Repaso - Un manifiesto por la sucesión en la sección 19 Del SNTE

En días pasados, un grupo de actores político sindicales difundió un manifiesto en el que se exponen los principios deseables para que el proceso de renovación de su dirigencia ocurra en un marco de participación a la altura de las aspiraciones democráticas que todos dicen tener. Sostuvieron, principalmente:

Su compromiso para favorecer la realización de un proceso libre y civilizado, ajeno a la guerra sucia y las difamaciones entre los contendientes.

Su rechazo a todo tipo de injerencias externas, ya sean de personajes, partidos, clero, gobernantes y dirigencias seccionales o nacionales del SNTE.

Su disposición para respaldar a la planilla que resulte triunfadora.

Desconozco quiénes fueron los firmantes (sólo pude obtener el borrador de ese manifiesto sin rúbrica alguna). Por las imágenes reproducidas en la red, allí estuvieron, entre otros, Felipe Domínguez Alarcón, Joel Espinoza Obispo, Marco Aurelio Mares Cáspeta, Óscar Engels Miranda, Fernando Salgado Delgado y, creo, Felipe de Jesús Cardoso. De los anteriores a sólo tres de ellos, si no estoy equivocado, se les menciona como aspirantes con su propia planilla: Felipe Domínguez, Marco Aurelio Mares y Fernando Salgado. Ello de ningún modo minimiza la validez de su pronunciamiento, como tampoco se puede inferir que otros aspirantes, por el hecho de no haber participado en la elaboración del manifiesto referido, mantengan puntos de vista contrarios a los allí expuestos.

Hasta donde entendí, el pronunciamiento en mención no implica que sus autores hayan tomado la decisión de integrar un sólo bloque para participar como planilla en la jornada electoral que viene. Simplemente acordaron plantear en conjunto las condiciones ideales para que la vida democrática del magisterio morelense se legitime.

¿Quiénes faltaron, independientemente de sus motivos para no acudir a la reunión convocada para estar con los medios de comunicación? La lista es amplia: Alejandro Trujillo, Joyce Rosas, Felipe Castro, Paul Pliego, Leandro Vique, Joel Sánchez Vélez y Yossmin Castillo, entre otros.

Aunque, hay que decirlo, algunos tendrían que poner en ejercicio su capacidad de autocrítica para reconocer que tienen muy escasas posibilidades de triunfar, de modo que no sería extraño que a final de cuentas se sumaran a otros aspirantes con mayores probabilidades. 

La búsqueda de consensos en ningún momento es reprobable. Es lo que quizá se han propuesto aquellos que aún no manifiestan su intención de participar por la secretaría general, si bien en corrillos también están en activo. Me refiero sobre todos, a quienes, siendo integrantes del Comité Directivo Estatal aspiran a que se les tome en cuenta. Algunos nombres que se han filtrado son los de Fidel Escobedo. Argentina Becerra y Oswaldo González.

En pocas palabras, colijo que el planteamiento fundamental que subyace en el manifiesto arriba aludido, es el que se den las condiciones para que todos los candidatos cuyo registro haya sido aprobado, sepan que hay piso parejo para todos.

Sobre las injerencias llamadas externas, considero que corresponderá a la base magisterial poner en su lugar cualquier intentona, 

En ese rubro se menciona a las dirigencias seccionales y nacionales del SNTE, aunque creo que debieron puntualizar más su propuesta. Evidentemente, como instancias representativas de los trabajadores de la educación en general, su compromiso es jugar el papel de árbitro, con la obligación de actuar sin sesgos ni inclinaciones. Pero en lo individual, cualquier integrante de esas dirigencias están en su derecho de respaldar al candidato que sea de sus preferencias. Insisto, para que no se malinterprete: en el proceso de renovación sindical del magisterio, la participación de las diversas planillas debe basarse en igualdad de oportunidades y condiciones. 

En ese sentido las maestros, los maestros y el personal de apoyo y asistencia a la educación, tendrán la última palabra para optar por la fórmula que más les convenza, con base en las propuestas que les hagan y no por las ofensas, difamaciones o sospechas enconadas que, infortunadamente, ya se vierten profusamente en las redes.

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