A Nivel Banqueta - ¿Qué hay del deporte en Cuernavaca?
En opinión de Francisco Valverde Prado
A nivel mundial, el 23% de los adultos y el 81% de los adolescentes (de 11 a 17 años) no siguen las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre actividad física para la salud, de acuerdo con datos proporcionados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En México, las cifras no mienten ni tampoco andan nada bien. Por el contrario, siete de cada diez adultos, cuatro de cada diez adolescentes y uno de cada tres niños presentan sobrepeso u obesidad. Cifras que nos sitúan dentro de los países con serios problemas en materia de salud pública.
Dicho de otra forma, México se ha convertido en un país más obeso y, en consecuencia: la diabetes, hipertensión y otras comorbilidades, no han dado tregua alguna. Si nuestros niños y jóvenes son el futuro, sin duda lo urgente es que los activemos, apaguemos Netflix por un rato, dejemos las palomitas y las garnachas, para darle paso a siquiera un poco de actividad física. Lo que nos lleva a nuestra siguiente pregunta: ¿Dónde fregados hacemos ejercicio? ¿Qué espacios o programas existen para fomentar una nueva cultura de actividad física?
En el estado de Morelos, la inversión realizada en nuevos espacios para practicar deporte es nula o más bien: ni se ve ni se oye. Cuernavaca no es la excepción, más allá de una ciclopista que ni es ciclo ni es pista, contamos con el Parque Ecológico Chapultepec, Parque Jardín Revolución y Parque Tlaltenango, ninguno de ellos verdaderamente preparado para poder brindar y comunicar actividades deportivas a los habitantes de nuestra ciudad.
En la práctica como en muchos otros temas, los ciudadanos han demostrado estar por arriba del nivel de nuestros gobernantes, buscando por medio de la apropiación de calles, esquinas o de lo que se pueda, la creación de espacios para ejercitarse.
La realidad es que en Cuernavaca poco o nada se ha hecho para activar a la comunidad, al menos no desde el ejercicio de gobierno. No se trata de ser negativos o mal viajados, pero si de ser objetivos y analizar los datos duros. Lo que recomienda la OMS es que no sólo se cuente con los espacios suficientes para la activación física pero también con todo un sistema que dialogue entre si para la sana convivencia de la comunidad, cumpliendo con los derechos esenciales de cualquier ser humano.
La seguridad, equidad de genero, una sociedad más equitativa y una cultura que proteja y enarbole al ser humano como el actor principal de las calles de nuestra ciudad, es y será siempre el ideal a seguir.
Así que no se dejen engañar, mientras sigamos teniendo espacios públicos de pésima calidad, podemos dar por hecho que nuestra clase política nos sigue dando puro atole con el dedo. Frases abstractas que nada significan y sólo peleándose entre ellos para quedarse con la parte gorda del botín. Pero eso si: luego nos preguntamos porque tantos mexicanos se mueren por Covid o porque tantos niños y jóvenes tienen problemas graves de sobrepeso, ¿será que no tienen ni a dónde ir? ¿A dónde correr, jugar fútbol o andar en bicicleta?
En contraste: Uber Eats, Oxxo o Seven Eleven (entre muchos otros), están listos para vendernos alimentos chatarra y de muy mala calidad, a tan sólo unos cuantos pasos. ¿Cómo podemos esperar que nuestros niños no estén gordos si no se mueven y además comen de la tostada?
La inseguridad tampoco ayuda en nada. Mientras que el caminar, pedalear o correr, tenga siempre un ingrediente o amenaza a ser asaltado o robado, los incentivos para intentarlo siempre serán los menos o en el mejor de los casos: un acto de rebeldía.
Cuernavaca tiene muchos atributos para hacer de sus calles, espacios para la sana y libre convivencia, pero no mientras sus gobernantes sólo estén preocupados por cuanto dinero lograrán robarse este año o el que sigue.
Por lo pronto, necesitamos hacer de los parques y espacios públicos que ya tenemos, todo un sistema que dialogue entre si para poder contar con un conjunto de actividades físicas y culturales que puedan ser medidas por sus resultados e impacto en la comunidad y no sólo como esfuerzos aislados que a pesar de ser muy valiosos, terminan en ser de muy corto alcance y duración.
Hagamos de la calle un espacio para recuperar mucho de lo que hemos perdido: salud, educación, seguridad, crecimiento económico y un medio ambiente al que podamos darle lo mismo que esperamos de el para poder existir.
“La creatividad empieza cuando le quitas un cero a tu presupuesto: Jaime Lerner”.
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