Columna Desde la Torre - ¿Viene el lobo?
En opinión de Roberto Enrique Rodríguez Guerrero
Millones de voces gritaban ¡viene el lobo! En alusión a López Obrador, desde el año 2000, cuando arriba con una serie de triquiñuelas a la jefatura del Distrito Federal, era presidente de la República Vicente Fox Quesada, con su gabinete cometieron la peor pifia, liberaron a AMLO del desafuero, desliz que impactaría en el sistema político de nuestro país, pasaron 18 años del desafuero, la razón del desacato judicial fue por un predio en Santa Fe. que lo impulsó a buscar la presidencia en el 2006, la cual perdió contra Felipe Calderón Hinojosa, herida que le continúa ardiendo, en el 2012, vuelve a perder, pero en estos 18 años, a través de la amenaza, de la extorsión, la torpeza de políticos y sociedad en general, lo dejaron hacer lo que se viniera en gana, le abrió la puerta para convertirse primero en el candidato mejor posicionado de la oposición y ahora como el autócrata, un cobarde, un mentiroso, en solo 4 años de Morena, desapareció 5800 millones de pesos etiquetados para infraestructura y mantenimiento del IMSS, desapareciendo prácticamente, un sector importante del gobierno para tener una sociedad saludable y productiva, inconcebible que ante estos yerros contarios a los preceptos constitucionales , tenga la disposición de un gran número de adeptos que continúan avalando su proyecto político. Existen miles de millones desviados como el caso del IMSS, sin autoridad que investigue y sancione al presidente de la República que resultó todo un rufián.
La estrategia de polarización a la fecha rinde los objetivos trazados por López Obrador, más bien el único, para maniobrar a gusto en el ámbito electoral, tiene 23 estados de la República , mayoría en el Congreso de la Unión, organismos encontrados en el abandono del sentido republicano, y tal como cuando se quejaba López Obrador de sus antecesores, utiliza el poder en los diferentes rubros federales, estatales y municipales, con sus recursos, el presupuesto de instituciones indiscriminadamente sin reserva recta o rubor, dineros etiquetados para servir al partido Morena, propiciando el empoderamiento como el presidente popular, pero está visto que no sirve para gobernar, tiene que acabar con el Instituto Estatal Electoral y el Tribunal electoral Federal , para que sean omisos ante sus atropellos y violaciones a la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, la ilegalidad sea la norma para anticiparse a las campañas electorales, utilizar al crimen organizado y a los programas sociales para beneficiar al partido Morena.
López Obrador no tiene ni tendrá límites, a cada opositor mínimo le dedica 15 días para denostarlo en sus mañaneras, tal es el caso de la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, que en menos de un mes se encuentra posicionada como la mejor candidata a la presidencia de la República, trata de detener el impulso que le está dando la sociedad organizada, utilizando al SAT, para proporcionar los datos de los clientes de su empresa para intimidarlos , una señal para quienes se enfrenten al proyecto dictatorial de López Obrador, una demostración del guano que tiene en la cabeza el presidente de la República, pero es sano para la oposición, en razón de que la está convirtiendo en mártir de este proceso electoral, la víctima que en cada ataque, le contesta con la propiedad de una senadora de la república y no la de un pela gatos en que está convertido AMLO, que representa la ilegalidad contra Xóchitl, quien durante su vida desarrolló la cultura del esfuerzo, de una indígena que salió de su población, para convertirse en la mejor servidora pública que tiene el país, garante del Estado de Derecho, ejemplo para los aspiracionistas, la clase media que no se doblegará ante el tirano, el peor presidente de la República que se tenga memoria en México, Xóchitl, es parte del proceso del progreso del país, aportando su talento y su honorabilidad, no es como López Obrador, que nunca trabajó, vivió de la extorsión y del robo, y ahora con su esencia atrae de lo que es, el líder de la delincuencia organizada. Los cárteles de la droga, Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa, convertidos con el apoyo de López Obrador, en una empresa trasnacional, de las que se están ocupando los diferentes gobiernos, en acabar el empoderamiento económico, político y social del crimen organizado, lo contrario en México, que por orden presidencial se tiene que aplicar la política de abrazos y no balazos.
Mientras López Obrador se lleva a los actores políticos y a la sociedad a su terreno, los tiene embobados en temas triviales para que eviten ver la realidad del país que se está cayendo a pedazos, un caso concreto, lo que esta pasando en Chilpancingo , Guerrero, la barbarie en un contexto de violencia generalizada por el crimen organizado, ya no es novedoso, la alianza entre grupos criminales, políticos y los empresariales, un gobierno vinculado con los cárteles de la droga, asociándose con los “Ardillos”, reuniones a plena luz del día en lugares públicos sin el temor a ser grabados. La jungla en Chilpancingo, población incendiada, asesinatos contra taxistas, a quienes el crimen organizado no permite trabajar, choferes del transporte público, asesinados cobardemente por sicarios con más saña, salvajismo, como si se pudiera medir este flagelo, brutalidad extrema ante una autoridad cómplice y no árbitros del bien contra el mal, Los Tlacos, contra los Ardillos, para dirimir diferencias, lo cotidiano en el país, pugna del territorio, del crimen organizado.
La gravedad de la inseguridad que priva en el 81% del territorio nacional nada importa a López Obrador metido de lleno en el proceso electoral y en contra de quien lo está venciendo de este momento, la declaración de guerra a la propuesta opositora de elegir como candidata a la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, lo tiene fuera de control, su enfermedad mental en crisis, el loco de Macuspana, el pen…. Ya está pasando aceite.
La última y nos vamos: el lobo ya está en entre nosotros, ¿Qué vamos a hacer con él?, convivir como quiso San Francisco hacer con su hermano lobo, o sacarlo del país, porque el lobo, en su esencia es opuesto a la sociedad, todo el tiempo, viviendo en la mentira, en pleitos, pisoteando la ley, un criminal, un farsante, ¿Acaso esperan que cambie?, no sean simples, López Obrador no cambiara, hará todo lo que tenga que hacer para mantenerse en el cargo, un politiquillo enfermó de poder.