Árbol inmóvil - IMIPE, el conflicto que viene

En ocasiones, el lenguaje de la trascendencia tiende a sublevarse; a tal grado que adquiere un acento perentorio. Como resultado, tiene cabida decir, en este momento, que podría declararse nula la designación de dos comisionados del Instituto Morelense de Información Pública y Estadística (IMIPE). Esto, en función de que la convocaría emitida (por la 54 Legislatura) está en vilo, ante el amparo que interpusieron particulares, aduciendo inconsistencias. 

Un juzgado concedió cuatro suspensiones provisionales, lo que detuvo el proceso de sustitución de Mireya Arteaga Dirzo y Víctor Manuel Díaz Vázquez. El documento que emergió -hace unos 15 meses- no pudo propiciar el consenso de las dos terceras partes del recinto. El ambiente está en incertidumbre. La tensión se ve a lontananza, en medio de un proceso comicial que tendrá su punto álgido el seis de junio de 2021. Todo tiene un vínculo (casi inseparable) con la justa. Distintas decisiones se irán a asumir sobre la periferia. El poder corrompe… El pensamiento y las estrategias no están exentos. Borges lo asimila así: “Vemos en enigma por medio de un espejo”.  

La clase política (desde la interna) es un holograma de ansiedad… Un remedo de la zozobra.  

En ese sentido, la Junta Política y de Gobierno (perteneciente al Movimiento de Regeneración Nacional) hubo cometido algunos yerros en materia procedimental, que pusieron trabas a la participación democrática (concurso). Todo reside, ahora, en la espera… 

Epítome 

La palabra transciende sus valores trivializados. Los medios, sin embargo, no lo saben. Los hacedores de opinión, menos. Éstos, junto con las cúpulas que manipulan (a través del dinero), están absortos en el desierto de la ignorancia. La escena se repite cada día; adquiere prolongación en la coyuntura. Nada de signos connotativos. Se trata de la miseria humana. ¿Por qué no denuncian estas deficiencias en torno a la convocatoria de IMIPE? Simple: tienen compromisos intrínsecos con los parlamentarios.  

El centro de investigación “Morelos Rinde Cuentas” ha evidenciado, hasta más allá del cansancio, el trabajo de ese órgano (que se jacta de garantizar la rendición de cuentas de los entes obligados). Éste ha caído en los excesos, sin aclarar nada, lo cual es su némesis.  

Se trata de una conducta antitética en medio de la vorágine del oscurantismo en el estado, en que se pone de manifiesto la insurgencia sucedánea. Se trata del veneno progresivo.  

El INAI debería ser más sólido. No obstante, la cultura de la evasión y la complacencia busca un subterfugio en la tangente. No hay nivel de servicio público. Así, no.  

El desorden comicial 

El PES -en la entidad- se niega a fenecer. La voracidad lo conduce a obtener votos a partir del ventajismo. Apuesta por tirarle a “lo que se mueva”, dice la locución coloquial. Pese a eso, su féretro está preparado.  

            Seguro, vislumbraremos turbiedades o “maniobras” para mantener el registro.  

“Ordeña” de casetas, incesante 

La toma de casetas se está volviendo una imagen común (sobre todo, las de Alpuyeca y Tlalpan). Se dice que, por cada minuto, el robo asciende a alrededor de mil pesos. Los grupos subversivos están incólumes. La Guardia Nacional lo permite, al “brillar” por su ausencia. 

La espiral es tan bélica que, a causa de las mismas interacciones, los conflictos se van a multiplicar. Cuidado: esto se podría extender en otras vías de comunicación terrestres. La fórmula no falla. El hombre es gregario; imita las conductas nocivas… 

La iniciativa privada ya se quejó. El presidente de la República, en silencio. El orbe es un desorden infausto e inadmisible.