El Tercer Ojo - La falacia ¨Ningún auténtico escocés¨ goza de cabal salud
En opinión de J. Enrique Alvarez Alcántara
En la actualidad, la falacia del “ningún auténtico escocés” (falacia habitual en las divisiones sobre nacionalismos y credos. Consiste en negar cualquier ejemplo que contradice una premisa inicial afirmando que dicho ejemplo no entra en la categoría inicialmente señalada) sigue viva y coleando.
—El budismo es un pozo de sabiduría. Se ha demostrado que tiene auténtico valor psicológico y cognitivo.
—¿Te refieres a los monjes budistas que ayudaron al ejército birmano a exterminar la etnia de los rohinyás casi hasta el grado del genocidio?
—Pero esos no eran budistas de verdad.
Stephen Fry. Los Jinetes del Apocalipsis.
Amables y contados lectores que siguen esta columna semanal, quiero comentar con ustedes que, leyendo recientemente el interesante libro Dawkins, Hitchens, Dennett y Harris. Los Jinetes del Apocalipsis. Una conversación brillante sobre ciencia, fe, religión y ateísmo (Barcelona: Arpa, 2019) y, habiendo iniciado la lectura con el prólogo escrito por Stephen Fry, encontré la sugerente tesis de la sobrevivencia de la falacia que intitula este breve ensayo.
Asumiendo como punto de partida que “una falacia podría ser definida como un razonamiento (o mejor dicho argumento) incorrecto e inválido, con apariencia de razonamiento válido o verdadero, sobre lo que se pretende argüir, en aras de convencer, persuadir o seducir a quienes se dirige tal argucia, de lo que contiene la argumentación, para que aquéllos a quienes se envía ésta, al asumir como verosímil, válido o verdadero lo sustentado, se adhieran a los propósitos de credo, decisiones políticas o actuaciones en la vida cotidiana”, (definición propia), considero que es útil recuperar esta cuestión de la lógica para analizar muchas de las afirmaciones, sentencias o filípicas que en nuestro contexto ideológico y político, oímos o leemos a través de diversos medios de información que son útiles para la “manipulación industrial de las conciencias”, como hubiera sugerido Hans Magnus Enzensberger.
Podríamos, por ejemplo, señalar que con harta frecuencia la falacia ad hominem —x afirma “y”, x es una persona cuestionable, por lo tanto “y” es cuestionable—, o la falacia ad verdundam o magister dixit —-x es un científico o sabio reputado, x dijo “y”, por ello “y” es verdadero—, aparecen en las discusiones o la opiniones de quienes pretenden erigirse como “líderes de opinión”, “analistas políticos” o “comentaristas” —léase comentócratas u opinólogos— y se proponen, desde luego, convencer a quienes leen o escuchan sus opiniones de que es verdadero y acertado lo que dicen. Sin embargo, la falacia del “ningún auténtico escocés” no fue identificada y enunciada ampliamente, pese a mostrarse como un supuesto argumento dentro de esta trama.
Naturalmente, como toda falacia, la del “ningún auténtico escocés” —que se muestra del modo siguiente: “Angus dijo que los escoceses no ponen azúcar en su avena, a lo que Lachlan respondió que él es escocés y sí pone azúcar en su avena. Furioso, como un verdadero escocés, Angus exclamó que ningún verdadero escocés endulza su avena”—, además de ser errónea y falsa, es de uso corriente.
Pues bien, sin un profundo análisis reflexivo en torno a las “discusiones ideológicas/políticas” —realmente anatemas o filípicas— que observamos hoy en nuestro entorno nacional y, sin mucho esfuerzo intelectual, podemos identificar el uso frecuente y deliberado de esta falacia en las diatribas mediáticas y, consecuentemente, nos es posible admitir que más que análisis políticos e ideológicos hallamos, velint necne —quieran o no—, tras el uso de ella, un continuado proceso de manipulación ideológica y política con fines, en nuestro caso, de descalificación y lucha electorera.
Veamos tres botones de muestra, dijera en su columna “Perlas Japonesas” el buen Raúl Prieto, “Nikito Nipongo”, desde el año de 1949, a propósito del uso de la lengua, según la Real Academia Española.
Ni Claudia, compañera de izquierda, destacada, talentosa, trabajadora, eficaz, comprometida, consecuente; ni Marcelo Ebrard, espléndido canciller, también talentoso, preparado, comprometido, capaz; cubren el perfil de izquierda que yo tengo. Para la derecha, les es aceptable cualquiera de los dos compañeros. (Gerardo Fernández Noroña, Diputado Federal por el Partido del Trabajo).
Si ninguno de los dos personajes enunciados, pese a sostener que “Claudia” es “compañera de izquierda”, cumple con los requisitos necesarios para ser considerados “de izquierda”, salvo él, que sí cubre el perfil, ergo no son en realidad “auténtica o verdaderamente” de “izquierda”, mientras que él sí es “auténtica o verdaderamente” de “izquierda”.
Independientemente del resultado de la consulta popular, que se realizará el 1 de agosto (del 2021), México dará el paso inicial hacia la consolidación de una auténtica democracia, donde la ciudadanía será protagonista de las decisiones públicas y no simple espectadora. (Ricardo Monreal Ávila, Senador de la República por el Partido Morena).
Claramente se percibe la idea de que lo que se hizo hasta antes de la “consulta popular” no era una “auténtica democracia”, quizás sí un remedo de ella; asimismo, que la “auténtica democracia” se sustenta en las “consultas populares”, la cuales permiten que la ciudadanía sea protagonista de las mismas, imprimiendo con ello “autenticidad democrática”.
Por supuesto que la jefa de gobierno de la Ciudad de México es un perfil muy importante a discutir, creo es uno de los más importantes, el que mayormente tienen posibilidades de llegar a la Presidencia de México; y además posee características y condiciones de mucha autenticidad que la vuelven una dirigente auténticamente de izquierda porque su origen ha sido de izquierda y su defensa y agenda siempre ha estado en uno de los problemas más importantes del mundo actual como el cambio climático. (Fernando González Sánchez, líder del Movimiento Nacional Progresista).