Serpientes y escaleras - La sucesión

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - La sucesión

¿Podrá Cuauhtémoc Blanco poner al candidato a gobernador de Morelos en el 2024?

 

La sucesión

Enmedio de la efervescencia por la sucesión hay una pregunta presente en la mente de todos los que quieren competir por la gubernatura de Morelos en el 2024 bajo las siglas de Morena: ¿Le volverán a dar la candidatura a Cuauhtémoc Blanco?

En los pasillos de poder la historia se cuenta con naturalidad: “el presidente le prometió al gobernador que él pondría al candidato en el 2024”. Y añaden: “Andrés Manuel López Obrador “necesita” que Cuauhtémoc compita en la ciudad de México y sume votos en la capital, para evitar que la oposición les gane”.

En política este tipo de comentarios son más comunes de lo que muchos pensarían; no importa el nivel político en el que se hable, las historias corren muy rápido a pesar de lo inverosímiles que puedan ser a simple vista. Otro cuento se repite constantemente desde la oficina de la senadora Lucía Meza: “El presidente ya dijo que en Morelos una mujer va a ser candidata”. ¿En serio? ¿Y a quién se lo dijo?

Cualquier hipótesis que al respecto se haga a dos años de la elección cae en el terreno de la especulación; tomando en cuenta la personalidad y estilo del presidente Andrés Manuel López Obrador suena poco creíble que haya prometido la candidatura, sobre todo tratándose de alguien que no pertenece a su partido. Lo mismo puede decirse de la hipótesis de que ya se ha definido que en Morelos la candidatura será para una dama, toda vez que antes de la tierra de Zapata hay otras gubernaturas en disputa que acaparan por el momento toda la atención política del presidente y de su partido.

Lo que es innegable es que dada la cercanía de Cuauhtémoc Blanco con el presidente de México, su voz será tomada en cuenta en el proceso de sucesión y si bien suena improbable que el tabasqueño le regalara un cheque en blanco, lo que sí es posible es que le haya ofrecido impulsar a su candidato, si este aparece bien posicionado en las encuestas al momento de tomar la decisión.

A partir de ello se puede entender la promoción permanente que recibe el secretario de movilidad y transporte Víctor Mercado, convertido desde hace algunos meses en el alma de todas las fiestas gubernamentales e invitado de honor en todos los actos oficiales. No hay evento público al que acuda el gobernador Cuauhtémoc Blanco en el que falte “El Güero”. Incluso en las visitas presidenciales el secretario se ha vuelto personaje de primer nivel, con acceso a espacios exclusivos a los que no acceden los demás secretarios del gabinete estatal.

A nadie queda duda que el candidato del americanista es su amigo Mercado, queda claro que toda la fuerza del estado y la promoción institucional se ha volcado a su favor para elevar su nivel de conocimiento social y ponerlo a la vista de todos los votantes. La pregunta siguiente puede ser incómoda, pero es necesaria ¿Es ese el camino que realmente ayudará a Víctor Mercado a mejorar su popularidad y sobre todo, a obtener rentabilidad electoral en el 2024?

Observar el proceso electoral que viene tomando solo en cuenta el posicionamiento de Morena puede ser un error garrafal de parte del equipo cuauhtemista; lo primero que deben entender es el contexto de la elección y los pasos que deben dar antes de salir a buscar los votos de la gente. Explico:

Dada la ausencia de oposición en Morelos, el riesgo más alto que existe en la corriente obradorista se encuentra dentro de su propia casa. La división en Morena es inocultable y el distanciamiento del gobernador con la mayoría de los actores políticos estatales les va a pasar factura en los próximos meses.

El control que tiene Ulises Bravo dentro del Movimiento de Regeneración Nacional es subjetivo, es decir, lo que en realidad controla el hermano es a la gente que inscribió en el proceso de elección interna, no a la base obradorista, ni a los militantes, ni mucho menos a los simpatizantes. Lo que tiene en sus manos son personajes multicolores, ataviados con banderas y camisas de Morena, pero ajenos a la estructura, militancia y vida interna de ese partido. Ergo: controla lo mismo que ya controlaba en el PES.

Los líderes históricos de Morena, muchas de las autoridades emanadas de ese partido y sobre todo los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador no ven a Cuauhtémoc Blanco ni a su hermano como el reflejo del obradorismo. Por el contrario: entre las pocas cosas que reclaman a su líder nacional está la absoluta protección al jefe del ejecutivo estatal por encima de quienes históricamente lo han apoyado. Y eso es porque por mucho tiempo los estrategas del gobernador lo alejaron de Morena.

Para obtener la candidatura en el 2024 el ejecutivo y su equipo deben tener claridad de las cosas; engañarse a si mismos o suponer que la voz del presidente imperará en el ánimo de los morenistas y del electorado es irreal porque, además, Andrés Manuel López Obrador no estará en la boleta electoral del 2024.

