Escala de Grises - María Elena Ríos

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - María Elena Ríos

El pasado viernes, a través de su cuenta de Twitter, la saxofonista María Elena Ríos compartió una publicación de “Poder Prieto”, donde les acusaba de no haber pagado su participación en el podcast “El feisbuk de la Malinche”. A su vez, el colectivo respondió que el contenido publicado no era su responsabilidad.

 

Lo que pudo haber quedado como una discusión entre personajes de la cultura mexicana, terminó en una denuncia de la también activista hacia Tenoch Huerta. Con las palabras “violentador y depredador sexual”, María Elena aseguró que había sido víctima del actor, así como muchas otras mujeres.

 

Luego de mantenerse en silencio durante el fin de semana, Tenoch Huerta compartió un comunicado el pasado lunes para abordar lo sucedido. En su cuenta de Instagram, el activista aseguró que las palabras de la música no tienen fundamento. De acuerdo con él, durante el tiempo que mantuvo una relación con Elena, todo fue consensuado.

 

En su versión, una vez que el vínculo terminó, “Elena comenzó a tergiversar” sus interacciones; por lo que el actor (desde hace unos meses) decidió contratar a un equipo legal que proteja su reputación. La noticia se viralizó y María Elena comenzó a ser atacada por parte de quienes defienden la versión del actor, hechos que ha documentado en sus plataformas digitales.

 

Desde insultos respecto a su apariencia hasta amenazas de muerte, la música ha recibido mensajes repletos de violencia. Después de exponer la situación, María Elena Ríos aseguró que no denunció lo ocurrido por miedo. “Es muy difícil hablar del abuso emocional y abuso de poder de un depredador sexual que es amado por interpretar a un personaje de una película”, aseguró.

 

Sobra decir que ni María Elena ni cualquier otra mujer le debe explicaciones a la opinión pública sobre su proceso. Las víctimas no denuncian “cuando quieren” y no hay un tiempo determinado para hablar sobre las agresiones que sufrieron. En este espacio lo hemos repetido en diversas ocasiones (y lo seguiremos haciendo las veces que sean necesarias): las víctimas hablan cuando pueden, cuando su proceso se los permite; independientemente de si sus agresores pertenecen al mundo de los superhéroes o no.

 

En apoyo a la saxofonista, los señalamientos respecto al comportamiento del intérprete de Namor no se hicieron esperar. La actriz Fernanda Tosky también confesó haber tenido una experiencia desagradable con él, por lo que espera que paren sus abusos. Por otro lado, la ilustradora Sofía Weidner comentó conocer un caso similar.

 

Luego de que Tenoch Huerta dio a conocer su posicionamiento al respecto, Elena compartió más capturas de los insultos que sigue recibiendo a partir de sus declaraciones con un mensaje dirigido al actor: "No puedo contestar a tu comunicado con calma porque, como sabrás, promuevo una LEY para que mujeres violentadas por abusadores, cobardes y enfermos de poder puedan acceder a la justicia y no tengan miedo como el que tú y tus fanáticos tratan de sembrar en mí".

A reserva de futuras declaraciones, el caso de María Elena Ríos representa la forma con la que se responde a las víctimas de violencia de género: amenazas, criminalización y cuestionamientos respecto al tiempo y la forma en la que denuncian a sus agresores. ¡Como si el simple hecho de hablar sobre ello no fuera ya complicado!

 

Aparentemente, ni los superhéroes ni los supervillanos se salvan de cometer violencia en contra de las mujeres. A reserva de las futuras declaraciones de Tenoch Huerta, el hecho de que buscara un equipo de defensa mucho antes de que se dieran a conocer los testimonios resulta sospechoso, ¿no le parece?

 

El actor, además de estar respaldado por los hombres fanáticos de las películas de Marvel y por mujeres que han seguido su trayectoria, tiene el apoyo de un colectivo que busca eliminar la violencia racista en la industria del entretenimiento, pero que deja a un lado la violencia de género.

 

Los sistemas de opresión y los problemas estructurales a los que nos enfrentamos como sociedad todos los días no pueden abordarse de otra forma que no sea interseccional; es decir, contemplando las formas en las que interactúan y se mezclan. Tal vez, si hicieran una película bajo el sello de Marvel, habría una mínima comprensión sobre el tema.

 

Ojo. Hay que tener mucho cuidado con las acciones que acompañan los discursos. Resulta contradictorio luchar en contra de una violencia mientras se ejercen otras; tanto a nivel individual como a nivel colectivo.

 

María Elena, yo te creo:

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