Solo un milagro salvará a los restaurantes de Cuautla
Solamente un “milagro” los salvaría de la casi ruina en que están los restaurantes de Cuautla y la Región Oriente del Estado, debido a que primero fue la pandemia del covid-19, y ahora las bajas ventas que han registrado, a pesar de los llamados “puentes largos”. Cuando se esperaba que por las fiestas decembrinas la recuperación fue paulatina, resultó que no, no hay ni ventas ni tampoco reservaciones para las festividades navideñas y de fin de año.
Eduardo Martínez representante de la Cámara nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) de Cuautla, sostuvo que ni con el cambio de semáforo epidemiológico se logró una mínima recuperación. Sostuvo que la industria vive una de las peores situaciones a las que se han enfrentado y solo un “milagro” podría hacer que cambiaran las cosas, porque “hasta ahora no hay nada”.
Señaló que la temporada navideña y de fin de año no “pinta bien” para los restaurantes, que ni siquiera han aumentado los precios en sus alimentos, por el contrario los han sostenido y en algunos casos hasta bajado de precio. Observó que ello a pesar de que los insumos han elevado sus costos, los productos que se usan para la transformación de los alimentos también han incrementado de precio.
“La situación es grave, porque lo que estamos viendo es que o aguantamos o nos morimos en la raya, esa es la real situación que estamos viviendo; los tiempos son difíciles y o seguimos o mejor cerramos”, subrayó. Detalló que en caso de cerrar se provocaría que cientos de empleos se terminarán, porque en un restaurante no solo son los cocineros y meseros, hay más trabajadores que viven de la industria.
Además, abundó que también se afectará a los productores de hortalizas, vegetales y hasta granos básicos, porque al dejar de consumirse, enfrentaran pérdidas “como las que nosotros estamos pasando actualmente”. Dijo que es una cadena en la que todos están entrelazados, por eso muchos restaurantes todavía tienen la esperanza de una recuperación, por muy mínima que está sea, además de que no quieren afectar la planta productiva.
Indicó que van a esperar para que no cierren sus puertas, porque de hacerlo, el año que viene tendrá cientos de desempleados y también gente del campo afectada por la falta de consumidores como en este caso son los restaurantes.