Observador político - Las traiciones del legislativo

Lo ocurrido tan solo en año y medio en esta Legislatura LV es digno de una película de terror; basta con recordar las traiciones, asesinatos -en cuyos cuerpos tenían un mensaje contra legisladoras-, una parálisis legislativa impresionante, regalos costosos, sesiones sin convocar a los diputados disidentes, enfrentamientos con el Ejecutivo y los alcaldes, y muchas pero muchas cosas más las registradas tan solo en año y medio.

LO NEGATIVO DEL CONGRESO. - Cómo olvidar esos encuentros y las fotos que se volvieron prohibidas como fue el no mencionar el nombre de Rosario “N”, “La Jefa”, presunta líder de un grupo criminal quien se codeaba con varios diputados locales aunque después todos se desmarcaron de la dama por aquello de no tener posibles vínculos con alguien que fue detenida por la Marina y las Fuerzas Armadas por supuestos delitos contra la salud.

Durante un año y medio han trascendido las acciones negativas que las positivas y éstas últimas han sido de gran valía por las iniciativas que se han aprobado como ocurrió aquellas que demandaron las colectivas tras varios años de estar exigiéndola como la Ley Vicaria.

Empero, tristemente situaciones de triste memoria son las que han sobresalido de manera extraordinaria como el caso de las personas que fueron asesinadas cerca del hogar de la legisladora Luz Dary Quevedo Maldonado con cartulinas y leyendas incluidas en su natal Tetecala; o la muerte natural del diputado Juan José Yáñez y la llegada de su sobrino Roberto Yáñez Moreno quien sin importarle el rubor o vergüenza, decidió hacerse integrante de la comunidad lésbico gay a fin de que no le quitarán la curul que tanto trabajó con su hermano Julio Yáñez. Posteriormente, vino  la ejecución a mansalva registrada en contra de la humanidad de la parlamentaria Gabriela Marín del Partido Morelos Progresa -y que hasta la fecha hay suspicacias de posibles implicados pero el caso sigue impune-; o quizá recientemente el secuestro, tortura y ejecución del hermano de la congresista Macrina Vallejo Bello, la cual solo pidió comprensión y duelo del caso sin demandar justicia ni castigo para los responsables de quienes privaron de la vida a su familiar.

O aquella camioneta último modelo que recibió por parte de su pareja la diputada del PAN, Andrea Gordillo y quien no tuvo empacho en compartir su alegría con sus seguidores en las redes sociales y mucho menos con el mundo, por lo que ella misma fue quien decidió subir a sus plataformas digitales las imágenes de ese mágico momento que fue único y placentero.  

LA CONFRONTACIÓN.- En septiembre próximo inicia el proceso electoral de manera oficial 2023-2024 y el Congreso de Morelos, jugará un papel importante en el derrotero de las elecciones en razón de que ellos, decidirán si le autorizan o no en su momento, la licencia que pudiera pedir para separarse del cargo de gobernador a Cuauhtémoc Blanco Bravo, para competirá por otro cargo de elección popular en la Ciudad de México, tal como recientemente lo anunció ante los medios.

Para nadie es un secreto las diferencias ni la confrontación existente entre los dos poderes: Ejecutivo y Legislativo, sin embargo, en caso de que algunos diputados intentaran no otorgársela, el mandatario podría recurrir en primer término al Tribunal Electoral del Estado de Morelos (TEEM) y posteriormente, a la Sala Regional o Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), donde salvaría sin problema este obstáculo jurídico que aquí sería político.

Y, además, el Congreso del estado tendría un impacto negativo o positivo, dependiendo lo que ocurra en los siguientes meses con miras a la elección del 2024, sobre todo, porque ha sido desde el Legislativo donde se han dado los primeros pasos para la conformación de un bloque opositor que a nivel nacional se ha consolidado, salvo que, en este recinto, hay diputados locales que le juegan la contra a la actual dirigencia estatal del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

LA CONFORMACIÓN DEL CONGRESO. - Al inicio de la presente legislatura se
conformaron dos bloques: El G11 vs el G8 -Arturo Pérez, jugaba con ambos-. Los primeros, son quienes han tenido el control administrativo y político desde septiembre del año 2021 y hasta le fecha, por lo que mantienen una posición para hacer todo lo humanamente posible por no perderlo, por lo que incluso, caminan cerca del precipicio derivado de las acciones y decisiones autoritarias que están aprobando sin acatar una resolución emitida por las magistradas del Tribunal Estatal Electoral.

