Observador político - Indefiniciones partidistas en Morelos
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
En el escenario político nacional y estatal, se perfila una elección en la que los dos bloques partidistas principales, "Juntos Haremos Historia" y el "Frente Amplio por México", se enfrentarán; la lucha involucra a Morena y sus aliados, como el Verde Ecologista, del Trabajo y Nueva Alianza, frente a sus contrincantes del PAN, PRI y PRD, que representan las principales fuerzas de oposición. En este contexto, los demás partidos parecen ser considerados como actores secundarios o fichas de cambio, como parece ser el caso de Movimiento Ciudadano.
LA REPARTICIÓN DE CANDIDATURAS LA GUBERNATURA.- La distribución de candidaturas para las gubernaturas en juego se ha convertido en un juego de reparto entre los dirigentes de los partidos nacionales; el PAN, como la principal fuerza de oposición, se lleva la delantera en la postulación de candidatos en lugares como Ciudad de México, Puebla, Guanajuato y Yucatán. Por su parte, el PRI se hace cargo de Veracruz, Jalisco y Morelos, mientras que el PRD se encarga de Chiapas.
A pesar de que estos acuerdos ya están en marcha, algunos dirigentes en los estados, como Dalila Morales Sandoval del PAN y Sergio Prado del PRD en Morelos, parecen intentar minimizar esta información; sin embargo, parece que el Revolucionario Institucional (PRI) será quien tenga la voz cantante en la principal designación del candidato o candidata a gobernador en Morelos. Entre sus figuras destacadas se encuentran Jorge Morales Barud, ex gobernador, y Rosalina Mazari Espín, ex diputada federal, a quienes se pretende postular. Aunque también se están queriendo lanzar a otros personajes con pocas posibilidades reales de éxito, como el diputado local Eliasib Polanco Saldivar y Laura Catalina Ocampo, actual secretaria general del CDE del PRI.
Mientras que el alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, ha tenido que replantear sus aspiraciones de suceder a Cuauhtémoc Blanco, ya que ahora la situación es diferente a la que enfrentó en 2021 y por tanto, ante este panorama ha decidido que buscará la reelección de la alcaldía capitalina.
En tanto que, el senador Ángel Yáñez García parece estar obsesionado con ser el candidato del Frente Amplio por Morelos, a pesar de que su liderazgo es principalmente regional y todavía tiene un largo camino por recorrer para competir en un nivel más amplio; incluso, al reiterar como letanía que ha ganado tres procesos electorales como fue la alcaldía de su natal Zacualpan de Amilpas; la diputación local de su distrito y ahora el Senado de la República.
En este contexto político, queda claro que las decisiones sobre las candidaturas parecen ser el resultado de acuerdos entre los líderes nacionales de los partidos, y no siempre reflejan necesariamente la elección de los candidatos más idóneos para representar a la ciudadanía en las próximas elecciones; esto plantea preguntas sobre la verdadera representación y participación democrática en el proceso electoral.
LA INTEGRACIÓN DEL FAM.- En la entidad, como en muchas otras partes del país, hemos sido testigos de la formación del Frente Amplio por Morelos (FAM), una coalición compuesta por el PAN, PRI y PRD, con la intención de rescatar el estado; sin embargo, es importante analizar críticamente este movimiento desde una perspectiva diferente.
En primer lugar, resulta irónico que estos partidos políticos, que durante años han sido parte de la problemática y la corrupción en Morelos, ahora se presenten como la solución; mientras el PAN intenta mostrar fortaleza, el PRI y PRD enfrentan el riesgo de perder su registro (como ya ocurrió en el 2021 con el sol azteca), y es difícil creer que su interés en unirse al FAM sea genuino y no una estrategia desesperada para mantenerse en el poder.
El FAM también afirma que está compuesto por profesionistas y organizaciones civiles, pero la realidad es que los líderes de estos partidos políticos son los que buscan candidaturas y cargos de representación popular; esto plantea dudas sobre si están realmente comprometidos con los intereses de la ciudadanía o si simplemente buscan mantener sus privilegios políticos.
Además, el FAM reconoce la grave situación de violencia en Morelos, que ha afectado a mujeres, hombres, niños y personas de la tercera edad, sin embargo, es sorprendente que solo ahora, en pleno proceso electoral, se den cuenta de esta problemática que ha estado presente desde hace tiempo. Esta parece ser una estrategia para ganar simpatía y votos, en lugar de un compromiso genuino con la seguridad y el bienestar de la población.
Por cuanto a la unidad propuesta por el FAM, es importante cuestionar si realmente dejarán de lado sus diferencias partidistas y personales ya que la historia nos ha demostrado que, en muchas ocasiones, los intereses de los políticos prevalecen sobre los de la sociedad. Es decir, la competencia interna por candidaturas y espacios de representación podría dividir al FAM y dejar a los políticos de siempre en posiciones de poder, sobre todo cuando Dalila Morales aspira gobernar el municipio donde nació como lo es Jiutepec; mientras que Jonathan Márquez al igual que su homólogo solaztequista Sergio Prado, buscarán obtener una curul en la Legislatura LVI por la vía plurinominal.
Ante este panorama, el Frente Amplio por Morelos plantea muchas preguntas y dudas sobre su verdadero compromiso con la mejora de la situación en el estado; razón por la cual la ciudadanía debe ser crítica y estar atenta a las acciones de estos partidos políticos, que, históricamente, no siempre han actuado en beneficio del pueblo.
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