Yo tengo otros datos - Marcelo Ebrard; Capacidad de negociación.
En opinión de Carlos A Galicia Pineda
Algunos analistas han considerado que la decisión de Marcelo Ebrard de permanecer en Morena obedece a que AMLO lo dobló, incluso predicen que en caso de que la decisión de Marcelo hubiese sido lo contrario; El Presidente podría haber utilizado la información referente a la línea 12 del metro y con esto ponerlo a temblar. Lo que todo mundo esperaba era que el Exsecretario de Relaciones Exteriores rompiera con Morena y con el oriundo de Macuspana. En razón de que no fue beneficiado en la encuesta, para ser el coordinador de la cuarta transformación.
Sin embargo, Marcelo Ebrard entiende la política, como una acción de negociación, no como una confrontación. Sabe de antemano que en un conflicto está presente un disenso. Y la idea central es lograr el consenso. Su carrera política la ha realizado al margen de esta premisa, desde que inicio en el servicio público. Tal vez obedezca a la influencia que tuvo de su maestro Manuel Camacho Solís, quien fue un gran negociador. Por consiguiente, el alumno sabe negociar en momentos coyunturales y en situaciones de riesgo. Cabe mencionar su papel destacado durante el temblor del 85, en la ciudad de México. Y en la “guerrilla” de Chiapas, quien apoyo en la elaboración de los acuerdos de San Andrés. Y finalmente durante su estancia en la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE) logró negociar una gran remesa de vacunas para abatir el COVID.
De hecho es un personaje que la propia oposición lo respeta y considera sus aportaciones al mundo de la política. Es un político profesional, es pragmático, desde luego, que es un estratega. Decisión que toma, la estudia, analiza y mide sus alcances.
Lo esperado por la opinión pública y principalmente por los medios de comunicación era que rompiera con Morena y que se fuera a la confrontación personal contra AMLO. Que logrará generar un conflicto preelectoral y con esto debilitar la imagen de Andrés Manuel. Obviamente este tipo de notas permitirían un mayor tiraje de la prensa escrita, mayor audiencia en radio y TV, y en redes sociales.
Pero, al final de todo esto, ¿a quién beneficiaria una ruptura entre estos dos personajes? Marcelo lo que deseaba era ser Candidato de Morena a la Presidencia de la República, no quería ser un simple candidato a la presidencia por cualquier partido político. Él sabe de antemano que estos comicios, serán elecciones de Estado, en donde la maquinaria estatal se echará andar con todos los recursos humanos, financieros y materiales presentes. Y que obviamente, si no es candidato por el partido Morena, no ganas.
Así que prefirió negociar primeramente con AMLO, después con Claudia Sheinbaum, a Mario Delgado ni siquiera lo tomó en cuenta. Ahora, bien ¿le conviene a Marcelo haber negociado en lugar de haberse rebelado? Si lo vemos desde la lógica del poder. Sí, le convino. Porque de esta manera tendrá espacios para colocar a su gente, pero además estará dentro del juego político y seguirá siendo parte de la élite gobernante. Seguramente pondrá a su gente en lugares claves, para tener control; jugará un papel protagónico en las decisiones y será un factor de negociación con la oposición y con los medios de comunicación. Sin ser el Presidente de la República, siendo un hombre de poder y de influencia.
La misma receta de negociación la aplicaron con Omar García Harfuch, lo bajaron de la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. El hijo de María Sorté se disciplinó, obedeció la indicación y evitó todo el “numerito” de hacer un movimiento social en favor de su candidatura. El mismo episodio lo podemos ver con Ignacio Mier, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, quiso ser candidato al Gobierno de Puebla y no ganó la encuesta, desde luego, que al enterarse de los resultados hizo berrinche y pataleo, pero al final se disciplino y le ofrecieron una Senaduría. Y qué decir de Ricardo Monreal, cuando sintió que la candidatura a la presidencia de la república cada vez se alejaba de sus posibilidades opto por la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, pero al ver a los candidatos de Morena que tenían la anuencia de la dirigencia de Morena y principalmente de AMLO, de inmediato, el oriundo de Zacatecas se bajó de la contienda, argumentando que: existe preferencias para Harfuch, es gente cercana a Claudia Sheinbaum, prefiero apoyar a la coordinadora de la 4T y posible candidata a la Presidencia de la República. Y además sostuvo que estuvo alejado del Presidente: Yo estuve discursivamente alejado de él por mi posición personal y por mi independencia. Mi criterio sobre la defensa férrea de la constitución me alejó del presidente y porque no acepté en su momento ser el responsable de la debacle electoral de 2021, eso me alejó también de la base de Morena. Entonces ¿por qué votarían por una persona como yo si sienten que estoy alejado del presidente? Ellos se fueron con la persona que creen que es cercana a él”.( https://politico.mx/ricardo-monreal-se-descarta-para-buscar-la-jefatura-de-gobierno-de-la-cdmx)
La estrategia que está utilizando Morena, por indicaciones del AMLO es negociar con los inconformes, ofrecerles otras alternativas de solución y seguir considerándolos dentro del proyecto de la gran transformación.
En cambio, cuando Morena y en particular AMLO no quieren que siga algún personaje en el proyecto de la gran transformación los desecha. No les dan juego y los marginan hasta que optan por salirse del movimiento de transformación como ocurrió en su momento con Porfirio Muñoz Ledo, al principio de este sexenio lo emplearon como Presidente de la Cámara de Diputados para que coordinara la toma de protesta de AMLO, una vez que concluye su periodo lo convencen de que no debe continuar al frente, es mejor apostar por la apertura, es así como llega a presidir la mesa directiva una diputada del PAN. Porfirio se disciplina, pero no deja de ser combativo y crítico de las decisiones presidenciales, así que cuando se avecina el proceso electoral 2021, no es tomado en cuenta, se le niega su reelección como diputado federal y automáticamente sale de la jugada. Lo marginan.
Aquellos morenistas que rechazan la negociación, encuentran el suicidio político. Y cuando no los buscan para negociar, simplemente, los excluyen, los dejan fuera del proyecto de la transformación.
Es así, como hoy, juegan, los del color guinda. La negociación es el medio de entendimiento y de que puedas continuar tu carrera política. La exclusión es una señal de que están fueran de la jugada.