Observador político - Difícil panorama financiero para Morelos

En opinión de Gerardo Suárez Dorantes

Observador político - Difícil panorama financiero para Morelos

La situación financiera de Morelos, un estado marcado por una sucesión de manejos irresponsables, no solo pone en evidencia la falta de transparencia y rendición de cuentas, sino también la agudización de una crisis que promete profundizarse en los próximos años; como si se
tratara de un juego de traspaso de responsabilidades, Marco Adame dejó una herencia no tan crítica al perredista Graco Ramírez, quien, lejos de enfrentarla con la seriedad que demandaba el momento, no hizo más que acumular deuda grosera, sobrepasando los 5 mil millones de pesos
hacia 2018.

PANORAMA OSCURO PARA LOS PRÓXIMOS AÑOS.- Ahora, Margarita González Saravia es quien tendrá que hacer frente a esta espiral de endeudamiento irresponsable que se ha venido registrando en las últimas décadas.
Y es que el ciclo de endeudamiento que ha afectado al estado de Morelos no es un fenómeno aislado, sino parte de una cadena de desatención y negligencia que solo ha beneficiado a
unos pocos y perjudicado a la gran mayoría de la población. Por ejemplo, cuando Graco Ramírez traspasó el poder a Cuauhtémoc Blanco en 2018, dejó un agujero de 5 mil 367 millones de pesos, una cifra que habla por sí sola del fracaso en la gestión pública, con empréstitos cuestionados porque había anunciado
Ciertamente, durante el sexenio de gobierno del perredista Graco Ramírez, la deuda de Morelos se incrementó de manera ofensiva con el apoyo de sus cómplices, los diputados que integraron las legislaturas 52 y 53 ya que ellos fueron los que aprobaron los créditos para refinanciar la deuda recibida y para presuntas obras que colocarían a Morelos al nivel vanguardista de otras entidades del país como Quintana Roo, Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, entre otros.
De esa monumental cantidad de dinero que solicitó como empréstito, destacan obras como el estadio de futbol Agustín “Coruco” Díaz, en Zacatepec; el museo Juan Soriano y la nueva sede del Congreso estatal, en donde cabe decirlo, los costos sobrepasaron lo presupuestado, de
acuerdo a los especialistas en el tema.

POLÍTICOS CORRUPTOS CON MANTO PROTECTOR DE IMPUNIDAD.- En Morelos, la impunidad sigue siendo una de las principales características de la clase política, que sigue operando con el mismo cinismo, pero con una capacidad de manipulación que raya en lo grotesco tal como ocurrió con Cuauhtémoc Blanco, quien llegó al poder bajo la promesa de hacer justicia y “limpiar” el Estado, y ese mismo patrón se repitió en su antecesor, Graco Ramírez, denunciando una deuda multimillonaria que, según él, le fue “legada” por su predecesor.

Sin embargo, las mismas promesas de transparencia y justicia quedaron en el olvido, mientras
las denuncias de corrupción siguen siendo una constante en la administración estatal, y como ejemplo el casi de Cuauhtémoc Blanco Bravo quien tras asumir la gubernatura, prometió investigar a fondo las irregularidades de su antecesor y llevar ante la justicia a quienes fueran responsables de los desfalcos, algo que no ocurrió y al final, poco o nada se sabe de las investigaciones que, en teoría, se estarían realizando sobre la deuda y los presuntos actos de corrupción del gobierno de Graco Ramírez. Hay que recordar que en abril de 2018, el ex futbolista prometió que iría “por los delincuentes”, incluyendo al exgobernador, pero concluyó su sexenio y jamás hizo nada más que dejar que el manto protector de impunidad se extienda sobre quienes siguen operando bajo
la sombra del poder.
Lo más grave es que, en lugar de proceder contra las irregularidades en la administración de Graco, los primeros años de gobierno de Blanco estuvieron marcados por el encubrimiento y la protección de quienes eran acusados de corrupción; el caso más emblemático es el de José
Manuel Sanz Rivera, quien no solo fue señalado de desvíos millonarios, sino que incluso fue investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y el mismísimo Andrés Manuel López Obrador lo exoneró aunque la carpeta de investigación se mantiene aún en la Fiscalía General de la República, seguramente en algún cajón de los recuerdos congelada, a pesar de que pudo haber sacado del país más de 700 millones de pesos tras su paso por el Ayuntamiento de Cuernavaca y el gobierno del estado de Morelos. Hoy, vive José Manuel Sans en el anonimato por ello, se deben aclarar las investigaciones al respecto.

CAMBIOS EN LA CNC MORELOS.- El PRI de Morelos atraviesa uno de sus momentos más difíciles. Tras la salida de Jonathan Márquez de la dirigencia estatal y la llegada de Eliasib Polanco Saldivar, el partido parece estar más preocupado por revivir su estructura moribunda que por reconstruir un proyecto real para la gente.

La Confederación Nacional Campesina (CNC), una de las organizaciones históricas del PRI, es un claro ejemplo de cómo las estructuras que antes definían la fortaleza del partido ahora lucen como un cascarón vacío. La CNC en Morelos, encabezada por Mauricio Rodríguez, es un reflejo claro de la decadencia priista: un líder sin peso político que ha quedado atrapado en los ecos de una era que ya no existe. Rodríguez, un simple "membrete", ha sido incapaz de articular trabajo real con los campesinos morelenses, limitándose a una gestión inerte y sin propuesta. La CNC, otrora motor de las luchas campesinas, se encuentra hoy en el olvido, sin rumbo, sin una visión clara y, peor aún, sin resultados tangibles para el sector rural.

En este contexto, la figura del nepotismo se ha vuelto una constante dentro de la estructura cenecista con Gardenia Rodríguez, hermana del dirigente, como secretaria general, la CNC parece un negocio familiar más que una organización política. Las acusaciones de ser "aviadores" no solo empañan la imagen de la organización, sino que reflejan la podredumbre interna que ha logrado colarse en un PRI que antes se jactaba de su compromiso con la gente. ¡Qué bonita familia!

La renovación de la dirigencia de la CNC se ha convertido en una necesidad urgente para evitar que esta organización se siga desintegrando y la única opción que parece tener la capacidad de levantar la moral de los campesinos morelenses es Leoba Morales, una mujer con una vasta trayectoria política, que podría rescatar la CNC de su actual letargo ya que cuenta con un perfil que incluye haber sido dirigente del sindicato CAPFCE, secretaria de capacitación política del PRI estatal, y dos veces dirigente de la CNC en Cuernavaca, tiene el conocimiento y la experiencia para reconstruir lo que queda de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos.

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