Serpientes y escaleras - El fiscal que protege a los corruptos
En opinión de Eolo Pacheco
Es Imposible que Juan Salazar actúe contra los graquistas. Él es uno de ellos.
El fiscal que protege a los corruptos
Castigar a los corruptos y acabar con la impunidad sigue siendo un pendiente en la agenda del estado; meter a la cárcel a Graco y a sus cómplices fue el más fuerte argumento de campaña de Cuauhtémoc, entendiéndo esto como un proceso de limpia y oxigenación para la administración pública estatal, un acto de legalidad, de justicia y de congruencia que demanda la ciudadanía. Dos años más tarde nada ha cambiado y el mandatario dice porqué: el Fiscal Anticorrupción de Morelos protege a los corruptos.
Unos dias después de presentar el programa Golazo contra la Corrupción el jefe del ejecutivo morelense retomó un tema que parecía dormir el sueño de los justos; a propósito de la reaparición de varios graquistas en el escenario político el exseleccionado nacional llamó a los ciudadanos a tener memoria y no olvidar lo que estos sujetos le hicieron a la entidad y a su gente en el sexenio anterior.
Blanco Bravo puso en la mesa los nombres de algunos personajes de mala reputación que intentan retornar a la vida pública a través de distintos partidos políticos, pero de manera específica señaló la protección que a todos ellos brinda el Fiscal Anticorrupción Juan Salazar: “Pregúntenle a él porque no avanzan las carpetas de investigación; son muchísimas las que hemos metido y ninguna avanza”.
El tema es de forma y de fondo: Juan Salazar Núñez fue consejero jurídico en el gobierno de Graco Ramírez e inmediatamente después fue designado titular de la Fiscalía Estatal Anticorrupción. El nombramiento de este personaje fue cuestionado desde el principio porque era incongruente que un ex empleado del gobernador se convirtiera en el encargado de supervisar sus acciones. “Llegó ahí para cuidar los intereses de Graco, comentaban en privado los legisladores que lo nombraron”. Y sí.
El primer año de Salazar Núñez en la fiscalía fue de vacaciones: su oficina no realizó ninguna investigación, pero sí consumió el presupuesto asignado. Luego vino el pleito personal del gobernador contra el ex rector Alejandro Vera y entonces sí, utilizando los dientes proporcionados por la pasada legislatura, el funcionario se estrenó persiguiendo judicialmente al jefe universitario.
A lo largo de estos últimos años la Fiscalía Anticorrupción se ha movido en la amigüedad, con algunas pocas sanciones contra funcionarios de medio pelo, sin tocar a quienes estuvieron cerca de Graco Ramírez; en varias ocasiones los procesos legales emprendidos por Juan Salazar y su gente se han caído porque las carpetas han sido mal integradas y ello abre una interrogante: ¿Son malos abogados o actúan así para ayudar a los acusados?
La Fiscalía Estatal Anticorrupción se ha convertido en un ente político, más que en una institución que persigue y sanciona la corrupción; en varias ocasiones el Sistema Estatal Anticorrupción a través de su titular ha señalado públicamente a la fiscalía por ser un organismo que actúa con parcialidad, que retrasa a propósito la aplicación de la ley, que no cumple su tarea de combatir frontalmente a la corrupción y actúa con intereses políticos y personales.
Muchas voces se han escuchado en el mismo sentido desde hace varios años; Juan Salazar es constantemente colocado en el banquillo de los acusados por su falta de ética y profesionalismo, pero sobre todo por su vinculación con el gobierno anterior. Los hechos y sobre todo los resultados confirman esa hipótesis.
Unas semanas antes de que inicie el proceso electoral el gobernador abrió el debate y señaló al fiscal; lo acusa de retrasar la aplicación de la justicia, de proteger a quienes han cometido actos de corrupción y de poner la Fiscalía al servicio de Graco Ramírez y de su hijastro Rodrigo Gayosso.
La falta de justicia y la impunidad que prevalece en el estado son aspectos que no solo dañan la imagen del gobernador, también representan un duro golpe para la sociedad; los abusos cometidos en administraciones pasadas están a la vista y la justicia no llega a pesar de las denuncias que se interponen. Obvio: La fiscalía es quien protege a los ladrones.
