Los retos del próximo ciclo escolar
Amador Ocampo Flores
Este ciclo escolar que ha concluido el día 8 de junio se ha visto envuelto en un conjunto de retos tanto para el docente, como para los alumnos y padres de familia. En el cual se ha puesto en marcha un conjunto de estrategias para la atención a distancia, tanto aquellas instituciones que pusieron en juego toda una ingeniería tecnológica que va desde el uso de plataformas virtuales, hasta aquellas estrategias que iban de las llamadas a los mensajes telefónicos, pero aquí viene un arco en la historia ¿Qué depara el inicio del siguiente ciclo escolar?
Como docentes se nos ha pedido que empecemos a generar un conjunto de estrategias nuevas y adaptadas para prepararnos a recibir a esos alumnos que retornarán en el siguiente ciclo escolar considerando “la nueva normalidad” y si bien esperamos con ansias el siguiente ciclo escolar y deseamos retornar a nuestras aulas para recuperar esos espacios que eran nuestros debemos de tener en consideración que esa “nueva normalidad” nunca más será la normalidad a la que estuvimos acostumbrados durante mucho tiempo. Por eso hay que considerar los siguientes elementos:
Primero, considerar que como población estamos acostumbrados al contacto físico. Como docentes se esta acostumbrado a recibir a los alumnos con un abrazo, con un saludo, con un apretón de manos o estamos prestos a recibir aquellos alumnos que por diversos motivos necesitan una muestro de afecto. Sin embargo, esto ya no será posible y debemos de buscar nuevas formas de relación con la finalidad de no negar el contacto emocional con dicha población. Debido a que la educación se debe cimentar como un acto de amor.
Segundo, los alumnos al momento de regresar a las aulas van a traer consigo un conjunto de necesidades muy diversas. Desde aquellos alumnos que lograron realizar todas las actividades de forma sistemática durante el periodo de distanciamiento físico a aquellos alumnos que por diversas situaciones no pudieron realizar ningún tipo de actividad académica durante este periodo. Entonces, esto plantea un reto significativo para los maestros el considerar la diversidad en el aula en su máximo esplendor, debido a que considerar la diversidad en el aula va más allá de la simple visión de la asociación diversidad es igual a discapacidad.
Tercero, la evaluación de los aprendizajes. Los alumnos al encontrarse en situaciones diversas en sus diferentes contextos han adquirido variados aprendizajes por lo que es necesario y de vital importancia que el docente considere formas de evaluación diversificadas que se enfoquen en la adquisición de contenidos básicos imprescindibles. Esta idea del básico imprescindible hace alusión a aquellos contenidos mínimos que el educando debe de poseer para no estar en una situación de desventaja y así poder proseguir en su educación de una forma efectiva y al mismo tiempo trazar un punto de partida que permita tener una educación centrada.
Cuarto, sobre una nueva metodología de enseñanza diversificada. El docente debe considerar que ante “la nueva normalidad” quizá algunas técnicas que se tenían muy arraigadas en la enseñanza ya no sean las más pertinentes y quizá tenga que buscar nuevas formas de llegar a sus alumnos y si estas no funcionan buscar una y otra vez esas técnicas que sean las más adecuadas para alcanzar a sus alumnos y dijera el célebre Vygotsky y así “traerlos al mundo”.
Estos son algunos de los retos que como docentes debemos considerar para el siguiente ciclo, si bien implica una nueva forma de ver la realidad no es algo imposible de salvar.