El G15 se niega a entregarle el poder al grupo de legisladores que están del lado del mandatario estatal, y a manera de ejemplo, hay que recordar los primeros tres meses, cuando la camaradería existía, los acuerdos y la distribución equitativa del presupuesto económico logró lo inimaginable, la unidad que se tradujo en la aprobación de leyes que dejaron en el congelador sus antecesores y en las que se avanzó sobre manera.

Simplemente, algo ocurrió, los dineros no les cuadraron y la confrontación inició. Lo mismo que los actos de traición entre los integrantes de la Legislatura LV, lo que provocó que por casi un año la parálisis se intensificó. El G8, que estaba
integrado curiosamente por los y las parlamentarias: Paola Cruz, Edi Margarita Barrera, Ariadna Barrera, Macrina Vallejo y Alejandro Martínez de la bancada de Morena y la diputada de Redes Sociales Progresista, Erika Hernández Gordillo, así como la diputada del Partido del Trabajo, Tania Valentina Rodríguez Ruiz y Mirna Zavala Zúñiga, acusaron en su momento a sus homólogos encabezados por Paco Sánchez Zavala, Óscar Cano Mondragón y Andrea Gordillo, de Acción
Nacional; Julio César Solís Serrano y Luz Dary Quevedo Maldonado, de
Movimiento Ciudadano; Agustín Alonso Gutiérrez y Verónica Anrubio, de
Nueva Alianza, y Eliasib Polanco Saldivar del PRI, de traición pero además, por los actos autoritarios y abusos realizados que contribuyeron a no aprobar el paquete presupuestal del 2021. Por ende, las acusaciones eran mutuas entre todos los diputados por la falta de entendimiento y acuerdos, pero al final, todo tenía que ver con el dinero que manejan y distribuyen en el Congreso, que les dolió cuando el grupo mayoritario del G11 -porque Arturo Pérez estaba con el grupo mayoritario en las reuniones secretas, pero en público decía que era independiente- les quitó las Comisiones que varios meses después se las regresaron, pero sin retroactividad en los dineros que les entregan. Desde el año pasado el entonces G8, hizo públicos los abusos en su labor legislativa e incluso, exigieron algo que nunca ha existido en el poder Legislativo como es la transparencia y rendición de cuentas.

CAMBIO DE COLOR. - Sin embargo, pese a lo apretado de los temas y las diferencias, las traiciones y el dinero otra vez unió a los legisladores que hoy han conformado el G15 vs el G5. Los primeros son la oposición que se está conformando rumbo al 2024 entre los que se encuentran congresistas azules, naranjas, rojo, turquesas y ahora hasta el representante del Chinelo y detrás de todos ellos, está Rabdindranath Salazar Solorio, coordinador general de Política y
Gobierno de la República y el principal cerebro de todas las acciones de unidad entre este grupo, que buscará enfrentar al candidato o candidata que presente de forma oficial el gobierno de Morelos y Morena a través de Ulises Bravo Molina, dirigente de “encargo” del líder nacional, Mario Delgado. Hoy curiosamente, aquellos diputados y diputadas que estaban con el gobernador Cuauhtémoc Blanco y que son fieles al oriundo de Jiutepec que jura y perjura que ahora si le toca porque en el 2018 se la quitaron, son los morenistas: Paola Cruz, Macrina Vallejo y Alejandro Martínez. Los que siguen fieles desde el principio al Ejecutivo son: Edi Margarita Barrera, Ariadna Barrera, Mirna Zavala Zúñiga, Erika Hernández Gordillo, de RSP y ahora el parlamentario color guinda Arturo Pérez Flores.

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