Observador político - El regreso de la banda de la 53
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
En medio de una crisis financiera por la pandemia que agobia a municipios que entraron en una crisis tras verse obligados a recortar personal; aunado a las empresas que tristemente quiebran cada día por la falta de insuficiencia económica, se está desarrollando (¿en serio?) un proceso electoral inédito, desangelado, sin ánimo de participar de la gente. Los partidos políticos y el órgano electoral parecen entes invisibles, no hacen prácticamente nada. Mientras, militantes ávidos de participar, tienen temor de contagiarse con el covid-19.
CRISIS EN LOS TRES PODERES.- En los últimos años Morelos ha tenido la infausta desgracia de tener a políticos voraces, rapaces y abusivos que se han aprovechado del cargo para enriquecerse junto a sus allegados. ¿Nombres? Resulta innecesario porque no alcanzaría este espacio de quienes han privilegiado sus perversos intereses sin importarles la situación que vive Morelos. Lo triste y preocupante, es que no es una sola área, es decir, no se trata sólo de los tres niveles de gobierno: Ejecutivo, Legislativo, Judicial. No, de igual manera se puede mencionar en la mayoría de los municipios, pero desafortunadamente esta situación se refleja en casi todas las instituciones en donde se manejan recursos públicos, ya no se diga en los partidos políticos.
Por ello, en los municipios sin excepción, se puede ver un retroceso económico, político y social. Estamos inmersos en algo así como una cápsula del tiempo. Y es que resulta increíble que mientras aquí en el estado la situación no cambia y el retroceso es evidente, en otras ciudades y entidades del país se puede constatar un crecimiento y desarrollo trascendental como Cancún, Querétaro, Puebla, etc. En estos lugares hay obras importantes, trascendentes y benéficas como puentes, presas, avenidas, carreteras, etc. Mientas que en Morelos en los últimos años y en la actualidad, para nuestra desgracia no hay una sola obra que valga la pena mencionar. Por el contrario, podemos ver un retroceso impresionante, basta hacer un recorrido por las zonas consideradas como turísticas para constatar desafortunadamente casas en venta, negocios y empresas cerradas, muchas de estas en gran medida por la crisis pero sobre todo, por la gravísima situación que estamos viviendo en materia de inseguridad que no cesa. Sin ser pesimista, estamos ante un panorama incierto, dónde no se ve a corto plazo quien pueda cambiar las cosas para bien. Quién puede revertir esta crisis generacional que estamos viviendo y que está provocando un aumento de más pobres cada día.
LOS CÓMPLICES DEL AYER.- La mañana de ayer, sin ningún recato ni vergüenza, se hicieron presentes personajes que le han hecho mucho daño al Estado y que ahora, regresan cobijados en un nuevo partido político tras abandonar al de la Revolución Democrática que exprimieron al máximo, tras desecharlo cuando lo dejaron casi inservible.
Fue ayer, durante la conformación de la nueva camarilla de integrantes del Partido “Morelos Progresa”, donde varios de los representantes de los medios de comunicación recordaron las maratónicas sesiones que les encantaba realizar en las madrugadas, en medio de fuertes dispositivos y medidas de seguridad, sin la odiosa presencia de los reporteros para hacer y deshacer a su antojo los exdiputados del PRD. El daño causado con sus reformas y aprobaciones de endeudamiento es hoy en día irreversible. Hoy, se muestran abiertamente a la sociedad como personas honorables, con calidad moral y principios éticos para volver pedir el voto a la sociedad. Atrás, lejos, en el olvido quieren dejar aquellas acciones y actos de poder que rayaron en lo absurdo y que tiene hoy sumido al estado en una severa crisis financiera, en gran parte porque varios de estos sujetos integrantes de la 53 legislatura local, con procesos judiciales en su contra por malversar recursos públicos a diestra y siniestra, han decidido regresar a pedir el sufragio.
Y en efecto, hoy se desvinculan de aquellos que fueron sus cómplices durante más de tres años: Graco Ramírez Garrido Abreu y Rodrigo Gayosso Cepeda, ambos, les dieron dinero y poder, mucho poder que insisto, fue ofensivo su comportamiento como dizque representantes populares en el Congreso del Estado. Es real, en cierto la división y separación que tuvieron los ex legisladores de la 53 con sus cómplices y por ello, decidieron abandonar al PRD para formar su nuevo instituto político denominado: “Morelos Progresa”. Una verdadera ofensa ver cómo dejaron al estado y los únicos que si progresaron económicamente fueron ellos, por la forma tan burda de evidenciar el gusto por el dinero ajeno. Sin embargo, el haberse separado no significa que no hagan alianza para fortalecer ese frente que están constituyendo varios institutos políticos contra el partido en el gobierno. Dentro de esta nueva organización partidista, hay personajes con señalamientos delictivos por su actuar en la administración pública que la Fiscalía tendría que investigar. Regresaron los cómplices del ayer.
Sólo como recordatorio de quiénes son los nuevos integrantes de Morelos Progresa.
A pesar de que no estuvo presente físicamente, el operador y líder de esta organización partidista es el ex priista, ex alianciasta, ex perredista y ahora de morelosprogresita, Julio Espín Navarrete, quien ya fue dirigente del Frente Juvenil Revolucionario del tricolor, diputado local, presidente municipal de Puente de Ixtla y ahora, intenta ser legislador federal. Él es quien coordina a este grupo de exdiputados pero quien da la cara es José Manuel Tablas Pimentel, en su calidad de presidente estatal.
Morelos Progresa, cuyo logotipo es un chinelo, están incrustados particularmente exdiputados quienes intentan regresar a la vida política como “cuadros nuevos”, “líderes sociales”, aprovechando la crisis de partidos e incertidumbre política que existe hoy en día.
Solo hay que recordar el caso del exdiputado local que era del PRD, Enrique Javier Laffitte Breton, a quien durante la 53 legislatura le fue autorizado irregularmente al final de su periodo tres cheques por la cantidad de 969 mil 125 pesos que hasta la fecha no ha podido comprobar. Y sus argumentos son: “En un futuro le brindaremos a la gente una opción de trabajo social a favor de las familias morelenses. Otros pares suyos como Silvia Irra Marín, Manuel Tablas Pimentel, Edwin Brito y Anacleto Pedraza, también de forma ilícita llevaron al final de la legislatura pasada, tres cheques cada uno por un monto de 570 mil pesos, cuando Hortencia Figueroa Peralta, era la coordinadora del grupo y presidenta del Congreso del Estado. Y son estos honestísimos ex diputados quienes están de plácemes porque regresarán a la vida política, amparados y respaldados por el nuevo partido político “Morelos Progresa”.
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