Serpientes y escaleras - Más allá de las candidatas

Lucía y Margarita son las actrices centrales de la elección, pero no el principal motivo para votar.

Más allá de las candidatas

La contienda electoral de Morelos estará caracterizada por el ataque y la evasión: la oposición mantendrá el discurso bélico contra el gobernador Cuauhtémoc Blanco, destacando la crisis de inseguridad y los supuestos actos de corrupción cometidos en su régimen; la abanderada de Morena no responderá y enfocará sus baterías en la difusión de lo que ha hecho el gobierno federal y la promesa de darle continuidad a programas que apoyan directamente a la gente. El elector tendrá la última palabra.

Aunque formalmente se trata de un duelo electoral entre dos contendientes, la del 2024 es una elección en la que se conjugan aspectos más allá de las candidatas. Desde el frente opositor Lucía Meza no soltará al jefe del ejecutivo porque su figura representa el mejor camino para conseguir votos; amen de la animadversión personal que la senadora siente por el futbolista, a quien culpa de su salida de Morena, sus consultores le han aconsejado que su figura sea el eje de su discurso, destacando los errores, los excesos y culpándolo de la inseguridad.

La estrategia de campaña del FAM no es mala y encaja perfectamente con la personalidad de su candidata: el enfado social hacia el gobierno saliente siempre existe y por ello los opositores utilizan los yerros para hacer voltear al electorado y mejorar su posicionamiento. Localmente este esquema encaja porque desde hace varios años Morelos vive una muy grave situación de inseguridad derivada de varios factores, incluyendo su ubicación geográfica, situación que se combina con la imposibilidad del gobierno estatal para cambiar las cosas, porque la estrategia es federal y los encargados de conducir el tema fueron enviados desde México.

La clave en el mensaje mediático de la oposición es la crítica, exaltando los errores del gobierno y utilizándolo al gobernador, más que a la candidata de Morena, como receptor de los ataques. Reitero: el planteamiento de campaña del Frente Opositor está diseñado para esta elección, pero no es distinto al que cotidianamente ase usa contra el candidato oficial en cualquier estado, con la salvedad de que en Morelos la candidata de Morena es una mujer limpia y sin pasado oscuro, por ello los golpes que le lanzan son indirectos, porque no tienen elementos con los cuales criticarla.

El duelo por la gubernatura se dará en dos planos: tierra y aire. En el primero pesará la estructura, los programas de gobierno y la marca; en este espacio no hay manera de que el Frente Opositor le compita a la 4T porque ninguno de los partidos tiene estructura, sus dirigencias no son representativas y socialmente sus siglas no generan empatía. Morena es campeón en la tierra.  

Desde hace años es claro que la oposición en Morelos no existe, por ello el jefe del ejecutivo pudo librar sin mayores contratiempos todos los problemas que se le presentaron. Incluso ahora que comenzaron las campañas no hay oposición partidista, el único frente crítico lo representa Lucía Meza con sus recursos, con su discurso y con su nombre; los partidos que conforman el FAM son solo acompañantes que no suman y casi siempre su presencia resta, sobre todo cuando aparecen los graquistas o los hermanos Terrazas. Pero regresemos al tema:

En tierra Morena lleva la delantera y si logra que sus huestes salgan a votar como lo tienen previsto, no tienen mucho de qué preocuparse, porque ese voto los coloca en la antesala del triunfo; el problema es si el voto corporativo no funciona (como le sucedió a Jorge Argüelles), o los números del día de la elección no cuadran con sus cuentas… o la clase media y los ciudadanos enojados con el gobierno deciden salir a hacer valer su opinión en las urnas. Ahí sí habría problema.

Esto último tiene que ver con la campaña de aire: casi desde que se perfiló como candidata del Frente Opositor Lucía Meza se apropió de la narrativa de la campaña, acaparó los reflectores e hizo de lado las reglas electorales para promocionarse abiertamente. La candidata opositora juega en el filo de la navaja, se arriesga a ser sancionada, pero sabe que era la única manera de meterse a la contienda.

Moverse en el plano mediático es el camino natural de la oposición porque desde ahí han ganado percepción y generado la idea en un sector importante de la población de que pueden ganar. Para el FAM y para Lucía Meza la clave de la campaña es hacer crecer el voto del enojo contra Cuauhtémoc Blanco, ligar su figura a la de Margarita González y hacer que los antimorenistas salgan a votar. El plan es coherente y puede funcionar (funcionó en Cuernavaca en el 2021), sobre todo si en los siguientes meses ocurren cosas negativas o la 4T les vuelve a dejar libre el manejo de la opinión pública.

Frente a frente Lucía Meza es mejor candidata que Margarita González Saravia porque tiene más experiencia de campaña, maneja un discurso más atractivo y tienen muchos elementos externos a la mano para polemizar; pero individualmente Margarita González es mejor persona que Lucía Meza, es una mujer más madura, prudente, moderada y solidaria, precisamente por eso el ataque de la oposición hacia ella es indirecto, porque no tiene cola que le pisen.

