Presupuesto 2020

En opinión de Javier Bolaños

Presupuesto 2020

Violentando todas las normas, sesionando fuera de la Cámara de Diputados, prácticamente huyendo de quienes les pedían atención, los diputados federales de Morena y sus aliados aprobaron el presupuesto que regirá en nuestro país el próximo año. Ante la falta de argumentos, se unieron en la exclamación de “no están porque quieren moches” intentando justificar su avasallamiento.

La norma indica que las comisiones sesionarán y emitirán un dictamen que debe ser dado a conocer al pleno, quienes tendrán al menos cinco días para estudiarlo y fijar postura; en este caso, la Comisión de Presupuesto sesionó y en dos horas presentó al pleno su dictamen para proceder de inmediato a su discusión y aprobación.

Ya habían recibido la instrucción de no moverle ni una coma al proyecto que había enviado el Ejecutivo, y al aceptar esa instrucción renunciaron también al derecho y obligación que como Cámara de Diputados tienen de diseñar e integrar en el presupuesto la atención a las demandas ciudadanas y pendientes de la agenda nacional.

El presupuesto aprobado no fomenta la inversión ni apoya a los sectores productivos, no está enfocado a resolver los problemas de seguridad, generación de empleos, del campo, la salud, educación, el turismo (desaparece el programa de Pueblos Mágicos), ni de infraestructura productiva o básica de estados y municipios.

Pone en riesgo el funcionamiento de los organismos autónomos como FGR, INE, CNDH y TFJA, entre otros.

Sin duda se trata de un presupuesto clientelar, electorero e improductivo, que castiga a la sociedad porque no refleja el necesario incremento que requiere la seguridad, la salud y el empleo, porque no apoya los sectores productivos como el turismo y las micro, pequeñas y medianas empresas.

Mucho hemos escuchado que la máxima prioridad de esta administración son los pobres, por eso no se entiende el fuerte castigo al campo, que es donde se concentran los mayores índices de pobreza. La cancelación y reducción de apoyos a programas como el de fomento ganadero y de fertilizantes, entre otros, ponen en riesgo la seguridad alimentaria; la reducción al sector agropecuario es de 38 por ciento, lo que provocará serios problemas a los productores agrícolas y ganaderos.

Es muy delicado que se hayan ignorado los reclamos de los presidentes municipales, que requieren recursos para seguridad, infraestructura productiva y básica como agua, drenaje, pavimentación, alcantarillado, caminos, puentes, al tiempo de que cancelaron recursos para la capacitación y equipamiento de las policías, así como para la investigación de las actividades criminales.

El Sector Salud tendrá un recorte presupuestal de 3 mil millones de pesos lo que nuevamente pone en riesgo el suministro de medicinas en clínicas y hospitales del país; la Fiscalía General de la República registra un recorte de mil 550 millones de pesos; el INE mil 71 millones; 37 millones a la CNDH y; 308 millones al Tribunal Federal de Justicia Administrativa, entre otros.

 

Por si fuera poco, el Presupuesto de Egresos se construyó sobre un supuesto incremento sin precedentes en la producción petrolera (pero vetan la aplicación de tecnologías innovadoras para provocarla), y con un desarrollo económico de 2%, cuando se estima que en el último trimestre de este año al crecimiento será cero.

En fin, el panorama se ve muy complicado y los efectos negativos de este presupuesto sin duda pronto serán evidentes.

 

@jabol2

@jbolanosaguilar