Juego de Manos - Fierro viejo
En opinión de Diego Pacheco
Ha pasado más de un año desde las elecciones, y más de dos desde las campañas; y seguimos hablando del avión presidencial (ya, por favor). La venta del avión presidencial, una de las principales promesas de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador, parece haber resultado igual de complejo que otros grandes desafíos como disminuir la inseguridad que se vive en el país o combatir la corrupción (ah, no, esa ya no hay).
Por ello, el presidente de la República ha sugerido como posible plan de acción para deshacernos de una vez por todas del indeseado monumento a la corrupción mediante una rifa. Esto, luego de que el avión haya pasado desde finales del 2018 estacionado en un hangar en California. De acuerdo con el presidente, esto es debido a la complejidad del proceso de venta, no al fracaso del mismo.
Entonces, para el proceso de rifa de la aeronave de 130 millones de pesos —de acuerdo con la evaluación de Naciones Unidas (ONU)— se venderían boletos de 500 pesos que, multiplicados por los 6 millones que se pretende expedir, da un total de 3 mil millones de pesos. El proceso se llevaría a cabo mediante la Lotería Nacional. Con esto, explicó que el presidente en conferencia de prensa mañanera, se podría recuperar parte de la inversión que se hizo en el avión.
Ahora, contrario a cocinar (saludos, Chef Gusteau), no cualquiera puede tener un avión presidencial. Si bien la rifa se abriría para toda la población de México, los costos de poseerlo se elevan hasta el cielo: 4 mil dólares semanales para darle mantenimiento; vuelos de, por lo menos, cinco horas —y con un costo de, por lo menos, 15 mil dólares—; la reparación y mantenimiento debe hacerse en California, lugar de origen del José María Morelos y Pavón, donde, por un año de estancia, el gobierno ya pagó 1.6 millones de dólares.
Y en caso de que se pretenda venderlo o rentarlo, el ejecutivo federal señaló que existirá una reglamentación para que no se malbarate. Para su venta se tendrá que llegar, por lo menos, al precio del avalúo. Si se pretende ponerlo a la renta, habrá que contar con una empresa que se encargue de la administración. Y, si el presidente de la República, con el apoyo del Estado Mexicano, no ha podido vender la aeronave, ¿será que los ciudadanos tengamos mejores posibilidades? Habrá que ver cuál es el máximo de compra de los del fierro viejo.
Esto, por supuesto, fue solo una idea al aire lanzada por un presidente al que le urge deshacerse del avión presidencial, cumplir con su promesa de campaña y demostrarle al pueblo de México que sí se puede. Pero, ¿y si no?
Mini espías
Hace un par de semanas circularon en redes imágenes del interior de la Preparatoria 9 “Pedro de Alba”—bachillerato de la UNAM que permanece en paro de labores desde el semestre pasado como protesta de las alumnas que denuncian casos de acoso y violencia con años de antigüedad y sin ser resueltas—en ellas, se podían observar pintas, paredes rotas y basura.
Estas imágenes generaron descontento en defensa del patrimonio y el espíritu universitario, y la deslegitimación del paro levantado por las alumnas del plantel no tardó en llegar. Sin embargo, las fotografías sirvieron también para retornar los focos al problema de acoso y violencia de género que existe en esta y todas las demás sedes de la Universidad de la Nación, cuyo hartazgo ha llegado al punto de ebullición.
Son sumamente preocupantes las denuncias que hacen las alumnas de la Prepa 9, quienes señalan, dentro de otros casos de abusos y maltrato por parte de las autoridades de la institución, que el profesor de educación física tenía en su oficina unos lentes de sol con una cámara oculta. Las alumnas, conmocionadas, denunciaron que dicho profesor daba todas sus clases, incluyendo las de natación a niñas de 15 a 18 años, usando siempre estas gafas a pesar de que la alberca era techada.
Si bien, estas pueden parecer noticias viejas, reflejan una realidad que persiste hoy en día (y que probablemente continúe en el futuro cercano). El acoso y la violencia hacia las mujeres en las escuelas está normalizado y, por ello, no causa ruido a oídos no entrenados. Quizá, esta nueva técnica de violencia sexual al estilo de espía sea de interés público, por lo menos por el morbo, y abra aún más la conversación que llevan años intentando crear las mujeres, víctimas o solidarias; con el objetivo de que las víctimas sean cada día menos.
Nota: Los paros en la Facultad de Filosofía y Letras, de la Preparatoria 9, y de la Preparatoria 7 “Ezequiel A. Chávez” continúan; consecuencia de la falta de acciones efectivas por parte de las autoridades universitarias. Mientras no se generen estrategias eficaces para la prevención de esta violencia, y la sanción inevitable a quienes la cometan, las mujeres no se van a callar; y quienes simpatizamos con el movimiento —más por empatía que por "la nobleza” del mismo— no dejaremos de alzar la voz desde las trincheras que nos corresponden. Por las que están, las que ya no están y las que estarán. El cambio va a llegar. Lo están tirando.
Modo cooperativo
A partir de la tragedia ocurrida el pasado 10 de enero en el Colegio Cervantes, en Torreón, las autoridades, figuras públicas y ciudadanos han ofrecido sus teorías del por qué los hechos tuvieron tal desenlace, y las posibles vías para evitar que situaciones de esta naturaleza ocurran de nuevo.
Dentro de este grupo se encuentra Rodolfo González Valderrama, director de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC) —órgano descentralizado de la Secretaría de Gobernación (SEGOB)— quién señaló que los videojuegos que inciten o cuenten con contenido violento serán reclasificados, reglamentados e inclusive eliminados del mercado. Estas medidas ayudarán a los padres a conocer el contenido de los productos, por ende, tomar decisiones informadas sobre las compras que hacen para sus hijos.
Sin embargo, esta es solo la mitad del trabajo necesario para reducir los efectos negativos que tiene el consumo de contenidos no apropiados en los menores de edad. Es necesarios que, a su vez, las y los guardianes de la infancia del país se tomen en serio las recomendaciones de edad de los productos que compren, o den permiso de consumir, a las y los niños. De nada sirve contar con un sistema de clasificación riguroso si, al final del día, este será un mero ornamento en los empaques.
Se compran: colchones, refrigeradores, estufas, aviones, o algo de fierro viejo que venda, en el siguiente correo:
diegopachecowil@gmail.com