En una elección como en una pelea, difícilmente gana el bueno, casi siempre la victoria se la lleva el más rudo; una contienda electoral es también un enfrentamiento, a veces sanguinario como el que vemos ahora, donde las reglas se vuelven interpretativas y se hacen de lado con argumentos legaloides. La del 2024 en Morelos será (ya lo es) una lucha frontal en donde no solo se contrastan ideas, se ha puesto en juego el estado de ánimo de la gente, el de quienes están contentos con el movimiento que encabeza el presidente López Obrador y también el de aquellos que están enojados con el gobernador Cuauhtémoc Blanco.

Las candidatas son importantes en esta batalla, son las que dan la cara y las que recibirán los aplausos o los abucheos, dependiendo el resultado; pero en torno a sus figuras lo que destaca es el mensaje de ambas: una exaltando el enojo popular, los problemas, las fallas y alertando sobre los riesgos de la continuidad; la otra se mueve en un plano distinto, sin defender lo local, enfocada en presumir lo federal y confiando en el peso de la marca.

Margarita y Lucía son piezas centrales de la elección, pero no el principal motivo para que la gente vote.

·         posdata

El coordinador político de la cuarta circunscripción de Morena dijo que el miércoles se daría a conocer el nombre de su candidato a la presidencia municipal de Cuernavaca; la definición será entre Javier Bolaños y Sergio Pérez, quienes según el partido empataron en la encuesta de medición. Pero se cumplió la fecha y nada.

La prolongación de la definición, dicen, tiene que ver con el jaloneo entre grupos: la candidata prefiere a Javier Bolaños, porque puede meterse a la clase media y alta para arrebatarle votos al PAN, pero el gobernador a través de su hermano Ulises Bravo promueven a Sergio Pérez Flores, aunque el senador no tenga nada con que ganar la elección, porque de hecho nunca ha competido.

Hace un par de meses el panorama se le había complicado al jefe del ejecutivo, pero a la hora de repartir posiciones el apoyo de Mario Delgado lo ha hecho ganar terreno, pues colocó a Víctor Mercado en el senado a Sandra Anaya en la diputación federal por el primer distrito y a Ariadna Barrera en el segundo, también logró meterse al segundo lugar de la lista plurinominal y quiere que su hermano quede en la primera posición plurinominal al congreso local.

Como se ven las cosas ya no parece descabellado que la dirigencia nacional le entregue por tercera ocasión consecutiva la candidatura de la capital y quizá por segunda vez pierda, porque la fórmula de Sandra Anaya y Sergio Pérez volvería atractiva la propuesta del PAN, con todo y las acusaciones que pesan contra Sergio Estrada Cajigal.

Si algo ha demostrado Mario Delgado como dirigente nacional de Morena es su capacidad para echar a perder cualquier cosa. Con este tipo de decisiones en las candidaturas locales, parece que desde México apuestan por la derrota de Margarita González.

·         nota

Después de Cuernavaca la siguiente candidatura municipal que llama la atención es Jiutepec; al mandar a Ariadna Barrera a competir por la diputación federal le dieron esperanza a David Ortiz, aunque todavía no hay certeza de que será el nominado.

Frente al novel alcalde sustituto hay otra figura en Jiutepec a la que vale la pena observar por su cercanía con la candidata y los buenos números que consiguió en las mediciones: Paco Román.

El joven aspirante ya compitió por la alcaldía bajo las siglas del Verde y ahora pretende repetir el intento cobijado por Morena.

Igual que en la capital, en los demás municipios no hay nada concreto y la falta de claridad de la dirigencia nacional del partido da pie a la especulación.

El mejor escenario para Rafael Reyes es que llegue su cuñado, pero indudablemente Paco Román le resulta menos incómodo que Ariadna Barrera.

·         post it

Durante dos años y medio Ángel Adame disfrutó de las mieles del poder, de una beca política que abultó sus bolsillos e hizo crecer su cuenta bancaria; al comerciante no le interesó hacer un papel decoroso en el congreso, ni mucho menos se preocupó por atender su distrito: ganó de rebote, cobró mucho dinero y se olvidó de la gente que voto por él. Lo mismo se puede decir de Andrea Gordillo, una joven que demostró que le encanta la lana y que es capaz de negociar políticamente todo con tal de mantener cotos de poder que hoy maneja.

El primero ha quedado fuera de la fórmula electoral del PAN para este 2024 y la segunda buscará la reelección haciendo mancuerna con Daniel Martínez Terrazas, José Luis Urióstegui y Sergio Estrada Cajigal.

¡Qué bonita familia!

·         redes sociales

La imagen de Margarita González que utiliza el FAM en su campaña “Cambio y Continuidad” podría considerarse violencia de género, porque alteraron una fotografía de Margarita González para hacerla ver demacrada y con más edad que la que tiene.

Ya lo dijo Barbara de Regil: el peor enemigo de una mujer es otra mujer.

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