Serpientes y escaleras - Adiós Nissan

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Adiós Nissan

No había manera de evitar la salida de la armadora; lo que ahora se espera del gobierno es capacidad para afrontar el reto.

 

Adiós Nissan

El cierre de Nissan Civac estaba cantado desde hace años, cuando la empresa se quedó sin lugar para expandirse y el crecimiento y la modernización de sus procesos se enfocó en Aguascalientes. Durante años se habló de la salida de la planta japonesa, se realizaron suspensiones parciales y múltiples recortes de personal; hoy la decisión es contundente e irreversible. ¿Qué puede hacer el gobierno estatal ante una situación así?

Es imposible minimizar el efecto negativo que representa para la economía morelense el cierre definitivo de Nissan Civac, se trata del mayor golpe industrial que ha recibido nuestro estado en décadas; no solo se perderán más de 4 mil empleos directos y miles de indirectos, también se pone en juego la vocación económica de una región cuya empresa insignia se había convertido también en un punto de identidad para los morelenses.

El reto inmediato para el gobierno de Morelos ante esta situación es enorme, porque deberá evitar el colapso económico de dos municipios metropolitanos que dependen en buena medida de la riqueza que genera la planta; ahora se necesita contener el desempleo masivo que se viene y se tiene que reorientar con rapidez el futuro industrial del estado, porque hay varias empresas y negocios que viven de Nissan.

La pregunta obligada ante un escenario así es obvia ¿Está el secretario de economía a la altura del reto?

En los círculos empresariales, políticos y ciudadanos Víctor Sánchez no tiene la mejor imagen, se refieren a él como un funcionario que no resuelve y de una dependencia que no funciona, porque su titular se la pasa de fiesta, algo muy grave, sobre todo cuando se presenta un escenario tan complejo como el actual.

El cierre de la planta japonesa de Civac no es un tema menor, se trata de la crisis industrial más fuerte de la historia moderna de Morelos y para hacer frente a algo así se requiere de un secretario que tenga un perfil altamente técnico, con un buen equipo, relacionado con todos los sectores productivos y la capacidad de dialogar y avanzar con todas las áreas de gobierno en sus tres niveles, porque esta crisis demanda el apoyo de todos.

El desempleo masivo que provocará la salida de la empresa nipona es solo uno de los efectos inmediatos que veremos; en paralelo aumentará la inseguridad y se registrará un efecto dominó en varios sectores relacionados con esa industria, amén de la posibilidad de que otras compañías que trabajan directamente con la armadora se vayan porque ya no tendrán mercado.

A pesar de la habilidad discursiva de Víctor Sánchez, hasta el momento no hay evidencia de que su oficina tenga un plan sólido frente al cierre de Nissan; más aún: no parece que la dependencia imaginara este escenario, ni tampoco trabaja en una línea que fortalezca el desarrollo, impulse la economía y anticipe situaciones de crisis. Vamos: ni siquiera hubo contundencia en el posicionamiento luego de que se confirmó el cierre de la compañía.

Ante un panorama tan complejo como el que provoca el éxodo de Nissan, la gobernadora debe tener planes de contingencia y caminos que seguir, porque aunque no se trata de algo provocado por su gobierno, ni de una situación que estuviera al alcance de ninguna autoridad mexicana, el cierre pondrá en tela de juicio la capacidad del gobierno para responder a las adversidades. La continuidad de Víctor Sánchez como titular de economía dependerá de su habilidad para atender una emergencia económica que rápidamente puede convertirse en una bomba social.

Hasta ahora la Sedeco, igual que otras oficinas, son floreros del gabinete, dependencias decorativas que se mueven en lo mediático, que se manejan en lo discursivo, pero que no ha dado resultados tangibles. Lo que se requiere en este momento es que el gobierno asuma el liderazgo, convoque a todo el sector productivo estatal, una a todas las fuerzas del estado y los tres niveles de gobierno, pero eso sólo se logrará con un plan real, concreto, palpable, realizable y medible, nada de lo que hasta ahora hemos visto en esa secretaría.

