La sociedad de los POETAS EBRIOS - Morelenses linchadores
En opinión de Héctor Rangel Terrazas
¿Ha visto usted lonas donde se advierte a los malosos que, de ser aprehendidos, serán linchados (sin llamar a los polis)? ¿Sabe que ello no sirve para casi nada? ¿Tiene idea usted que la mayoría de los morelenses son proclives a apoyar que se haga justicia por propia mano, y que quienes piensan así pertenecen desde el nivel más básico educativo hasta el universitario?
Esta semana, aquí se publicó lo relativo a sólo una parte del Informe Especial Sobre Linchamientos en el Territorio Nacional,realizado por la CNDH y la UNAM. Pero hay variables interesantes que no tuvieron cabida y que aquí le contamos.
Al revisar el documento, descubrimos que la nuestra es la 4a entidad con mayor número de casos, en los 26 últimos años, en el país, en la aplicación de castigos contra delincuentes, o presuntos, a mano de las víctimas. El documento es harto revelador en dicho asunto, y es recomendable su lectura para aquellos estudiosos en este tipo de enfermedades sociales (se encuentra en los sitios de las instituciones autoras).
Una de las revelaciones que más llamó nuestra atención fue la de esas mantas amenazadoras.
El estudio aborda el fenómeno de estas lonas y los resultados en verdad son interesantes. Sólo comentamos una de las varias aristas al respecto: la utilidad de esos mensajes. En lo que respecta a Morelos, el 66.1 por ciento de los encuestados dijo que ello no le representa ninguna tranquilidad, mientras que el 33.9 dijo que sí; la parte mayoritaria asegura que no ha visto disminuido el número de atracos.
También a resaltar es lo referente al perfil educativo de los encuestados (mayoritariamente, a favor que un delincuente sea linchado). En el caso de nuestro estado, la muestra presentó un 30.2 por ciento con escolaridad bachillerato. Y llama la atención que Morelos concentró en el estudio el mayor número de encuestados con nivel licenciatura (20.3 por ciento) de las 4 entidades incluidas, "proporción que rebasa considerablemente los niveles registrados en Ciudad de México, Estado de México y el Estado de Puebla, donde se reporta un 14.3 por ciento, 12.6 por ciento y 10.7 por ciento, respectivamente", se apunta (el resto se ubica en nivel escolar menor).
Y ya se informó en la nota respectiva que en un caso ficticio de linchamiento que se planteó, en Morelos, el 57.3 por ciento estuvo de acuerdo con que el delincuente detenido por la turba haya sido golpeado, porque se lo merecía, y sólo el 42.7 se dijo en desacuerdo.
Pero hay una variable mayor, más reveladora y que sirve para detectar al verdadero culpable. Como quizá usted ya lo adivinó, es la autoridad: 69.1 de las respuestas indicó que SI EL GOBIERNO NO RESPONDE A LAS DENUNCIAS CON EFECTIVIDAD, LA SOCIEDAD DEBE TOMAR CARTAS EN EL ASUNTO (contra sólo el 30.9, que piensa lo contrario
En fin. Será la inseguridad. Será la impunidad. Será la ineptitud de nuestros gobiernos, cuyo signo partidista es secundario. Será quizá la suma de todo ello y más. Lo cierto es que la mayoría de los morelenses está a favor que un delincuente reciba castigo por parte de las víctimas (en otros lados, ello es diagnosticado como ingobernabilidad).
La inseguridad sigue siendo, sobre otros flagelos (léase economía, desempleo, migración y muchos etcéteras) la papa caliente No. 1 para gobernados y gobernantes. Mire usted la presión de alguien como Cuauhtémoc Blanco, en ese renglón. Y si voltea hacia el Golfo, encontrará a un Cuitláhuac García con dolores de cabeza cotidianos por el mismo motivo. Y si uno mira al Atlántico, se topa con un rijoso Enrique Alfaro, (ya anotado a la presidencial de 2024) quien, como los otros, culpa a sus predecesores por esa herencia, pero a la cual prometieron combatir y vencer, en sus respectivas campañas. (Íbamos a nombrar a la Sheinbaum, pero no quisimos incomodar a la más vapuleada recientemente en el callejón del crimen).
Puede uno seguir recorriendo la geografía nacional e, independientemente de los perfiles, hallamos inseguridad al tope, ineptitud, inseguridad y hartazgo social que explica, entre otros, el fenómeno del linchamiento, en el que Morelos está a la cabeza en el país (al menos no solito -consuelo del tonto- con Puebla, Estado de México y Ciudad de México).
Por no dejar: Dolores de cabeza en el TSJ
María del Carmen Cuevas López tiene dolores de cabeza por su tropiezo al querer imponer a los suyos en la Junta de Administración, Vigilancia y Disciplina del TSJ. La justicia federal la frenó ya. Pero viene más. Los nueve magistrados que no han sido domados en su corral están muy próximos a obsequiarle sendos amparos por el agandalle que no permitirán.