Observador político - ¨Ponchito¨, ex el diputado millonario

En opinión de Gerardo Suárez Dorantes

Observador político - ¨Ponchito¨, ex el diputado millonario

Para varios de los actuales legisladores, el preguntarles y exigirles si habrá o no auditoría a sus antecesores, es perder el tiempo, frenarlos y paralizar sus actividades sin embargo, lo que dio a conocer Roberto Salinas, director del Centro de Investigación “Morelos Rinde Cuentas”,  pone en evidencia los excesos, abusos y ofensas al pueblo morelense que ha vivido grandes crisis económicas tras la pandemia, como para que un gris ex diputado como Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, alias Ponchito, haya manejado casi 14 millones de pesos a su libre albedrio.

ABUSOS Y EXCESOS.- Para muchos trabajadores tanto sindicalizados como de confianza que estuvieron cerca de Ponchito Sotelo Martínez, la vida económica que se dio en los últimos tres años, son las de una persona multimillonaria a raíz de su pésimo paso por el Congreso de Morelos.  Fueron 13 millones 800 mil pesos los que se gastó tan solo de septiembre del 2018 a agosto del 2021, recursos que no incluyen los apoyos que perciben los grupos parlamentarios.

Morelos Rinde Cuentas, con base en la solicitud que hizo a la Unidad de Transparencia del Congreso del estado de Morelos y cuya titular es Gisela Salazar Villalva, da a conocer que el tal Ponchito, ex alcalde de Jojutla, cuando fue legislador de la 54 recibió tres millones 700 mil pesos tan sólo de prerrogativas; tres millones 300 mil pesos para realizar gestiones (ayuda a la población, será); dos millones 100 mil pesos de dieta; dos millones 200 mil pesos como apoyo de la Mesa Directiva de la cual fue casi los tres años; y la nada despreciable cantidad de 900 mil pesos tan sólo para difundir si informe. ¡Cómo si en verdad a la gente le interesara!

Pero no solo eso, además de su celular y demás prestaciones se llevó otros 700 mil pesos para viáticos; medio millón de pesos como apoyo a comisión; 600 mil pesos para gastos y 300 mil pesos para diversos eventos.  Y todo este dinero fue en los momentos en los que la situación ha sido verdaderamente caótica por los despidos que se han dado en diversas empresas privadas e instituciones públicas, a consecuencia del covid-19.

Por ello, es necesario no ser cómplice ni omiso por los actuales legisladores que han modificado de manera significativa el trabajo que se venía realizando con sus antecesores, quienes incurrieron en una severa parálisis legislativa precisamente, por la ambición del dinero público.

NO HAY TRANSPARENCIA.- Al respecto ha sido precisamente Morelos Rinde Cuentas quien ha cuestionado que en el Congreso no se dio la transparencia mínima necesaria y por ello, es urgente y evitar la práctica de auditorías a modo para solo cumplir sin que se les aplique el rigor de la Ley ni castigar penalmente a quienes incurren en diversos delitos y actos al margen de la carta magna. Es necesario, es tiempo de que se evite que el dinero del pueblo unos cuantos políticos de poca monta haga de las suyas para favorecerse y asegurarse financieramente por el resto de sus días. Es tiempo de que el Congreso de Morelos use los recursos económicos de una forma discrecional y para los que sean destinados desde su origen.

Sobre todo, cuando se trata de recursos financieros que son de los ciudadanos y que, sobre todo, ante tantas carencias y necesidades que se tienen en las colonias, barrios y pueblos se puedan destinarse a impulsar el desarrollo y la paz que tanta falta hace falta en la entidad morelense. Es urgente y necesario que se dejen de usar para acciones que pomposamente les llaman gestiones, buenas obras y bondades de los señores diputados.

Es decir, todos y cada uno de los recursos no cumple con los procesos de adjudicación o tienen  incluso elementos mínimos, o carecen de la fiscalización de Hacienda y hasta de facturación. Con relación al caso de las gestiones, dice Roberto Salinas, es muy poca la información de la que se dispone lo que da muestra de la falta de mecanismos y de control, sobre todo para permitir justificar con supuestos donativos o apoyos sin documentos fiscales o facturas. Al final, los legisladores ocultan información de cómo usan el recurso. Por ello, ha propuesto reducir los recursos –que los quieren incrementar- del Congreso de Morelos y destinarlos a inversión pública y mejoramiento real y profesional de la auditoría. Y evitar actos impunes de personajes funestos como Ponchito de Jesús Sotelo Martínez.

SINOPSIS.- Detrás del proyecto del Fondo del Bienestar que se analiza y se pretende aprobar en el Congreso local para tener un presupuesto cercano a los 600 millones de pesos y poder administrarlo a diestra y siniestra por los parlamentarios en lo que sería prácticamente actos de proselitismo político con miras al proceso del 24, están los hermanos Julio y Roberto Yáñez, amparados en su tío Juan José Yáñez Vázquez, diputado plurinominal que de Morelos Progresa decidió pasar a las filas del Revolucionario Institucional.

Ya muchos lo han mencionado, es una copia al carbón de la considerada peor legislatura de Morelos como fue la 53, bajo el argumento quizá válido de que hoy en día, desde el Ejecutivo no se hace nada. Luego entonces, los representantes populares estarían viendo con las manos llenas de dinero como ayudar a los “pobres” morelenses que tanta necesidad tienen de ser apoyados en sus diferentes demandas que son muchas y permanentes.

A final, si se aprueba el pastel que tendrán será extremadamente grande y se fortalecerán los hermanos Yáñez, en caso contrario, de frenarse y morir en el intento este ambicioso proyecto financiero quedará en evidencia los ex diputados del extinto partido Socialdemócrata.

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