En lo inmediato hay que atender a los miles de trabajadores que perderán su empleo, se necesita evitar un vacío económico en Civac, definiendo qué tipo de industria tomará el lugar de Nissan. La ciudadanía necesita ver que su gobierno entiende la magnitud del golpe y toma decisiones inmediatas; la gente requiere certeza de que hay capitán al frente del barco.

¿Qué tal buscar acuerdos con universidades tecnológicas y empresas regionales para el reentrenamiento de los trabajadores en logística, electromovilidad, mantenimiento industrial y nuevas tecnologías; convocar a inversionistas nacionales e internacionales para explorar el uso del terreno que quedará vacío; promover un Hub Logístico para el centro del país o un miniparque de manufactura avanzada; tal vez ofrecer incentivos fiscales inmediatos para las empresas que se instalen y contraten extrabajadores de Nissan y dialogar inmediatamente con embajadas, cámaras binacionales y empresas del sector automotriz y logístico para ofrecer a Morelos como opción de inversión?

El reto, además, es que el gobierno a través del secretario de desarrollo económico tenga contacto directo, inmediato y permanente con los trabajadores, para evitar que esta situación empresarial detone un conflicto social de gran escala que pueda ser utilizado como bandera política en contra de la gobernadora.

El cierre de la planta de Nissan en Civac no es una simple mala noticia, es una prueba de fuego para que la administración de Margarita González Saravia demuestre que está preparada para gobernar y no solo llegó a administrar el desastre que le dejaron. El secretario de desarrollo económico no puede seguir de fiesta permanente mientras la economía del estado se incendia y miles de trabajadores se van a la calle.

O víctor Sánchez toma ya el liderazgo que el sector necesita o será mejor que se haga a un lado para que no estorbe.

·         posdata

Para nadie es secreto que en el país y en el estado se vive una severa recesión económica. Más allá del discurso triunfalista de la presidenta y el atole con chocolate del Bienestar que nos ofrecen cada mañana en las conferencias del pueblo, en la calle la situación económica es compleja, la más difícil en muchos años.

La recesión económica y el desempleo tienen un impacto directo, profundo y acumulativo en el ánimo colectivo y eso se traduce en efectos políticos y electorales muy concretos. Lo llaman humor social.

Lo que está ocurriendo hoy en Morelos con el cierre de Nissan, el aumento del desempleo, la inseguridad y la falta de resultados tangibles afecta la percepción pública de manera peligrosa para quienes gobiernan.

El paso de la esperanza al desencanto es muy rápido: la confianza muta en frustración silenciosa y luego aparece el enojo abierto. De la confianza al escepticismo el trayecto es corto cuando la palabra del gobierno no se cumple y las promesas de los gobernantes pierden valor. En esos casos los anuncios, las declaraciones y los programas se convierten en tierra fértil para la desafección o el rechazo.

El cierre de Nissan es un golpe durísimo para el estado y se puede convertir en el Waterloo para Morena en Morelos, si la atención al tema no se hace de manera adecuada e inmediata. La crisis económica casi siempre termina señalando el rostro del gobierno sin importar las causas y lo que estamos viendo puede volverse un argumento muy fuerte contra la 4T en las próximas elecciones, si la economía de los ciudadanos no mejora.

En situaciones de crisis como la que vivimos siempre surgen liderazgos alternativos: alcaldes, empresarios, organizaciones sociales, actores, partidos políticos e incluso grupos criminales que llenan el vacío de autoridad.

El terremoto del 2017 cobró una altísima factura al PRD y al gobierno de Graco Ramírez, no porque fueran los causantes del desastre, sino por la manera como afrontaron el problema. Hoy la historia puede repetirse en la imagen de Morena, porque los demás partidos van a culpar al gobierno por no haber anticipado esta situación y porque no supieron atender adecuadamente la crisis.

Cuando el dinero no alcanza, los discursos ya no emocionan y los códigos de ética no ilusionan. En tiempos de crisis lo que sostiene a un gobierno es su capacidad real de cambiarle la vida a la gente.

Si eso no sucede, la gente hablará donde a los políticos más duele: en las urnas.

