“Yo tengo otros datos” - Las coaliciones prácticas autocráticas.

Para los comicios del 2021 se espera que los partidos políticos se puedan coaligar con otras fuerzas políticas para lograr triunfos electorales. Sin embargo, debería de considerarse como una disposición normativa y legítima.

 Normativa en cuanto que fuera un requisito que los partidos políticos para coaligarse deberían presentar las actas de asamblea de sus comités municipales y comité estatal de que se llevaron a cabo dichos eventos con la presencia de su militancia, y desde luego, avalan o rechazan tal disposición. Una vez hecho este evento, la autoridad electoral debería supervisar y acreditar los documentos para el registro de candidaturas. Obviamente esta acción debería estar contemplada en el código de procedimientos electorales. Y en cuanto a la parte legítima se cumple con el simple hecho de que se toma en cuenta a los militantes para aceptar o rechazar las alianzas. De lo contrario se sigue operando de manera unipersonal al interior de los partidos políticos, en dónde el único que toma decisiones es el presidente del instituto político al margen de su militancia.

             Juan Juárez Rivas, militante de Morena ha manifestado su desacuerdo de aliarse con el Partido Encuentro Social (…) A nosotros no nos han tomado en cuenta para saber si queremos ir con el PES en alianza. Además, no somos sus esclavos electorales, que nos usan cuando quieren y como quiere. (…) Para el depuesto Presidente de Morena en Morelos, Gerardo Albarrán considera que se debe de tomar en cuenta al Consejo Nacional para que legitime tal decisión.

(…) No hay candidaturas para nadie y las coaliciones deben pasar por el Consejo Nacional (…)

Es urgente avivar la democracia deliberativa, en cuanto a que los militantes sean en verdad considerados ciudadanos activos y no sólo sirvan como un medio para legitimar intereses personales de sus dirigentes.

Si hablamos de que vivimos un régimen democrático y que los partidos políticos se circunscriben del mismo, entonces, es necesario que los hombres y mujeres que militan en una organización política sean tomados en cuenta. De lo contrario se fortalece la concepción de Robert Michel que los partidos políticos son oligarquías que lo único que les interesa son sus beneficios personales.

Oportunas:

1.- La iniciativa de servicio civil (la iniciativa fantasma) propuesta por la dip. Keila Celene Figueroa Evaristo dejó mucho que desear, porque se afecta principalmente a la clase trabajadora; a quienes devengan un salario mínimo y se encuentran con un nivel bajo en la escala de la burocracia. El aguinaldo para dichos trabajadores sirve para pagar deudas o para comprar cosas que no pueden realizar en el transcurso del año.   En cambio, los sueldos que ostentan los funcionarios de primer nivel y los mandos medios, eso sí que dan escalofríos. Sobre todo, ahora que se habla tanto de los estragos de la pandemia, lo cual ha generado nulo crecimiento y desarrollo económico en la entidad. En cambio, para este sector privilegiado no les perjudica en lo absoluto. Como sucede con la misma diputada Figueroa, ella tiene garantizado su estratosférico sueldo, prestaciones, bonos, fondo, apoyo a celular, vales de gasolina, viáticos.  Y, aun así, (con su propuesta) seguirá pensando que puede participar como candidata para un cargo de elección popular. Lo más conveniente sería que lo pensará muy bien, y desde luego, sería conveniente realizar una revisión a los sueldos de la alta burocracia.

2.- Se instaló la Comisión para la Conmemoración de Hechos, Procesos y Personajes Históricos del Estado de Morelos. La pregunta es la siguiente: ¿En verdad sabrán los que nos gobiernan cuales han sido los hechos históricos, los personajes y los procesos de la entidad? Si el titular del Ejecutivo, el responsable de la política interna, el jefe de la oficina de la gubernatura, las cabezas principales no son de Morelos. ¿Sabrán quien fue Rubén Jaramillo, Antonio Barona, ¡bueno ..pues¡… Fulgencio Ávila Guevara… ¿ Entonces?...