A buenos precios sigue la venta de la Noche Buena en viveros de la capital
Redacción 
La ciudad de Cuernavaca está renaciendo de la mano de sus productores de ornamentales, que en esta época de fin de año han registrado un incremento en las ventas de la flor de nochebuena, recibiendo desde el inicio de la presente administración municipal el respaldo para fortalecer su producción.
Como lo dice su denominación la ciudad de la Eterna Primavera cuenta a lo largo y ancho del municipio con viveros donde se produce esta flor, mundialmente conocida como el símbolo de Navidad, desde Santa María hasta Tetela del Monte, Chapultepec y Acapatzingo, donde su cultivo inicia en el mes de octubre cuando las noches son más largas debido a que necesita periodos largos de oscuridad, pintando sus geométricas hojas en color rojo, aunque existen otras variedades, para arrancar su comercialización a partir del 10 de noviembre.
El director de Fomento Agropecuario, Daniel Montaño Mondragón, indicó que, hace dos semanas representantes de la rama productiva confirmaron que las ventas van aumentando de manera gradual, como ocurrió en los meses de octubre y noviembre con la flor cempasúchil, confiando en que esta ocasión con todas las mejoras que ha hecho el municipio en materia de obra público en los distintos poblados de la capital morelense, podrán obtener los ingresos esperados.
Precisó que, con la encomienda del presidente municipal, José Luis Urióstegui Salgado, de rescatar y fortalecer al campo cuernavacense, los apoyaron con la entrega de insumos, como maceta, bolsas y fertilizante; además han llevado a cabo diferentes eventos a lo largo del año para pudieran ofertar sus productos, no solo de temporada, sino que producen de manera anual, como la Feria de la Primavera, Cuernavaca 2022, donde se tuvo un espacio exclusivo para las ramas productivas; así como la Expo Pan Artesanal y Expo Día de Muertos, Cuernavaca 2022, apoyándolos también con la difusión y promoción de cada uno de sus productos.
Ante ello, el funcionario municipal hizo un llamado a la población y visitantes para consumir productos locales hechos por manos cuernavaquenses que con mucho esfuerzo, dedicación y amor luchan porque su trabajo siga a flote pese a cualquier adversidad, siendo pieza fundamental en el desarrollo económico de Cuernavaca.