·         nota

La siguiente reflexión es de Rafael Tamayo, exsecretario de Desarrollo Económico y economista de profesión:

Sin duda, un fuerte golpe a la economía de Morelos. Varios miles de trabajadores al desempleo; su falta de ingreso impactará las ventas de muchos comercios y servicios. Aunque no de inmediato, podría provocar el cierre en Morelos de varios proveedores. Impactará pues de forma negativa el de por si magro, casi nulo, crecimiento económico del estado.

NISSAN-CIVAC desde hace mucho tiempo funcionaba como un “buffer”; es decir, en los buenos tiempos de demanda en aumento era lo ultimo que se habilitaba, primero llevaban a tope la producción de Aguascalientes, mientras que en los tiempos malos de demanda en descenso era lo primero que se inhabilitaba. Esto debido a que la planta de Aguascalientes es mucho mas eficiente y productiva que la de CIVAC.

Hoy, ante un exceso de capacidad instalada a nivel global y una reduccion de ventas, lo logico es cerrar lo menos productivo. Antes lo que ocurria con CIVAC era que reducian turnos (enviaban a los trabajadores temporalmente a descansar), varias veces lo vimos, pero hoy deciden cerrar. ¿Por que? Porque a diferencia de antes, hoy no se trata de un problema coyuntural que pasa pronto, hay nuevos y fuertes jugadores en el mercado y la empresa no prevee recuperar su nivel de participacion pronto; hay cambios estructurales o “definitivos”.

No hace mucho NISSAN-CIVAC atravesaba aún por buenos tiempos; en 2009 exportaba por primera vez, el TIIDA, para varios paises de centro y Sudámerica, a finales de 2012 la planta producia al limite de su capacidad.

Posteriormente, de cuando en cuando, salia el tema del posible cierre, pero no se hizo nada. Por ejemplo, un esfuerzo amplio por facilitar la llegada de proveedores de primera línea o llevar el gas natural por ducto a CIVAC, entre otras cosas. Hoy le truena el problema al actual gobierno y lo unico que no puede hacer es quedarse pasmado, tiene la obligacion de que ante este hecho lamentable se prepare con medidas extraordinarias, con la ayuda del gobierno federal, para atenuar la catastrofe que se viene en lo inmediato y para iniciar una estrategia de crecimiento económico de largo plazo. No puede ser omiso”.

·         post it

La decisión de cerrar la planta de Nissan en Civac se tomó en el corporativo y nada puede hacer el gobierno de Morelos ante ello; el movimiento deriva de una estrategia global que sigue la empresa para enfrentar los desafíos que le provoca el embate de la industria automotriz china.

El cierre de la armadora se hizo público esta semana, pero obviamente la medida se acordó tiempo atrás, hace semanas o quizá meses.

La semana pasada el secretario Víctor Sánchez afirmó categórico que Nissan no cerraría su planta en Civac y unos días después la compañía anunció su éxodo.

Una de dos: o el titular de Desarrollo Económico de Morelos no estaba enterado, porque no mantiene contacto con la empresa, ésta no tuvo la confianza para decírselo o ya lo sabía y mintió. Las tres opciones es terribles.

·         redes sociales

Para no soltar el tema:

La planta de Nissan en Morelos estuvo a punto de irse del estado en varias ocasiones, en tres de ellas era prácticamente un hecho. La primera fue en la época de Jorge Carrillo Olea y el general atajó el problema ofreciendo incentivos a la armadora para que se quedara; y se quedó.

Dos ocasiones más hubo crisis: una durante el gobierno de Marco Adame y la última en la pandemia, con Cuauhtémoc Blanco. En ambos casos el trabajo de los secretarios Rafael Tamayo y Cecilia Rodríguez fue muy bueno y ayudó a que esa importante fuente de empleos no cerrara.

Hoy la bomba le explotó en las manos a Víctor Sánchez y necesita convocar al sector productivo para cerrar filas frente a un problema que nos atañe a todos.

Ojalá Víctor nos haga quedar mal y demuestre ser el secretario que Morelos necesita en este momento.

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