El Tercer Ojo - Informe reciente del GIEI sobre el caso Ayotzinapa.

En opinión de J. Enrique Alvarez Alcántara

El Tercer Ojo -  Informe reciente del GIEI sobre el caso Ayotzinapa.

Fue ésta, quizás, la noticia más importante de la semana que recién concluye y la última del mes de julio. Se documentó por prácticamente todos los medios nacionales, redes sociales, y medios dentro de la internet; asimismo, los diarios más importantes en el ámbito internacional también dieron cuenta de ello. El Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI) presentó su último informe –el sexto– sobre el caso, aún irresuelto, de la "desaparición" forzada de los 43 jóvenes estudiantes de la Escuela Normal Rural "Raúl Isidro Burgos", de Ayotzinapa, en Tixtla de Guerrero, Guerrero, el día 26 de septiembre del 2014; es decir, ya prácticamente nueve años y muy próximo a un decenio. En este contexto el GIEI anunció su retirada de nuestro país.

 

En el informe referido el GIEI destacó, entre otras cosas, la siguiente: "Desde su creación, el GIEI ha establecido la necesidad de recibir información exhaustiva y veraz por parte de todas las autoridades para esclarecer los hechos de la desaparición forzada de los estudiantes y otras graves violaciones a los derechos humanos. En este marco, la ONU-DH lamenta profundamente que, pese a la voluntad política expresada desde el Gobierno federal al más alto nivel, las Fuerzas Armadas no hayan otorgado toda la información solicitada por el GIEI para profundizar sus investigaciones y coadyuvar al esclarecimiento de los hechos y la búsqueda de los estudiantes".

 

Téngase claro que durante la "campaña" por la búsqueda de la Presidencia de la República, el entonces candidato, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se comprometió a desmentir la "Verdad Histórica" –léase la "Mentira Histórica"-- confeccionada por los operadores del Gobierno del entonces Presidente, Enrique Peña Nieto, en colusión con el gobierno del estado de Guerrero, así como con algunos de los presidentes municipales de los ayuntamientos que estuvieron involucrados en este Crimen de Estado y, desde luego, con los batallones del Ejército Federal Mexicano que también estuvieron involucrados. Asimismo, asumió el compromiso de presentar la verdad sobre los hechos, asi como asegurar la impartición de justicia tanto a los familiares de los jóvenes como a la ciudadanía del país y, fundamental, aplicar las sanciones a los responsables de tal hecho deleznable, sin importar el rango, nivel e institución de procedencia.

 

Pues bien, han transcurrido cinco años del gobierno presidido por AMLO y no tenemos, aún, la "verdad histórica", no se ha impartido la justicia transicional a las víctimas del suceso ni se han aplicado las sanciones que merecen los responsables materiales e intelectuales del evento. Es decir, lo que tenemos en esencia es una "Deuda Histórica" por parte del gobierno en turno y, paradójicamente, una defensa cerrada por parte del presidente al Ejército Federal Mexicano que fue señalado directamente en el Sexto Informe del GIEI por su actitud y cerrazón para colaborar y favorecer el acceso a la información sobre el caso.

 

Infortunadamente este hecho es eso, un suceso entre muchos más, que dan cuenta de una violencia estructural que hasta ahora deja una estela de muertes, desapariciones forzadas, ejecuciones, enfrentamientos armados, secuestros, levantones y una denodada "batalla" mediática orientada a la desensibilización sistemática ante esta calamidad y tragedia nacional, así como una serie de giros y malabares que descoloquen de la mirada nacional al gobierno que, si bien no es responsable directo de esta serie de tragedias, su colusión u omisión mantienen la "Deuda Histórica".

 

Enfrascados en una lucha por las candidaturas a la próxima elección presidencial, esta cuestión fundamental –entre mucha otras de importancia para el país– permanece oculta o fuera de los discursos de todos y cada uno de los suspirantes.

 

Una verdadera tragedia enfrentamos y parece que no es considerada en su justa dimensión. Por ello es pertinente seguir insistiendo en propuestas claras sobre ello; de otro modo seguiremos en la intrascendencia.