Amanecer
En opinión de Carlos Morales Cuevas
Entre las persianas de nubes
se abre paso la mirada de Dios.
Sobre el cristal del asfalto anegado,
se evapora el silencio de los muertos
que de noche nos oprimen la espalda
intentando romper los barrotes del aura.
He escrito mi nombre en las gotas que caen,
llovizna sempiterna, rímel de la neblina
que extiende sus alas abrazando este desierto,
en mitad de la oquedad que es noche.
Vibra la voz de las campanas.
Sobre la tierra magenta,
rehílan las raíces de las piedras.
Roídos los huesos del crepúsculo,
vuelven añorando un epitafio que abrigue sus miedos.
Navegando en los tempestuosos mares del fuego,
por entre las persianas de nubes,
Dios parpadea…
Amanece.