Trump, frente al dragón y el oso parece ratón…
En opinión de Rafael Alfaro Izarraraz
La mayoría de los analistas en el mundo coinciden en un punto: la entrevista de Trump con Xijinping dejó claro que el mundo unipolar que prevaleció a partir de 1991 y que marcó la caída del bloque soviético, llegó a su fin bajo la hegemonía estadounidense. Trump, que ante los países indefensos parece un león pero ante el dragón chino y el oso ruso parece ratón y no león como ha querido hacer creer: obsequioso, risueño, bien encarado, con saludos amables, con comentarios al oído de Xi. De aquel candidato presidencial que cuando lo era decía que en cuanto llegara a la presidencia de inmediato recibiría llamadas de los presidentes del mundo para ponerse a sus órdenes sólo se puede decir que fue un monumental embuste.
Claro, todavía existen líderes y países cuya mentalidad es tan deprimente, como europeos, coreanos del sur y japoneses, que la verdad son tan “pequeños” que no pueden aceptar que ya no existe mundo en el que vivieron durante 500 años. Las políticas y los actos de EU de desprecio hacia ellos ha llegado a tal grado que les ha impuesto un futuro deprimente y no les importa. Japón y Corea paren la Alemanias y la Francia de Asia. A Europa, los separó de sus vínculos económicos con Rusia que representaban una ventaja para competir en el mundo para que le compraran petróleo y gas antes adquirido a precios baratos por los rusos. Ahora Trump en su gira por Asia, a Corea y Japón los ha comprometido con cantidades multimillonarias de inversión en EU.
EU no va salir de la inercia de caída en que se encuentra por esas inversiones o bien otras inversiones futuras. Existen leyes que regulan la economía. Constantino heredó el imperio romano a sus hijos: a uno la parte al Oriente y el Occidente a otra, no tenía escapatoria de la tendencia decadente de Roma. Trump, le ha dejado la responsabilidad de la guerra de Ucrania contra Rusia a Europa, siempre y cuando les compre las armas a EU. Trump, ahora, quiere entenderse directamente con China y Rusia. Pero, de su encuentro con Xi no pudo sacar nada realmente ventajoso comparado con lo que verbalmente prometía. China volverá a comprar soya a los agricultores estadounidenses y seguirá vendiendo a EU fentanilo con un arancel más bajo.
Por cierto, en dónde está el Donald Trump que decía que el fentanilo mata a más de cien mil estadounidenses al año y que lo iba a combatir con todo. Xi lo convenció de que haría un esfuerzo para evitar el tráfico de esta sustancia que utiliza la industria químico farmacéutica en EU. La verdad que indican los hechos es que Trump no le interesan los jóvenes que mueren en las calles de San Francisco, Los Ángeles o Nueva York. Le interesa la poderosa industria farmacéutica y que cuente con los insumos para producir medicamentos que en parte alientan y condicionan el consumo de las drogas en cientos de miles de jóvenes estadounidenses. Si las drogas es un arma para invadir naciones quien puede dudar que su uso en EU es para mantener subyugados a los jóvenes ante la caída del imperio.
Trump iba a la entrevista con Xi a tratar de que los granjeros estadounidenses vendieran sus productos a China como en el pasado y cuyas operaciones fueron suspendidas por China debido a las prácticas arancelarias impuestas Trump como parte del supuesto poderío del que cree poseer. Pero lo relevante, para el presidente estadounidense no sólo era la compra de soya sino garantizar la venta de “tierras raras” a EU que es la materia prima esencial para la producción de la moderna tecnología de autos eléctricos, computadoras, telefonía celular, industria aeroespacial y militar de guerra. A esa petición China aceptó ampliar el acuerdo de venta de tierras raras por un año, según el gobierno de EU.
El gobierno chino no hizo alguna conferencia de prensa para exponer los acuerdos a los que había llegado con EU. Xi no ha expuesto públicamente los acuerdos a los que llegó con EU, lo que ha dejado a Trump el escenario para exponer en su tono zalamero hacia Xi, los puntos de los acuerdos establecidos. Esos acuerdos en realidad no representan nada o casi nada en términos reales porque de hecho como se ha reiterado China venía comprando a EU soya y brevemente, ante los aranceles de Trump, había decidido comprarlos a Brasil y Argentina. Asimismo, China seguirá vendiendo fentanilo a EU con una menor tasa arancelaria.
Lo que ha dicho, en tono triunfalista, Scott Bessent, secretario del Tesoro estadounidense, es que los aranceles han funcionado y que han obligado a China a vender tierras raras a EU. Cuando le han preguntado qué van hacer dentro de un año cuando finalice el plazo establecido por Xi, pues ha respondido que volver a ver a Xi y pedirle un año más de tregua mientras resuelven el tema de cómo no tanto obtener tierras raras porque eso es relativamente fácil. El punto es que técnicamente no cuentan con los adelantos tecnológicos para separar de las tierras los metales utilizados para producir por ejemplo los chips. Según especialistas, tanto el aspecto tecnológico como crear capital humano no se hace de un día para otro, tarda años y hasta puede ser que décadas.
