Serpientes y escaleras - A quién le importa la unidad

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - A quién le importa la unidad

Pase lo que pase Morena va a ganar Morelos en el 2024, dice la diputada Barrera

 

A quién le importa la unidad

La precampaña por la gubernatura de Morelos comenzó más temprano que en sexenios anteriores, los aspirantes a suceder a Cuauhtémoc Blanco en la gubernatura andan movidos, lo mismo que sus seguidores. La del 2024 será una elección con una fuerza política predominante, sin oposición, pero un intenso golpeteo entre precandidatos. El triunfo de los adversarios de Morena no depende de lo que hagan ellos, sino de qué tanto se lastiman los obradoristas.

En Morelos no hay oposición política y la vida partidista, incluido el Movimiento de Regeneración Nacional, es inexistente. Atrás quedó la época en donde las dirigencias buscaban liderazgos regionales, en donde había comités municipales y desde la dirigencia estatal se construía estructura. Todo eso quedó atrás, las pocas representaciones partidistas que existen hoy son de papel, carecen de personal, equipo, dinero y obviamente de militantes.

Desde hace años el Partido Revolucionario Institucional dejó de ser una fuerza política en Morelos, poco a poco se fue convirtiendo en una agencia de colocaciones para los aliados del presidente en turno hasta llegar a lo que queda bajo el mando de Jonathan Márquez. En el partido de la Revolución Democrática el panorama es peor: hace seis años eran la primera fuerza política en el estado y hoy ni siquiera tienen registro; el aroma a Graco apestó ese partido y ya nadie quieren estar cerca de él.

Acción Nacional es lo menos malo, pero aún así es una institución fantasma manejada a la distancia por los hermanos Martínez Terrazas. La dirigente es una mujer sin merecimientos políticos ni personales, ocupa el cargo porque así lo quisieron los hermanos y como presidenta solo se atreve a seguir las órdenes de los Terrazas. Obvio: Juan Carlos, Daniel y Adrián son flojos, nunca han brillado por su talento ni por su vigor, de ahí que el PAN es también una oficina vacía, carente de representatividad. De los demás partidos ni siquiera vale la pena hablar, no existen.

Con este panorama opositor es natural que todas las encuestas coloquen al Movimiento de Regeneración Nacional como la primera fuerza política en el estado, como el partido con mayor intención de voto en Morelos, como invencibles aun si todos los demás partidos se juntaran para competirles. Sin oposición y con dirigencias opositoras mediocres cómo podría alguien pensar que Morena puede perder.

Ese razonamiento simple es el que hace unos días motivó las declaraciones de la diputada Ariadna Barrera. No importa lo que pase, no importa que se dividan o se peleen entre ellos, no importa la mala fama de algunos gobiernos ni los escándalos que surgen en torno a las administraciones emanadas de sus siglas: Morena va a ganar en el 2024. Eso dice ella... Pero… ¿Si?

Cuatro años han transcurrido del gobierno de Cuauhtémoc Blanco, en este tiempo han pasado muchas cosas, el enfado ciudadano ha crecido y los reclamos públicos se multiplican, pero a pesar de que en algunos momentos hemos sido testigos de hechos terribles, como el reciente asesinato de una diputada, en ningún caso la oposición ha dado la cara, ni ha respaldado el reclamo ciudadano, sin testigos ciegos y mudos frente al desastre.

Sin nadie enfrente es obvio pensar que Morena tiene la elección ganada “pase lo que pase” como afirma la diputada Barrera; a pesar del evidente descontento de algunos sectores y el golpeteo constante al gobernador, hay dos factores que llenan de seguridad a algunos morenistas: el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador a Cuauhtémoc Blanco y la inexistente oposición en Morelos. ¿Qué puede salir mal?

No es la primera vez en Morelos que vemos un escenario preelectoral como el actual, en donde hay una fuerza política predominante, que acapara la intención de voto y camina en solitario porque no hay oposición. De hecho es bastante común que eso suceda en la tierra de Zapata porque la clase política local es de muy bajo nivel y suele pactar con el gobierno en turno a cambio de algunas pocos beneficios personales.

