Balazos a las víctimas, abrazos a los delincuentes
En opinión de José Román
Estados Unido ofrece recompensas por entregar a los hijos del Chapo, entre otras, las cantidades resultan atractivas para tentar a la gente cercana a esos jóvenes. Lo que EU ignora es que al parecer existe una tácita protección o al menos disimulo por parte de las autoridades federales mexicanas para que esto no sea posible. Se deduce por la buena relación que con ese grupo delincuencial se desprende de la falta de acciones en su contra y del dialogo muy cálido y fraterno conque nuestro presidente trató a la abuela de estos hijos del famoso Chapo en una visita que les hizo después de haber soltado a Ovidio, uno de los muchachos hijo del Chapo ya estando detenido.
Y es que a Estados Unidos le está costando la nada insignificante cifra de 100 mil muertos anuales producto en grandísima parte del consumo de la droga, en especial Fentanilo que les llega de parte de varias organizaciones criminales radicadas en México y operando en México bajo una notoria impunidad o falta de acción en su contra por parte del gobierno federal que es el obligado a conservar el orden y el respeto a la ley.
Dijo el presidente de EU hace escasos dos días que El Mayo Zambada, El Mencho, 4 hijos del Chapo Guzmán, los Zetas y los líderes del cartel de los Beltrán Leyva son una amenaza para la seguridad nacional de ese País. ¿Qué implica eso? Después de las recompensas, la persecución aún en territorio extranjero de los delincuentes que afecten el interese y la seguridad nacional de los EU, lo que en el fondo es dar manga ancha para que se opere el buscarlos a donde sea, secuestrarlos y llevarlos clandestinamente a EU para ser juzgados. En el caso del Quique Camarena así lo hicieron en Jalisco hace ya muchos años. Lo obvio, al menos así lo creo, AMLO se dio el lujo de contestar que es a México al que le corresponde detenerlos, no a los Gringos, pero me pregunto: ¿los gringos serán tan ingenuos como para pensar que los mexicanos y en especial el gobierno de don Andrés Manuel, los va a detener y enviar a EU para que se les juzgue? No lo creo porque tendrían que esperar sentados y por lo menos en este gobierno, no miro ni la más remota posibilidad de querer combatir a la delincuencia. La misma cacareada frase del presidente dice clara su política al respecto: “abrazos, no balazos”, y es que los balazos están reservados a las víctimas, a los indefensos, a los mas fregados. Ahí ni para buscarle. Luego entonces los EU tendrán que decidir y buscar la forma para nosotros ilegal de llevarse a los jefes de esas organizaciones para juzgarlos por la introducción ilegal de las drogas. ¿Cómo lo harán? Ese es su cuento, lo que así ante tamaña mortandad de gringos jóvenes, justo es que hagan algo si el vecino obligado (AMLO) solo quiere abrazos y besos y nada de balazos para los delincuentes. En total, sumado las cantidades, EU ofrece la nada despreciable suma de 80 millones de dólares por 8 capos mexicanos. Se incluye también a Los Guerreros Unidos, CJNG, Zetas, Los del Golfo, los Beltrán Leyva, el cartel de Juárez y la familia Michoacana. Los métodos a emplear por los EU no siempre son los que marca la ley y se toman en muchos casos la ley en su mano por encima de lo que sea y dependiendo el daño que sufren pueden estar tentados a hacer lo que sea, dentro y fuera de la ley para detenerlos, aunque AMLO SE OPONGA Y DIGA QUE SOLO EL ES EL QUE OPERA LA LEY EN MÉXICO, algo que no le creen por principio los propios delincuentes que operan bajo sus reglas y bajo sus leyes y no son precisamente las de AMLO, o las del honorable congreso de la unión dominado por Morena, o de chiripa lo que dicen nuestros códigos, que son letra muerta.
Pero bueno, en Morelos tampoco cantamos mal las rancheras y ya lo dijo hace unos días el Señor Obispo Don Ramón Castro Castro, “en Morelos la extorción se extiende como cáncer incurable”. Nada nuevo por cierto y nada que no haya dicho y advertido con anterioridad la única autoridad religiosa que se ha atrevido a denunciar esta amarga realidad, porque las demás iglesias, solo tienen el silencio como regla no obstante que a sus feligreses les toca pagar las extorciones. El Cuahu, bien gracias, notas van y notas vienen, balazos van y balazos vienen, muertos caen y delincuentes vienen y nada de nada porque salvo alguno que otro chiripazo, no detienen ni a sus hijos menores cuando cruzan la calle, menos investiga la Fiscalía que no sirve de nada a la sociedad. Lástima de tanto dinero que damos en los impuestos al gobierno. Dinero tirado a la basura.