Observador político - La lucha, por ser la peor legislatura de Morelos

Hasta hace poco tiempo se tenía la idea que la legislatura 53, la que aprobó deudas por varios miles de millones de pesos sin análisis ni discusión a favor del entonces gobernador Graco Luis Ramírez Garrido Abreu, fue la peor en la historia de Morelos; sin embargo, la 54 se ha empeñado bastante por ganarse este mote al ser un Congreso que gastó en plena crisis económica por la pandemia del covid-19, más de mil 200 millones de pesos en tan solo tres años. Más que sus antecesores (30) por los 20 parlamentarios, los cuáles, por cierto, tuvieron durante tres años una grave parálisis legislativa.

LA 53 LEGISLATURA.- Los excesos, abusos y actos de corrupción en los que incurrieron los ex diputados de la legislatura pasada, y como ejemplo algunos de esos personajes: Francisco Moreno Merino, Julio Espín Navarrete, Hortencia Figueroa Peralta, Enrique Laffitte Breton, José Manuel Tablas Pimentel, Silvia Irra Marín, Beatriz Vicera Alatriste, Éder Eduardo Rodríguez, Anacleto Pedraza Flores, Francisco Navarrete Conde, Edwin Brito Brito, Rodolfo Domínguez Alarcón, Ricardo Calvo Huerta y Julio Yáñez, entre otros, quienes fueron señalados no solo por haberse vendido de forma descarada al ex titular del poder ejecutivo estatal, el perredista Graco Ramírez, a quién le aprobaron créditos multimillonarios que hoy en día el pueblo de Morelos sigue pagando.

Por esta razón, se le consideró muy pronto y por varios años a la legislatura 53 como la peor en la historia de Morelos porque además, hicieron de las suyas al ampliar el número de años (20) a los magistrados del Tribunal Superior de Justicia, que después la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tuvo que enmendar semejante aberración jurídica.

Después designaron al titular de la fiscalía general del Estado, pero, además, su sello fue muy particular debido a que sólo días antes de irse del cargo, fiel a su ideología y principios decidieron otorgarse bonos económicos sin importar que incurrirían en actos contrarios a la Ley. Al final, varios cientos de miles de pesos a través de transferencias financieras que salieron desde el Congreso llegaron a sus cuentas personales, luego de que se firmaron 46 cheques por un total de 9 millones 856 mil 788 pesos para al menos el 50% de los dizque representantes populares.
Y aunque algunos siguen siendo sujetos a proceso judicial por parte de la Fiscalía por estos actos irregulares y delitos varios en que pudieron haber incurrido, sin pena alguna algunos de estos sujetos intentaron regresar a la vida política concretamente al Congreso. Por ello, decidieron participar durante las elecciones del pasado seis de junio, comicios que, por fortuna, todos sin excepción perdieron. La gente les dio la espalda. Aunque también, hay que decirlo, les alcanzó para mantener el registro de su Partido “Morelos Progresa”, donde se refugiarán y utilizarán a este instituto para sus fines políticos personales y de grupo, debido a que tendrán por parte del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), prerrogativas por aproximadamente medio millón de pesos mensuales.

LA LEGISLATURA 54.- Al inicio de su periodo, llegaron los parlamentarios con actos y acciones protagónicas presumiendo incluso, que sancionarían y castigarían penalmente a sus sucesores que incurrieron en malversación de recursos económicos y diversas inconsistencias más. Algo que jamás cumplieron porque en medio de un show montado, acudieron a la Fiscalía a presentar diversas denuncias penales, sin embargo, las carpetas fueron mal integradas y permitieron perder todos los casos como sucedió con las “pensiones doradas” y a tan sólo horas de que concluyan los tres años de quienes integran este Congreso, no hubo ningún tipo de sanción hasta el momento, en contra de sus sucesores.

Sin embargo, es importante mencionar que los diputados salientes tuvieron un presupuesto en el 2019 de 460 millones de pesos; para el año 2020, en plena crisis financiera por la pandemia del virus del SARS-CoV-2, donde se registró el cierre de empresas y pérdidas de fuentes de empleo, quizá por pena y porque supieron que era un abuso y una grosería al pueblo de Morelos, anunciaron con bombo y platillo que tendrían una reducción de su presupuesto para quedar en 400 millones de pesos. Para este año, decidieron dejar de lado la pena y demostrar su voracidad y apetito por el dinero público, por lo que volvieron otra vez a incrementarse el recurso se aprobaron 460 millones de pesos. Es decir, durante los tres años que duró su periodo legislativo mal administraron un presupuesto de ml 320 millones de pesos, más dinero que el que dispusieron los de la legislatura 53 a pesar de que ellos eran 30 por los 20 parlamentarios que hay actualmente en el Congreso.

Por esta razón, los diputados electos tan pronto tomen protesta tendrán que hacer un análisis minucioso en torno a cómo, dónde y en qué se gastaron más de mil 200 millones de pesos los legisladores salientes, quienes únicamente les dejaran 100 millones de pesos para los próximos cuatro meses que resultará poco y con el riesgo de que no les salgan los números porque tendrán que pagar los 90 días de aguinaldo al personal sindicalizado. Existe el riesgo de que no les alcance el dinero y, por tanto, de inmediato, le estarán solicitando al gobernador Cuauhtémoc Blanco, ampliación presupuestal o adelanto de las participaciones porque los que se van, llevan sus bolsas llenas de dinero.

Los parlamentarios tendrán obligadamente que solicitar se hagan las auditorías pertinentes, sin importar que Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, alias “Ponchito”, puede estar involucrado en malos manejos financieros toda vez que él estuvo prácticamente dos años y medio al frente del Congreso y él fue quien mal administró al cometer excesos y abusos económicos. Por lo tanto, las flechas llevarán directamente en las investigaciones por malversación y malos manejos financieros al Ponchito, el mismo que tendrá que informar la forma en que se gastó más de mil 200 millones de pesos que administró ya que fue el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados por dos años y medio. Hay algunos electos que desde ahora, saben que ante diversas inconsistencias financieras que se presumen, vendrá una cascada de denuncias penales ante la Fiscalía General del Estado y la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción, para por un lado, evitar ser omisos y por otro, permitir la impunidad que tanto daño le ha causado al pueblo por el mal manejo en el que han incurrido los dizque representantes populares de los últimos Congresos locales en Morelos.

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