De cara al proceso electoral del 2024 lo que tendríamos que observar con atención no es lo que sucede del lado de los inexistentes partidos de oposición, porque es evidente que dado el nivel de sus dirigentes resulta impensable que de ahí surja alguna propuesta o proyecto electoralmente atractivo ni rentable.

Lo que sí se debe tener en el radar a pesar de los dichos de la indocta legisladora Ariadna Barrera es lo que sucede dentro de las fronteras de Morena. Veamos: la primera señal crítica en el Movimiento de Regeneración Nacional apareció en el proceso de elección interna, con la llegada de una nueva corriente neomorenista que no solo hizo a un lado al grupo dominante, también llenó al partido de personajes opuestos al obradorismo, con intereses distintos a su lucha histórica y que presumen promotores de la cuarta transformación solo porque en este momento así les conviene. Ninguno de ellos genera la empatía social que provocó AMLO en el 2018.

El reacomodo del consejo morenista fue el primer sisma en la 4T, pero no ha sido el único, de ahí derivó la aparición de un autodenominado “presidente legítimo” y luego la radicalización de posiciones entre liderazgos. Lo que antes parecía una carrera con reglas claras se convirtió en una lucha encarnizada en donde se trata de vencer al opositor (enemigo) interno.

La anulación de la civilidad en Morena ha dado pie a los ataques que estamos viendo desde hace algunas semanas contra personajes representativos de la 4T; no me refiero por supuesto a las filtraciones de documentos hackeados al ejército mexicano y difundidos por la agrupación Guacamaya, sino al golpeteo constante y dirigido contra algunos precandidatos a la gubernatura; el último: Víctor Mercado.

Las campañas en redes, las publicaciones periodísticas y la filtración de documentos e información comprometedora no es un tema ajeno a la carrera por la sucesión, ni tampoco está articulada por la oposición. Todos y cada uno de estos golpes tienen origen interno, se trata de ataques que se lanzan entre morenistas y a veces, como el último, entre miembros del mismo grupo político.

El ambiente preelectoral se está calentando, pero no por la oposición, sino desde dentro de Morena. La ausencia de adversarios nos ha regresado al escenario en donde la lucha era por la candidatura, porque la campaña era de trámite. La pelea que se ve entre precandidatos del Movimiento de Regeneración Nacional es intensa, salvaje y sin tregua; ninguno da la cara, pero queda claro que los golpes están saliendo de casa.

Es aquí donde habría que reflexionar en algo: ¿Hasta dónde influirá este desgaste en la opinión pública? ¿Qué tanto afectan los golpes individuales al proyecto integral de Morena? ¿Hasta dónde es posible estar seguros de que, como dice Ariadna Barrera, “pase lo que pase Morena ganará”?

Recordemos algo: en las elecciones del 2021 las encuestas concedían una amplia ventaja al Movimiento de Regeneración Nacional en casi todos los municipios y distritos del estado, pero al final los resultados no fueron tan favorables como esperaban, no obstante en muchos casos no hubo oposición ni buenos candidatos enfrente.

Morenistas como la diputada Ariadna Barrera están despreocupados de los conflictos internos y no tienen interés por generar unidad, porque están seguros de que en cualquier escenario van a ganar y consideran que ellos serán parte de los ganadores.

¿El ciudadano apartidista estará de acuerdo con esta postura?

·         posdata

Son alrededor de cuarenta los expedientes que existen por diversos actos ilegales cometidos en el gobierno que encabezó Antonio Villalobos Adán, actualmente preso en el penal de Atlacholoaya; algunos están ya judicializados.

Los procesos apuntan al expresidente municipal y a varios de sus colaboradores, se encuentran integrados en la Fiscalía Estatal Anticorrupción y avanzan rápido, por lo que en breve podría haber más noticias sobre esta historia.

El tema, cuentan quienes lo conocen de cerca, tiene que ver con acciones irregulares, omisiones, decisiones que afectaron al municipio y por supuesto, corrupción; esto último, añaden, podría alcanzar a figuras que formalmente no estuvieron dentro de la estructura municipal, pero fueron piezas preponderantes en el manejo de ese ayuntamiento, que tomaron decisiones y se enriquecieron con dinero público.