Si Cuauhtémoc Blanco quiere que Víctor Mercado sea su sucesor debe cambiar de actitud frente a los morenistas, debe poner en orden a sus seguidores y conciliar intereses con todos los que intervienen en la sucesión. Item más: aunque hacia afuera es claro quién es el candidato del gobernador, en algunas áreas de su equipo no están convencidos de apoyar al secretario. Mientras la persona más cercana al afecto del americanista no acepte a Mercado como candidato, sus tropas tampoco lo van a hacer.

Luego viene la parte partidista: los alcaldes mejor posicionados han sido desplazados de los eventos oficiales y les han cerrado las puertas del gobierno estatal, pero su influencia en la contienda que viene está fuera de dudas. Sí Morena postula al candidato del gobernador, este necesitará de toda la ayuda posible para ganar, especialmente la de los presidentes municipales. Sin ellos o contra ellos la elección se va a complicar.

Los últimos acontecimientos políticos que hemos visto en el estado anticipan cómo será el cierre de esta administración. Pongámoslo en perspectiva: el 01 de octubre del 2024 tomará protesta el próximo gobernador de Morelos; antes de ello habrá un proceso interno, una elección constitucional y un gobernador electo. Al régimen actual le quedan menos de dos años, el tiempo apremia.

No solo por razones electorales, también por gobernabilidad y tranquilidad personal Cuauhtémoc Blanco necesita aliados, necesita apagar fuegos y construir un buen proceso de cierre gubernamental. Todos los que hoy han sido desplazados por el equipo cuauhtemista van a jugar en su contra en el 2024. ¿Para qué mantener o sumar enemistades?

Difícilmente el presidente Andrés Manuel López Obrador le regalará una candidatura gubernamental a un gobernador saliente; en el caso de Cuauhtémoc Blanco es posible que le tome en cuenta y le tenga consideraciones, pero incluso en ese caso tomará en cuenta la opinión de la candidata o del candidato presidencial. Pensemos: ¿Claudia Sheinbaum estaría de acuerdo en postular a un funcionario del gobernador saliente?

La fuerza política del gobernador con el presidente es incuestionable, pero también lo es el hecho que cada día ambos personajes pierden poder, capacidad de movimiento y enfrentan una crítica más severa. En el caso del ejecutivo federal su blindaje social y control del partido le permite estar tranquilo, marcar agenda y actuar a sus anchas; localmente la historia es otra: el gobernador ha dejado muchos heridos en el camino, tiene muchos frentes abiertos y el trabajo de conciliación de su equipo político constantemente se ve afectado por las decisiones de su hermano.

Por razones políticas, electorales y personales, Cuauhtémoc Blanco necesita aliados locales que le acompañen en el cierre de su administración, porque aunque el cariño de López Obrador hacia él es genuino, no alcanza para resolver todos los problemas que tiene enfrente, ni los que tendrá cuando deje de ser gobernador.

·         posdata

Ante la evidente caída política de Rabindranath Salazar en la carrera por la gubernatura, las figuras que se posicionan dentro de Morena son los alcaldes Juan Ángel Flores y Rafael Reyes; del lado del gobernador está el secretario Víctor Mercado y si la decisión es por género a nadie le queda duda que la candidata será Margarita González.

Sea quien sea, el abanderado requerirá del apoyo de los otros aspirantes, ya sea para que se unan a él (o ella) en la búsqueda de votos o para que no le jueguen las contras desde el partido, como sucedió en Cuernavaca en el 2021.

Hagamos memoria: el candidato de Morena en la capital en la elección pasada fue Jorge Argüelles y su actitud durante el proceso fue altanera. El entonces diputado ya se sentía presidente municipal porque lo apoyaba el gobernador, porque competía bajo las siglas de la 4T y porque tenía mucho dinero; Argüelles Vitorero se pasó de arrogante, confió en un mal equipo de campaña, en las estructuras que compró y supuso que con 17 puntos de ventaja nada lo iba a detener.

Hoy Jorge Argüelles es un cartucho quemado, sin cabida en Morelos, sin aliados en Morena y alejado del gobernador.

El peor pecado en política es la arrogancia.

·         nota

Octubre es, hasta ahora, el mes más violento del año en Cuernavaca, dice el alcalde capitalino. José Luis Urióstegui pide que venga la marina y el ejército, porque “la guardia nacional no sirve”.

Hablando de cosas inservibles: ¿Y si le da una revisadita al trabajo de su jefa de policía y a su estrategia de seguridad? Porque evidentemente su estrategia no sirve para nada.

·         post it

Pronto se cumplirán los plazos para que los exregidores que solicitaron el criterio de oportunidad aporten las pruebas que dijeron tener. ¿Las entregarán? ¿O regresarán a la cárcel?

·         redes sociales

El ayuntamiento de Jojutla se lució con su caravana de Día de Muertos, hasta el alcalde se disfrazó.

El chiste no es participar en el evento, sino hacerlo con gusto y que se note.

No es casual la popularidad que tiene Juan Ángel Flores.

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