Educación inclusiva en la UAEM - Conciencia fonológica, niños de 4, 5 y 6 años. Curso-taller: Psicología 2021. CUMEX
En opinión de Eliseo Guajardo Ramos
Hoy por la tarde como parte de las actividades del Pre-Congreso XV Cátedra CUMEX, Dra. Julieta Heres Pulido. Psicología 2021. “Aportes y desafíos de la Psicología en la era de la incertidumbre por COVID-19”, cuya sede es la Universidad de Guadalajara -en línea-, se impartirá un curso taller: “Antes de leer. Todo lo que debemos saber para facilitar la lectura por placer y la comprensión lectora”. Mismo, que conducirá la Dra. Judith Suro y yo.
Se trata de un curso taller cuyo contenido está publicado en un libro con el mismo título, en editorial Morata (2019). Que, a su vez, es la tesis doctoral de Judith, en la Universidad de Guadalajara. Tuve oportunidad de formar parte del jurado, junto con el Dr. Fernando Leal, de la U de G., el Dr. Eduardo Backchoff, en ese entonces, presidente del INEE y la Dra. Silvia Romero, de la Universidad de San Luis Potosí.
Todo el tiempo se ha admitido que los niños adquieren el lenguaje oral en el hogar, antes de ir a la escuela. Que es la Lengua Escrita de lo primero la que se aprende en la escuela, hasta existe la expresión que ahí se aprenden “las primeras letras”. Y se destinaba el término de adquisición para el lenguaje oral y aprendizaje al sistema de escritura, como producto de la enseñanza formal. A raíz de los trabajos psicogenéticos de Emilia Ferreiro, que estudió el proceso constructivo de la Lengua Escita en niños de 3, 4 y 5 años, antes de la alfabetización formal, se les denomina también adquisición. De tal manera que la adquisición corresponde a la lengua oral y la lengua escita en el niño antes de su enseñanza, como un proceso espontáneo.
Lo que ha ocurrido es que la escuela ha considerado que el niño llega en cero de conocimiento de la lectura y la escritura. Y procede de esta forma, a partir de cero. Se sabe desde hace ya cerca de 40 años, que los niños llegan con un cúmulo de conocimientos sobre el sistema de escritura, que adquiere de los adultos próximos de su entorno.
Henri Wallon -dice Hermine Sinclair, psicolingüista psicogenética del Instituto de Jean Piaget- decía que el niño imita al adulto y hace “como si escribe” con sus primeros garabatos. Que el niño no escribe a partir del dibujo, que es el garabato lo que precede al dibujo y a la escritura. Por ello, cuando el niño hace un garabato para escribir el nombre de una cosa, asocia el mismo a un esquema gráfico para asegurarse que su garabato tiene ese significado y no otro. Porque una vez que ya se le ha asignado un significado a la pseudo escritura ya no puede decir otra cosa. Hay desde estos inicios una conservación del significado de la escritura en el niño. Cuando descubre que sus escrituras con letras o pseudo letras se asocian a palabras orales, abandona los esquemas gráficos. De ahí en adelante, hará corresponder de extremo a extremo de lo escrito la oralización de la palabra intencionada. Luego partes de lo escrito corresponderán a segmentos orales de la palabra. Así estabilizan sílabas de la composición de las palabras a las grafías. Como un si el sistema de escritura fuera silábico. Luego parten la sílaba, entre consonantes y vocales y descubren el sistema alfabético de escritura, antes de tener un conocimiento formal de las letras, y antes de asistir a la escuela primaria.
Cuando esto ocurre, es cuando se puede decir que hay una conciencia fonológica en el niño. Porque individualiza los sonidos de las palabras en sus elementos más pequeños e indivisibles. Esto es, los puede recortar los fonemas de las palabras. Hasta aquí lo de Emilia Ferreiro. Judith Suro, basándose en un criterio lingüístico señala que la conciencia fonológica se inicia desde que el niño puede segmentar silábicamente las palabras en forma oral. Esta capacidad es accesible al niño, porque se trata de un recorte natural de las palabras. El recorte fonémico, es más complejo y los niños lo pueden hacer antes o hasta que ingresan al primero de primaria.
Judith trabaja con los niños actividades para cambiar la primera sílaba y la última de las palabras, es más difícil hacerlo con las sílabas intermedias, de forma intrasilábica. Pero es posible. Lo que se correlaciona con el vocabulario el que dominan los niños, en función a su contexto sociocultural. También, con la velocidad para nombrar los nombres de objetos. Algunos aspectos sintácticos y la lectura de comprensión. Estos aspectos pueden ser cuantificables y convertirse en predictores de las posibilidades del niño para el aprendizaje del sistema de escritura. Cuestión, en seguimiento longitudinal, de una muestra de niños, que les son aplicadas las evaluaciones cuantitativas se demuestra con el seguimiento a los 7 años, al final de primer grado de primaria. Procurando identificar el nivel de conciencia fonológica en los niños de 4, 5 y 6 años.
Algunos investigadores en este campo de la iniciación a la alfabetización en los niños, suponen que la conciencia fonológica se propicia cuando el niño inicia su escritura. Porque si bien no se requiere la lengua oral, sí para la lengua escrita. Ya que exige una reflexión metalingüística. Esto es pensar sobre la lengua misma. Otros investigadores piensan que se puede alcanzar el nivel silábico y el alfabético cuando el niño es capaz de segmentar las palabras oralmente, silábica y fonemáticamente. Y hay un tercer grupo, que consideran que la conciencia fonológica ocurre recíprocamente con la capacidad oral expuesta a las exigencias de la escritura.
Las evidencias de la Dra. Suro, nos permiten identificar, primero, que la conciencia fonológica inicia desde el nivel silábico en el niño y continúan en el fonemático. Cuando son capaces de segmentar oralmente la consonante de la vocal. Lo que si antes suponíamos que hasta el nivel alfabético del niño es cuando da lugar a la conciencia fonológica, ahora sabemos que ésta se presenta desde los niveles silábicos. Pero algo más, suponíamos que la reflexión metalingüística no se presentaba en los niños presilábicos, porque se trataba de una reflexión más bien simbólica. Y, Emilia Ferreiro, identifica la reflexión lingüística más claramente desde el inicio del nivel presilábico. No sólo porque lo asocian a la oralidad de la palabra, sino que desde que asocian la grafía o garabato al esquema gráfico. Y que este esquema tampoco se trata de un dibujo. Sino de un esquema de representación gráfico.
Las investigaciones de la Dra. Suro, nos permiten identificar una metodología cuantitativa, a diferencia de la de Emilia Ferreiro que puede ser calificada como una investigación cualitativa, desde el método clínico piagentano. ¿Para qué nos sirve que tengamos acceso a investigaciones cuantitativas? Para los estudios masivos que identifiquen la conciencia fonológica en niños de 4, 5 y 6 años, antes de la enseñanza formal del sistema de escritura como una condición para contar con predictores de la lectura y la escritura. Y no sólo tengamos las pruebas PISA del fracaso de la lectura comprensiva de los países, como el nuestro.
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