El tercer ojo - Carta Abierta al Dr. Eliseo Guajardo Ramos (Primera parte).
En opinión de J. Enrique Alvarez Alcántara
Apreciado Eliseo Guajardo.
Esta ocasión me permitiré compartir públicamente esta epístola dirigida a tu persona.
Sé bien y bien lo sé que, históricamente visto, pareciera estar liquidada ya la vida epistolar en esta era y hora; sabedores somos ambos de que hoy por hoy la brevedad de los mensajes y textos compartidos mediante las “redes sociales” parecen dominar el espectro de la comunicación; pese a ello, hic et nunc, aquí y ahora, escribo esta carta porque considero trascendente y de interés público lo que enseguida expondré.
Los anales de los orígenes y el desarrollo de la psicología (como disciplina del conocimiento científico, como práctica profesional y como teoría y práctica educativa) en nuestro país ha sido escrita por quienes oficial, y oficiosamente, se han apropiado de la misma omitiendo –deliberadamente, por ignorancia, o ambas– hechos y personajes de crucial importancia para comprender la historia de nuestra disciplina.
Debo recordar que hace ya más de cuatro decenios nos conocemos y trabamos una relación de amistad y camaradería indelebles. Asimismo, debo reconocer que mucho de lo que habré de contar aquí lo hube conocido directamente a través de la comunicación face to face, o cara a cara; igualmente es necesario decir que tuve y he tenido el privilegio de poseer en mi centro de documentación las “Memorias de Monterrey” (epistolario inédito de las misivas compartidas contigo por muchos de los personajes que refieres en tus más recientes colaboraciones en El Regional del Sur y que corresponden a un periodo que abarca desde el 17 de julio de 1973 hasta finales de 1978), también poseo los “Apuntes” del “Plan Nuevo León”, así como una serie de escritos y conferencias que has impartido desde 1985. Ello me autoriza, considero, a resaltar la trascendencia que adquiere la publicación de tu “Pentateuco” más reciente de “Concepto Social de Discapacidad” (Escalas del Desarrollo Vs C.I.: Desarrollo Infantil https://elregional.com.mx/concepto-social-de-discapacidad-escalas-del-desarrollo-vs-c-i-desarrollo-infantil; Hospital de Nutrición y Salud: Primera Infancia https://elregional.com.mx/concepto-social-de-la-discapacidad-hospital-de-nutricion-y-salud-primera-infancia; Investigación en psicología de los 70ª: Plan NL y UANL https://elregional.com.mx/concepto-social-de-discapacidad-investigacion-en-psicologia-de-los-70a-plan-nl-y-uanl; A la búsqueda de la psicología escolar del desarrollo: URSS-Ginebra https://elregional.com.mx/concepto-social-de-discapacidad-a-la-busqueda-de-la-psicologia-escolar-del-desarrollo-urss-ginebra; A la búsqueda de la psicología escolar del desarrollo: URSS-Ginebra https://elregional.com.mx/concepto-social-de-discapacidad-a-la-busqueda-de-la-psicologia-escolar-del-desarrollo-urss-ginebra).
Dejé a propósito para este párrafo el trabajo que presentaste en el Instituto Michoacano de Ciencias de la Educación (IMCED), “Los trastornos neuropsicológicos en los procesos cognitivos de la lengua escrita y de las matemáticas, perspectivas de investigación”, durante la realización del “Primer Coloquio: La Educación Especial Hoy”, verificado en el mes de enero del año de 1986, en la Ciudad de Morelia, Michoacán. Como podrás recordar, fue en este evento, en el cual, por cierto, presenté un trabajo y conferencia “Aproximación neuropsicológica a los trastornos neuromotores” (así denominados en nuestros país a sugerencia de la Profesora Rosa González Navarro y mía) donde personalmente pudimos conocernos y trabar una ya larga amistad y camaradería; antes, como también recordarás, sabíamos el uno del otro por referencias y comentarios en la entonces Dirección General de Educación Especial (DGEE).
Pues bien, esta larga introducción es necesaria porque, como sabedores somos, la historia nunca será “neutra”, como el “jabón medicinal del Tío Nacho” o del “Perro Agradecido” y, naturalmente, está cargada de vivencias, “Perezhivanie” al decir del psicólogo soviético Lev S. Vigotski, más que de “experiencias objetivas” divorciadas de la vida misma que, quienes narran los sucesos y tramas, evocan como parte de su vida y vivencias.
En verdad te digo, un segmento fundamental de la historia de la psicología y la neuropsicología en México, así como de sus autores —reitero, omitida por las razones o sinrazones que hubiere– se encuentra en las referencias aquí citadas y, en próximas colaboraciones, expondré los argumentos subyacentes a estas afirmaciones y sentencias.
Espero no defraudarte ni a nuestros lectores.