Cuando sea demasiado tarde… - Cuando el payaso nos lleve…

En opinión de Gabriel Dorantes Argandar

Cuando sea demasiado tarde… - Cuando el payaso nos lleve…

Recuerdo muy bien que por ahí de 1990, cuando empezó todo el tema de los “globalifóbicos”, decían que cuando los efectos del cambio climático fueran visibles, sus efectos serían irreversibles. No recuerdo dónde lo leí como para citarlo, pero más de uno de mis apreciados lectores se deberá de acordar cómo iba esa canción. Dentro de la novela de Jurassic Park (Crichton, 1990) explican muy bien cómo el miedo al internet está justificado. El argumento principal es que los grupos evolucionan más rápido cuando se encuentran aislados, haciendo referencia a las especies de aves que son endémicas de una pequeña isla, u organismos que se desarrollan en las grandes profundidades subterráneas. Por ende, si toda la humanidad está conectada por completo, la evolución del ser humano necesariamente se tendría que detener, lo cual devendría en un aumento exponencial en la población mundial.

            Por aquel entonces, su servidor tendría poco más de 10 años de edad, posiblemente por eso no tengo el registro fidedigno del argumento inicial de esta columna. Sin embargo, por ahí de 2010 u 11 me encontré con un documental que cambió radicalmente mi manera de entender por qué el cambio climático no es un fenómeno, sino la consecuencia de la conjunción de varios otros. El caso es que ése fue el año que conocí a Michael Ruppert, en un documental que le hace Chris Smith (IMDB, 2009). Ruppert es, de alguna forma, todo lo que mi padre desea que yo no sea. Raya en lo conspiranoia profunda, al grado de manifestar haber arriesgado su propia vida por haberse atrevido a levantar la voz. Le da vida a un colectivo de individuos que acostumbramos “buscarle chichis a las serpientes”, como dice mi viejo. De cierta manera, el título de mi columna semanal es una guiño a Michael Ruppert.

            El cambio climático es sólo la punta del iceberg. Los efectos que estamos viviendo hoy en día al respecto de la provisión de electricidad en México tiene que ver con un problema mucho más grande: el petróleo del mundo se está terminando. La producción de petróleo llegó a su cúspide por ahí de 2010, y todos los problemas económicos e infraestructurales que se viven hoy en día se derivan de la ambición y corrupción de las personas encargadas de la gestión del petróleo. ¿A qué me refiero concretamente? Los cortes en electricidad que viven Estados Unidos y México durante estos días se derivan de la provisión de gas natural para la producción de electricidad. Dado que la infraestructura gringa no alcanza para proveer de electricidad en territorio norteamericano, inmediatamente suspendieron la provisión de gas para la producción de electricidad en México. El clásico “de que lloren en México, a que lloren en Texas” fue aplicado por la administración gabacha, aunque el senador Ted Cruz se haya reservado unos días en las playas de Cancún.  

            Los recursos se terminan, y el mantenimiento de la infraestructura es un tema que simplemente se va a tener que suspender. La pandemia nos agarró con muchos pendientes en temas de atención a la infraestructura, empezando por las telecomunicaciones, pasando por los petroquímicos, y terminando en la electricidad. Los mexicanos nos estamos enterando de que el país funciona con infraestructura de hace 30 o 40 años, y cuando hubo una emergencia, todo se vino abajo como una casa de naipes. La Ciudad de México no sabe cómo va a proveer agua potable a 30 millones de habitantes el año siguiente, ya déjense de la operación del Metro después de que se incendió la central. Michael Ruppert muere (¿alguien conoce a la CIA?) en 2014, pero dejó dos buenos lugares por dónde empezar. El primero de ellos es un manual general para la gestión del colapso mundial (Ruppert, 2009) que publica para recopilar los argumentos que presenta en el documental de Smith. Ya algunos años después encontré su primer libro al respecto del final del petróleo y su impacto en la vida contemporánea (Ruppert, 2004). Recomiendo ambos ampliamente, aunque sea para conocer el miedo de los conspiranóicos.

            ¿No han notado que desde hace un año, aparecen y aparecen más problemas? Como dice el mismo Ruppert: llegará el momento en el que la maquinaria empiece a detenerse, se racionará la provisión de servicios (“afloja un foco”) esperando a que la maquinaria se vuelva a encender por completo, hasta que llegue el día que la maquinaria nunca más se volverá a arrancar, y todo se vendrá abajo.

            La conspiranoia ha muerto, apreciado lector, y es posible que se deba a que la realidad nos ha alcanzado, y ya sea demasiado tarde.

 

Crichton, M. (1990). Jurassic Park. USA: Knopf.

IMDB. (2009). Collapse. International Movie Database. Consultado en línea: https://www.imdb.com/title/tt1503769/ 19-02-2021 16:00.

Ruppert, M. (2009). Confronting Collapse. USA: Green Press Initiative.

Ruppert, M. (2004). Crossing the Rubicon. USA: New Society Publishers.