La estructura que al final del sexenio pasado contruyó Graco Ramírez para cuidar su salida es ámplia y está en todos lados; la Fiscalía Anticorrupción no es la única dependencia graquista y Juan Salazar no es el único aliado del ex gobernador. Ahí está el Poder Judicial y su titular, quien recientemente exoneró a Patricia Izquierdo por haber desviado 75 millones de pesos de la Secretaría de Obras Públicas. Parafraseando al gobernador: “Pregúntenle a Rubén Jasso porqué la exoneró”.
Combatir la corrupción no es un asunto sencillo, ni solo de voluntad; en el tema, hablando específicamente de lo que ocurre en Morelos, la historia se debe entender desde diferentes ángulos: por un lado están los aliados del ex gobernador que continúan en puestos clave, algunos dentro del gobierno; y por otro la falta de pericia, talento y capacidad de quienes desde el ejecutivo tienen la responsabilidad de documentar las faltas cometidas.
Tiene razón Cuauhtémoc Blanco cuando señala a Juan Salazar como un personero de Graco Ramírez y a la Fiscalía Anticurrupción como una institución graquista, pero también debería revisar el trabajo de sus abogados y la consistencia legal de las denuncian que presentan. En castellano: Juan Salazar no va a actuar contra los graquistas, pero su labor se facilita cuando las demandas están mal hechas y carecen de elementos.
La falta de resultados en el combate a la corrupción debe ser un tema de alta prioridad en la agenda del mandatario antes de que llegue a la mitad de su sexenio; el regreso de los graquistas es posible porque en dos años no les han comprobado nada y también porque ya se dieron cuenta que la administración estatal no tiene la capacidad de operar legal y políticamente.
Cuauhtémoc Blanco debería tener claridad sobre la situación actual y lo que derivará de ello: la falta de castigo a los corruptos se entiende como complicidad y eso se traduce en un profundo deterioro en la confianza pública. Además, si no hay castigo a los corruptos, lo que está pasando es que éstos vienen de regreso con ganas de tomar revancha.
Hoy que todavía es gobernador y aún cuenta con capacidad de maniobra en el congreso, el jefe del ejecutivo estatal debería tratar de corregir las perversiones de la Fiscalía Anticorrupción; está bien que diga que acudirán a instancias federales para señalar las omisiones locales, pero lo realmente importante es que opere en el congreso morelense para que esto se corrija.
Hay que decirlo tal cuál es: Desde México pueden solidarizarse con Cuauhtémoc Blanco y exhorar al fiscal a que se conduzca con profesionalismo (cosa que no va a ocurrir), pero es la 54 legislatura donde se puede corregir lo que sucede en esa oficina.
La única opción para que las cosas cambien en la Fiscalía Anticorrupción es cambiar a su titular. Y eso lo deciden los diputados locales.
- posdata
El acuerdo tomado por el consejo estatal de Morena fue un agandaye, dicen algunos miembros fundadores del Movimiento de Regeneración Nacional; los integrantes de ese órgano partidista, encabezados por el senador Radamés Salazar y el presidente Gerardo Albarrán sesionaron el fin de semana y acordaron que todas (¡todas!) las candidaturas plurinominales y las regidurías serían para ellos.
La decisión del consejo morenista causó molestia en las bases de ese partido, quienes de inmediato alzaron la voz y expresaron su enfado; otros, como la diputada federal y consejera estatal se manifesaron a favor: “Los integrantes del Consejo Estatal se mostraron a la altura y hubo una buena organización”.
El argumento para que la asignación de candidaturas plurinominales y las regidurías sean para los consejeros es porque, dicen, ellos han sido los únicos que han estado trabajando en los últimos años a favor de Morelos y de este instituto político. A la sesión del fin de semana asistieron 44 consejeros y la aprobación se dio con 34 votos a favor y 9 abstenciones.
Morena está viviendo el mismo embrollo que desde hace años padecen otros partidos políticos: el jaloneo interno, el reparto de posiciones, el agandaye y los conflictos pre electorales en el Movimiento de Regeneración Nacional no son distintos a los del PRI, el PRD o el PAN; y no tiene porque serlo, toda vez que ese partido nació a partir de la escisión de esos organismos políticos.
