharon gritos como: “Que quede constancia que están haciendo algo ilegal… la orden dice que es en el área administrativa… que se retire o podemos retirarlo… esta es un área restringida…” “estamos tratando de dialogar…”. La diligencia no pudo ser atendida por el todavía fiscal Uriel Carmona Gándara, pues había ido a la firma semanal a la Ciudad de México, como parte de las obligaciones procesales que le impusieron, ni tampoco por el vice fiscal Andrés Montes Tello, pues trabaja desde casa hace más de un mes.
Todo fue desorden, gritos y sombrerazos, como también ocurrió en la toma de las instalaciones de la propia Fiscalía Anticorrupción. “…usted es un servidor público… impedir el cumplimiento de una orden de cateo es un delito…” advertía en el momento de la diligencia el ejecutor del cateo, para luego insistir: “No impida el cumplimiento de la resolución judicial o de lo contrario los voy a poner a disposición…”.
Existen dudas si el principal objetivo de la diligencia, era practicar un cateo o detener a servidores públicos de la institución, como lo fue el caso de la Ministerio Público adscrita a la Unidad Especializada en Combate al Secuestro (UECS), Diana Lizbeth “N”, quien fue aprehendida y será sometida a proceso por los delitos de falsedad en declaraciones y encubrimiento por favorecimiento. Como se indica en líneas anteriores, para evitar su detención, los principales mandos trabajan desde casa (eso salvó al vice fiscal Andrés Montes Tello), mientras que el director Administrativo, Homero “N” lo hace desde el penal de Atlacholoaya, pues fue detenido el pasado 31 de octubre, pero pese a ello conserva su cargo.
Antes del operativo, la todavía senadora Lucía Virginia Meza Guzmán, había acudido a esas mismas instalaciones a presentar una denuncia por supuestas amenazas contra ella y gente de su equipo. Lo hizo precisamente acompañada de un repudiado diputado, Eliasib Polanco, uno de los que podría tener problemas en caso de que no le den otra plurinominal (porque como candidato de mayoría no ganaría ni es su sección electoral). Tiene mala suerte la señora Meza Guzmán, pues los acontecimientos suscitados posteriormente, opacaron el ánimo de notoriedad que buscaba con su presencia en la fiscalía.
Mientras se daba la guerra entre fiscalías, algunas escuelas de la comunidad de Chamilpa en Cuernavaca, amanecieron con mantas, presuntamente de un grupo delictivo que amenaza a otro. Desprotegidos los maestros, directivos y padres de familia, acordaron suspender las clases del día de ayer.
Así, debemos insistir: ¿Quiénes son los responsables de este despapaye? Y la respuesta a la interrogante: los diputados que pronto se irán de campaña y que afortunadamente muchos de ellos se quedarán sin fuero.