Concepto Social de la Discapacidad - Teoría Constructivista de la Complejidad: Rolando García Boutigue
En opinión de Eliseo Guajardo Ramos
Rolando García Boutigue, físico meteorólogo argentino, epistemólogo reconocido desde que era investigador de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en los años 60as y ya antes en la Universidad de los Ángeles California (UCLA), en los 50as. Se identificó en la UCLA con Rudolf Carnap y su positivismo lógico, así como con los empiristas, entre con los que cuentan a Bertrand Russell.
Las asesorías internacionales, que tuvo oportunidad de colaborar, como fueron las del Programa sobre cambios de la biósfera; sobre los sistemas alimentarios y las sociedades; sobre la sequía y los humanos, le permitió enfocar diversos sistemas en interacción entre sí. como para llegar a conclusiones paradójicas. Es el caso de las sequías, los sistemas alimentarios y el modo agrícola ancestral de las culturas autóctonas. En las que los problemas planteados como los desastres naturales, como un efecto en realidad de los desastres humanos y sociales, en los años 70as. Así, va configurando su Teoría Constructivista de la Complejidad.
Rolando García, fue maestro normalista de la Normal Nacional en Argentina (1936), Profesor de la Normal Nacional en ciencias; doctor en física con especialidad en hidrodinámica y termodinámica de la atmósfera (UCLA, 1951). Fue distinguido profesor de diversas universidades en el mundo. Nada menos, en nuestro país, fue profesor investigador en la UAM-Xochimilco (1981-1983); jefe de la sección de metodología y teoría de la ciencia en el CINVESTAV-IPN (1984-1998); Y, desde el año 2000 Investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CIICH-UNAM) hasta su muerte, en México, en noviembre de 2012.
Pero la gran influencia de Jean Piaget en la obra de Rolando García se vio beneficiada para configurar su Teoría de la Complejidad, en un enfoque constructivista; llevada más allá de la Epistemología Genética de Piaget, trabajando juntos en “Las explicaciones causales” (1971). Y que fue recíproca esta influencia desde Rolando García hacia la obra de Piaget. Sobre todo, en “Psicogénesis e historia de la ciencia” (1983). En la que Piaget hace una segunda revisión de su obra, después de la que realizó, por primera vez, en “Equilibración de las estructuras cognitivas. Problema central del desarrollo” (1975). En la segunda revisión del propio autor sobre su obra, en “Psicogénesis e historia de la ciencia” (1983), el enfoque de la continuidad de la actividad como construcción del conocimiento científico, en la cultura occidental, fue un gran aporte de Rolando García. En tiempos en que se consideraba a Piaget como un constructivista estructuralista y naturalista -como biólogo que era de origen- que no tomaba en cuenta las variables sociales y culturales en el desarrollo del niño; a diferencia de Vygotski, que se le descubría y apreciaba como el psicólogo del desarrollo con enfoque sociocultural, por antonomasia.
Muy importante fue cómo Rolando García tomo el proceso constructivo de continuidad histórica del conocimiento científico; como Piaget, ya la había demostrado en el proceso del desarrollo lógico matemático de la inteligencia en el niño. En las cuáles las etapas no pueden desarrollarse en otro orden constructivo, independientemente del contexto social en el niño. Rolando hace un recorrido histórico del desarrollo de las teorías científicas de occidente en su continuidad lógico históricas, en el que no es posible suponer otro orden de construcción del conocimiento. Contradiciendo las posturas de la discontinuidad, o rupturas epistemológicas. Como es el caso de Gastón Bachelard, George Cangilhem, y algunos freudomarxistas, como Louis Althusser. En el que toman en cuenta el conocimiento común, o el conocimiento precientífico de la civilización, contrastándolo con el científico, para asegurar la hipótesis de la ruptura epistemológica de las revoluciones científicas. Rolando García y Piaget, van a argumentar que no hay una ruptura, sino varias y hasta muchas rupturas epistemológicas, que dan cuenta más bien de una continuidad constructivista.
La revisión de R. García es desde los griegos, desde la cultura Helénico-cristina. Y, el auge filosófico de esta época se suspende por Justiniano, que cierra la Academia platónica, por hereje y pervertida, desde la Teología cristiana. No se podía ser cristiano y filósofo, al mismo tiempo. Se llegaba a la verdad solamente a través de la fe. Lo que hace que sobreviniera un oscurantismo que duró 6 siglos. Los filósofos huyeron a Asía Menor, a Persia en la cual convivieron árabes, judíos, cristianos y musulmanes. Se dedicaron a traducir las obras del esplendor de la cultura griega. Cuando los árabes se asientan en España, durante 7 siglos y fundaron el Califato de Córdova, llevaron a Europa la cultura griega a través de España. Por ese entonces, Tomás de Aquino, luego Santo Tomás, establece el estatus de la “doble verdad”. De la luna hacia arriba, correspondía a la Iglesia establecer la verdad de tales fenómenos. Y de la luna hacia abajo, era ámbito de los humanos descubrir las “verdades relativas”.
Cuando los humanos descubren verdades terrenales, con Newton, se comienza a hablar de “leyes naturales”. El término “ley” estaba destinado a “leyes morales” y “las tablas de la ley de Moisés”. Fue todo un aconteciendo. En las leyes naturales ya no intervenía la voluntad divina. Algunos decían que las leyes las estableció Dios y envió a Newton a explicárselas al mundo, Los protestantes en Gran Bretaña, comenzaron a señalar que las leyes naturales eran igual para la naturaleza, como para las sociedades humanas. Así comenzó a dársele fundamento al desarrollo del capitalismo inglés y al del mundo europeo.
Kant, ya muy avanzado el siglo XVIII, desarrolla una metafísica del conocimiento que pretende dar fundamento a la ciencia. Define qué es la matemática, la física, la lógica, etcétera. Construye un monumental conocimiento de un sistema cerrado, que da respuesta a todas las interrogantes. Él fallece en 1804 pensando que había resuelto el problema del conocimiento científico de la humanidad. Pasados 20 años apenas, surge la geometría No Euclidiana. Que pone en cuestionamiento la Geometría Euclidiana. Aquélla, señalaba que había triángulos que sumados eran mayores de 180° y otro menor de 180°. Que había líneas que unían dos puntos que no eran menores en distancia. Se refería a triángulos con líneas curvas convexas y líneas curvas. Con lo que se descubre que la geometría de Euclides es una más de las geometrías posibles de existir.
Luego, viene la matemática interpretada como un sistema lógico. Que rebasa a la lógica silogística aristotélica. La matemática como cúspide del conocimiento lógico, se convierte en lógica-matemática y fundamento de las varias matemáticas posibles. Hay un relativismo en las ciencias, desde la variabilidad de las condiciones posibles en los diferentes campos del conocimiento.
Aparece la Física Cuántica. Y descompone el indivisible átomo, en partículas y éstas en elementos. Así el movimiento de las partículas podría observarse desde el movimiento ondulatorio o desde el movimiento de puntos particulares. Una misma realidad observada desde donde el observador influye en los que se percibe. La objetividad en Física se relativiza y depende el observador, esto es, la observación científica también puede ser subjetiva.
Esta continuidad del conocimiento tiene un fundamento epistemológico en dicha continuidad. Y comienza a generarse una Teoría de la Complejidad. Dicha Teoría es de una gran utilidad para abordar la complejidad de la discapacidad. Pero este tema, lo abordaremos en la próxima entrega.
¡Enhorabuena por la Teoría de la Complejidad para estudiar la Discapacidad!
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