Cada día el panorama se le complica más a Morena; sí el problema del PRI siempre han sido los priístas, está visto que en Morena sus conflictos más serios serán a causa de los morenistas.
- nota
El gobierno estatal lo confirma: No habrá festividades patrias para evitar contagios de covid; varios municipios han tomado ya la misma decisión y las autoridades de salud estatal hacen un llamado para que todos los ayuntamientos hagan lo mismo.
La medida es correcta y oportuna: ni la pandemia se ha domado como dice López Obrador, ni la curva de contagios se aplanó como lo afirma López-Gatell. Llevar a cabo esta o cualquier actividad multitudinaria sería sumamente riesgoso e irresponsable.
Los ciudadanos debemos hacer lo propio evitando actos masivos en casa o lugares públicos; México se encuentra en el tercer lugar mundial en muertes por coronavirus y Morelos presenta la tasa de mortalidad más alta del país por esta enfermedad.
Seamos todos prudentes; actuémos con responsabilidad. La situación no está para bajar la guardia.
- post it
Cuauhtémoc Blanco marcó la agenda de la semana señalando la falta de justicia y la complicidad de algunas institucionales con quienes dañaron al estado; el mandatario no se anduvo por las ramas y le puso nombre a las cosas.
Así lo dijo el gobernador:
“Pregúntenle al fiscal anticorrupción, a Juan Salazar, porque no han avanzado las carpetas de investigación… ustedes como medios de comunicación saben lo que hizo el ex gobernador y los ex secretarios; es triste que después de dos años no vemos a ningún ex funcionario tras las rejas por todo el daño que le hicieron a los ciudadanos.
… La verdad es lamentable que ya van dos años y no ha pasado nada; esto va a seguir ahora que vienen las elecciones y esa misma gente que le hizo daño a Morelos ya se está postulando para nuevos cargos: quieren ser diputados locales, diputados federales… ojala que la gente se de cuenta y reaccione. Yo he ido a comer a restaurantes con mi familia y es lamentable que ahí te encuentras a muchos de ellos; ojalá la población recuerde que esos que se están postulando son los mismos que hace poco lastimaron al estado.
… Estamos buscando la intervención de instancias federales porque aquí no se está haciendo justicia; es increíble que llevamos dos años de impunidad y eso le duele a la ciudadanía; yo dije en campaña que iba a hacerle justicia a la gente y no se ha podido por Juan Salazar; él tiene mucho que ver aquí porque durante dos años no ha dejado avanzar ninguna carpeta, tenemos muchísimas paradas. Yo creo que Graco se esta moviendo aquí (en la Fiscalía Anticorrupción) con su hijastro.
Hemos tenido varias reuniones en la Ciudad de México para ver cómo vamos a resolver el problema económico que nos dejó la administración pasada, queremos hacer una restructuración financiera, pero no vamos a endeudar más al estado, no vamos a contratar créditos como lo hicieron ellos cuando pidieron prestamos de miles de millones; nosotros haremos una restructuración con Banobras que le va a servir muchísimo al estado.
A la gente se lo digo con el corazón: piensen bien en las próximas selecciones, ahí aparecerán los mismos personajes del pasado; te doy nombres: (Manuel) Agüero, el de Cuautla, Tadeo (Nava), Matías Nazario, Jorge Meade, Garrigós, Gayosso y muchos más.
La gente debe saber lo que debe hacer, por quien votar y recordar a quienes le hicieron tanto daño a Morelos. Lo vuelvo a recalcar: esos exdiputados locales y federales, expresidentes municipales y senadores lastimaron a Morelos y a los ciudadanos”.
- redes sociales
Es evidente que su objetivo no es acabar con la corrupción.
Queda claro que su meta profesional no es trascender como un fiscal que combata la impunidad ni los actos fuera de la ley.
Para nadie es secreto que su desempeño no es imparcial y que su actitud es facciosa.
Todos saben que la tarea principal en esa oficina es defender a Graco y a los suyos.
Y aunque la respuesta es obvia, vale la pena hacerla de nuevo:
¿A quien sirve Juan Salazar?
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