Ahora bien, las empresas tecnológicas como Nvidia, vanguardista en tecnología e Inteligencia Artificial, quieren regresar a China de donde fueron “expulsadas” por las políticas de Trump contra China en donde de cubrir el mercado en un cien por ciento se quedaron en cero. China, con sus propios esfuerzos, al parecer ahora cubre el 70 por ciento de sus necesidades de suministros tecnológicos que antes proporcionaba Nvidia. Xi, no obstante, le pidió Trump que si quiere tierras raras deben dejar de sabotear en el mundo a las empresas tecnológicas chinas.
En agosto el gobierno neerlandés (aconsejada por el gobierno estadounidense según opiniones expresadas por funcionarios de la compañía), se posicionaron administrativamente de la empresa china Nexperia con el fin de controlar lo que produce y su destino, afectando a la industria automotriz europea. El punto fue evitar que esa empresa filial de una firma China trasladara la tecnología de Europa a China. Nexperia envía a China el 70 por ciento de la producción de chips pero también produce para Europa. De los acuerdos entre Xi y Trump, ahora la empresa podrá vender libremente sus productos.
El punto es la empresa Nvidia que produce chips de alta tecnología que todavía china no produce. Nvidia está molesta con las políticas de Trump porque le quitó el mercado chino. Y si la empresa no vende sus productos en China es probable que en breve se pueda quedar sin el mercado chino y, por supuesto no lo desea. Los estadounidenses creen que los chinos los roban la tecnología y por eso obstaculizaron la venta de productos de Nvidia a China. Lo cierto es que China es una potencia adelantada en tecnología y si Nvidia no están en el mercado lo pueden perder. Las hegemonías no duran toda la vida. Trump hablará con la empresa y los controles impuestos a sus ventas a China.
Por lo que Trump tendrá que ceder porque de lo contrario sin tierras raras se queda sin una materia prima que es fundamental para los productos tecnológicos que produce EU y que es la base capitalista de su gobierno no tanto la producción que no va abandonar Asia ante las opciones de ganancias que EU no le ofrece. Ahora bien, lo que no se puede dejar pasar por alto es el contexto en el que se llevó a cabo la reunión entre Xi y Trump. Putin, justo el día de la reunión que llevaron a cabo Xi y Trump, dio a conocer una de las armas submarinas capaces de ocasionar, de utilizarse, auténticos tsunamis en la superficie, entre otras armas.
En la especie de división del trabajo del imperio occidental en decadencia, Ucrania fue dejada a la suerte de los europeos, aunque en realidad sin la capacidad tecnomilitar para enfrentar lo que será una derrota histórica en Ucrania de Europa y EU. EU tomó la tarea de enfrentar comercialmente a China y defender lo que ha considerado su “patrio trasero” es decir Latinoamérica y el Caribe. Pero aquí es donde como lo hemos apuntado no es lo mismo el siglo XIX que en el inicio del siglo XXI, con una amplia presencia china y rusa en la región, tanto económica como militarmente.
China no es belicosa sino comercial, eso es verdad. No anda buscando pelea con nadie sino hacer negocios y poco importa con quién hace negocios. Pero también es verdad que desde que recordaron la victoria contra el fascismo hicieron una declaración que llama la atención en términos de que se acababa la historia de la china que era humillada en el mundo. También, que buscarían la construcción de un mundo sin hegemonías como ha ocurrido hasta ahora, creando un ambiente de paz. Eso lo dijeron, teniendo como marco un desfile militar que llamó la atención lo mismo en Tokio, que en París, Londres y Nueva York.
El punto es que, igualmente, cuando Trump ha querido voltear a mirar a América, Latinoamérica y el Caribe, las cosas han cambiado. Canadá, ha dejado el acuerdo comercial con EU y ya ha entablado negociaciones con China. Cuba, ha iniciado un nuevo proyecto de Estado, imitando al modelo Chino, al parecer. Ingresará a los BRICS y con ello terminará el bloque comercial impuesto a la isla por EU. Este último no puede ni podrá impedirlo. Ante la presencia comercial y militar de China y Rusia en Venezuela, las aspiraciones intervencionistas como que han bajado de tono. Dijo Trump, a su regreso de China, que nada hombre: nunca ha querido invadir Venezuela.
Este mundo es multipolar por donde quiera que se le mire, esperemos siempre igualitario. Ya basta de feroces leones en apariencia.
Rafael Alfaro Izarraraz 

