Mujeres indígenas y las lenguas maternas
En opinión de Lorena Elizabeth Castillo
Al conmemorarse este 21 de febrero Día Internacional de la Lengua Materna, enseguida nos asalta la doble acepción del concepto “lengua materna”; la primera relacionada con el aprendizaje adquirido en la infancia, mediante la interacción con adultos del entorno, para desarrollar la facultad del lenguaje verbal.
La segunda acepción de la lengua nativa, se entiende como el instrumento natural del pensamiento y comunicación que interactúan para generar la capacidad del habla. Es en este significado en el que nos detenemos por implicar la expresión de millones de mujeres que en México y en el mundo son hablantes de lenguas indígenas.
El Día Internacional de la Lengua Materna nos hace reflexionar sobre la importancia de mantener vivas las casi siete mil lenguas maternas del mundo, propósito que representa un enorme desafío para los gobiernos, puesto que la pérdida de una de ellas representa la alarmante desaparición de todo un patrimonio cultural e intelectual que involucra el bienestar y desarrollo de las mujeres.
Esto último nos remite a la vital importancia de las mujeres indígenas, quienes tienen un papel fundamental en la conservación de las lenguas maternas. Es necesario resaltar que ellas son las transmisoras de la lengua nativa a sus hijas e hijos, además de la cultura de sus pueblos.
Eso ocurre muchas veces sin importar la zona donde residan y la cual puede estar fuera de su comunidad de origen, por lo común en áreas urbanas. Las mujeres indígenas hablan su lengua materna y la transmiten a su familia, quienes harán lo mismo con las siguientes generaciones.
Ejemplo de lo anterior lo escuchamos en el centro de Cuernavaca, específicamente, alrededor de la Catedral, el zócalo y la plaza de las artesanías, lugares donde mujeres de diferentes etnias de Oaxaca y Guerrero, venden sus artesanías elaboradas por toda la familia, mientras madres, hijas e hijos dialogan en sus lenguas nativas.
Ellas y ellos son bilingües, ya que pueden exaltar la estética de sus mercancías y hasta regatear en perfecto español; es decir, mientras conservan su lengua original como medio de expresión entre la familia, utilizan su segunda lengua para sus transacciones comerciales, todo lo cual es muestra de la sobrevivencia de las lenguas maternas en nuestro contexto citadino.
En el mismo sentido, de acuerdo a datos del INEGI en Cuernavaca la población femenina de 3 años y más que habla alguna lengua indígena es de 2,527 personas y citamos la cifra, por la importancia mencionada al inicio del artículo de mantener vivas las lenguas maternas, originales o nativas.
Por lo que pudimos leer al buscar datos sobre el tema, este 2024 se centra en las políticas de educación plurilingüe: "Educación multilingüe: un pilar del aprendizaje intergeneracional", como herramienta fundamental para una educación inclusiva y la preservación de las lenguas indígenas, como ya vimos que ocurre en Cuernavaca y, sin duda, en otros destinos turísticos en el país.
Las lenguas maternas tienen un papel esencial en la vida cotidiana de las personas, no sólo como instrumento de comunicación, educación, integración social y desarrollo, sino también como depositario de la identidad, la historia cultural, las tradiciones y la memoria única de cada persona, gracias, sin duda, al desempeño de las mujeres indígenas.