El juicio por el desvío de 9 millones de pesos del Sapac es el primero de muchos que pesan en contra de personajes de la administración pasada, derivado de ese Antonio Villalobos y tres regidores más están vinculados a procesos y solo uno conserva su libertad con la condición de aportar en no más de 30 días, pruebas que fortalezcan no solo la denuncia actual, sino otras tres que impulsa la Fiscalía Anticorrupción.

El futuro para Antonio Villalobos se ha complicado y la misma suerte pueden corren en breve otros integrantes de su gabinete, empezando por el tesorero José Quiñonez, la jefa de la oficina de la presidencia Laura Mendizabal y la exsíndico Marisol Becerra; los primeros por su evidente complicidad en actos de corrupción y la última por haber firmado documentos que hoy están siendo observados por las autoridades.

Ya lo dijo el vicefiscal anticorrupción: Antonio Villalobos no saldrá de la cárcel antes del año nuevo a pesar del recurso de amparo solicitado; como se ven las cosas y ante la multiplicación de denuncias en su contra, se ve complicado que recobre la libertad en el corto plazo, aunque eso sí, quizá pronto este acompañado por otros personajes de su administración y en un descuido, hasta alguien de su familia.

En esta historia hay dos elementos más que vale la pena observar: la ley federal contra la delincuencia organizada y el enriquecimiento inexplicable.

·         nota

Nadie lo dice, pero muchos lo murmuran en los pasillos de poder: los golpes contra algunos secretarios del gobierno de Cuauhtémoc Blanco son internos, es fuego amigo.

La información que se revela y los datos duros que en algunos casos aparecen fortalecen esa hipótesis: es gente que está adentro, que conoce los temas, que tiene acceso a la información y que está filtrando documentos. El contenido difundido no necesariamente es cierto, pero las referencias permiten especular y sin lugar a duda afectan a quienes son objeto de los ataques.

El tema no es menor y va a crecer, se enmarca en el proceso de sucesión y afecta de manera integral a todo el proyecto del gobernador Cuauhtémoc Blanco, porque los acusados son parte de su equipo.

Comenzó el final del sexenio. Los golpes internos son parte de ello.

·         post it

Hace algunos años cuando la violencia comenzó a ganar terreno, el comentario común era: ¡Cuídate, no andes por zonas peligrosas ni a altas horas de la noche! La expresión era cotidiana y reflejaba una forma de autoprotegerse ante el creciente clima de violencia.

Poco a poco algunas zonas del estado y de la capital se fueron convirtiendo en punto de referencia, espacios a los que no se debía ir o en caso de ser necesario, se debían extremar precauciones. Puente de Ixtla, Yautepec, Temixco, Emiliano Zapata, Amacuzac, Jojutla, Jiutepec y otros municipios más se identificaron como lugares peligrosos, que debían evitarse. En Cuernavaca también se fue creando un mapa social de zonas de alto riesgo, como Altavista, la Barona, la Lagunilla o la Carolina.

Evitar estos puntos o hacerlo con cuidado se volvió cosa de todos los días, lo mismo que no salir a altas horas de la noche, para evitar incidentes. De repente todo cambió.

Actualmente el clima de violencia se ha apoderado de más lugares, de regiones completas, en donde los criminales se mueven sin importar la hora. En la capital hay ejecuciones a plena luz del día, asesinatos en plazas comerciales y balaceras frente a las propias autoridades. Hoy el asesinato es cosa normal, lo vemos todos los días y no importa de quien se trate, al final nunca pasa nada.

La violencia ya no se encuentra en zonas peligrosas ni a altas horas de la noche, los grupos criminales se han apoderado de todo y actúan en cualquier momento porque saben que prevalece la impunidad.

·         redes sociales

Hay funcionarios que exponen sus lujos y sus viajes en las redes sociales. Aún suponiendo que lo hagan con recursos propios ¿Cómo es que lo hacen en días y horas hábiles?

Comentarios para una columna optimista: eolopacheco@elregional.com.mx

Twitter: @eolopacheco

Facebook: Eolopachecomx