Serpientes y escaleras - La agenda del fiscal

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - La agenda del fiscal

Juan Salazar pasó del dicho al hecho; ya dio los primeros dos golpes fuertes a la corrupción

 

La agenda del fiscal

En las últimas semanas la Fiscalía Anticorrupción de Morelos ha dado dos fuertes golpes a la corrupción; la detención de Antonio Villalobos y Sergio Beltrán Toto han cambiado la dinámica que esa oficina nos había ofrecido desde su creación: ahora sí se ve la decisión de ponerle un alto a la impunidad. Lo atractivo de esta historia no está en los procesos, en las documentales o las figuras detenidas, lo verdaderamente interesante radica en el porqué de la nueva actitud de la oficina. ¿Cuál es la agenda del fiscal Juan Salazar?

Suponer que la detención del exalcalde capitalino y del exfuncionario graquista se debe solo a la actuación de los jueces sería equivocado, porque implica observar solo el proceso jurídico. Algo sucedió en los últimos tiempos, algo se movió, algo cambió porque casi de manera simultánea las autoridades del poder judicial reclasificaron los delitos y determinaron que los acusados continuaran el proceso tras las rejas. ¿Por qué?

Lo que sucede no tiene que ver solo con una dependencia, para entender lo que ocurre habría que dar un paso atrás y notar que la fiscalía especializada en combate a la corrupción y el poder judicial estatal actuaron en sincronía; luego entonces hablamos de una agenda compartida, de algo que no surgió de la noche a la mañana, ni está delimitado por la técnica jurídica y los tiempos judiciales.

La FECC y el TSJ son instituciones con atribuciones específicas que se mueven a partir de una lógica técnica, pero que de ninguna forma están ajenas a la agenda política del estado. Rubén Jasso, el exmagistrado presidente del Poder Judicial es un personaje graquista, fuertemente ligado al exgobernador, que como titular del TSJ continuó la labor de su antecesora y mantuvo los mismos compromisos con el tabasqueño que Carmen Cuevas. Jorge Gamboa es diferente.

El actuar de Juan Salazar se ha discutido ampliamente desde hace mucho tiempo; aunque su trayectoria profesional comenzó mucho antes que el gobierno anterior, su incorporación como consejero jurídico estatal y su postulación desde ahí como fiscal anticorrupción lo marcó como un alfil de Graco Ramírez. Y su actuación como fiscal no dejaba dudas de ello: más de sesenta denuncias contra funcionarios del régimen anterior se han presentado en su oficina y muy pocas han avanzado. ¿Casualidad? No lo creo.

Ya sea porque las carpetas no están debidamente sustentadas, porque los expedientes carecen de fundamento o porque a la FECC no le ha dado la gana judicializarlas, el hecho es que hasta hace poco ningún graquista se preocupaba por las denuncias porque sabían que el fiscal obedecía las órdenes de Graco Ramírez.

Desde hace algunos meses los movimientos de Juan Salazar han sido distintos, se le nota menos comprometido con la causa tabasqueña y más decidido a proceder conforme a derecho. Los procesos contra funcionarios de la administración anterior no se han detenido, las vinculaciones de varios de ellos continúan, pero hasta que se puso tras las rejas a Beltrán Toto no se había visto un golpe contundente. ¿Qué pasó?

Pudiera ser, quizá, que al hacer su trabajo y actuar con firmeza el fiscal está generando las condiciones para medir con la misma vara a los funcionarios del gobierno actual. Explico: si la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción confirma con hechos que su proceder está libre de taras partidistas, que no actúa por consigna ni protege a nadie, las acciones que tome en el futuro difícilmente serán cuestionadas.

La mayor crítica que ha recibido la FECC desde su creación es por la falta de resultados y por no tocar a los graquistas; en las últimas semanas la dependencia ha metido a la cárcel a un exalcalde de la capital, alguien despreciado socialmente por sus excesos y por el deterioro que provocó en la capital. Días después mandó tras las rejas al funcionario más cercano a Graco Ramírez, uno de los que llevaron las riendas de los negocios en el sexenio anterior.

Si en los próximos días o semanas estos personajes recobran su libertad, como sucedió con la exsecretaria Patricia Izquierdo, estaríamos ante una pifia más de la fiscalía, un acto de simulación que echaría por tierra el reconocimiento que a últimas fechas se ha ganado el titular de la FECC. Por el contrario, si los acusados se mantienen en prisión y se suman más acciones en su contra (y contra otros personajes más), estaríamos frente a un nuevo fiscal, alguien que demostraría con hechos que no negocia políticamente. ¿Con esas cartas credenciales quién podría cuestionarle que más adelante proceda contra alguien del gobierno actual?

Ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción se han interpuesto muchas denuncias contra diversos personajes de la vida pública del estado, entre ellos varios integrantes del gobierno de Cuauhtémoc Blanco; la FECC conoce oficialmente los detalles de algunas de las denuncias que a nivel federal se interpusieron contra el gobernador y contra su círculo cercano, derivado de ello también ha elaborado carpetas de investigación que en cualquier momento podrían tomar forma y judicializarse.

Item más: el Poder Judicial está encabezado por una figura que no es afín al gobierno de Cuauhtémoc Blanco, que reiteradamente ha reclamado falta de recursos, maltrato institucional e intentos de intervención en su vida interna. Jorge Gamboa no era el candidato oficial, ni tampoco recibió apoyo externo para ganarle la partida a Rubén Jasso; por el contrario, dice, le llevaron la contra desde el ejecutivo, lo intentaron frenar y le jugaron checo en palacio. ¿Qué ánimo creen que tiene ahora hacia el gobernador?

Last but not least está el congreso, con una mayoría opositora que protege a los fiscales y mantiene una comunicación fluida con el poder judicial; en su encuentro con diputados locales el secretario de gobernación pidió que destituyeran al fiscal general, lo cual expone que ese es el único camino que tiene la Segob para quitar del camino a Uriel Carmona. En suma: en las fiscalías, en el tribunal superior de justicia y en el congreso se escuchan tambores de guerra y se está construyendo una causa común.

Para entender lo que está sucediendo con los procesos contra funcionarios acusados de corrupción hay que observar el panorama completo, hay que tomar en cuenta todos los factores que inciden en el proceso y ubicar a quienes estarían interesados en apoyar al fiscal anticorrupción en sus acciones futuras.

Reitero: ¿Cuál es la agenda de Juan Salazar?

·         posdata

“El presidente municipal es el responsable de la seguridad en su municipio, él decidió salirse del mando de policía y a pesar de ello nosotros le hemos ayudado; es importante que tengan una estrategia de seguridad y hagan su trabajo” dice el gobernador Cuauhtémoc Blanco ante el incremento de la violencia en la capital. La inseguridad en Cuernavaca se ha agravado y no se ve capacidad de reacción del municipio, de ahí que las voces críticas hacia el alcalde José Luis Urióstegui se multiplican.

Así habló el gobernador:

“Yo no soy gandalla como el exgobernador, él nos quitó toda la policía a todos los presidentes municipales, hoy respetamos la autonomía del presidente (Urióstegui). Ahorita estamos aquí, pero ya se los comenté: la seguridad le compete al presidente de aquí de Cuernavaca, él se salió del mando coordinado, entonces hay que asumir la responsabilidad porque toda la gente se está quejando de que hay mucha delincuencia; nosotros en lo que podamos seguir apoyando al presidente de Cuernavaca, pero ojalá que hagan una estrategia para bajar estos índices de inseguridad en Cuernavaca.

-          ¿El Gobierno de Morelos se va a meter a checar lo de la incidencia delictiva o lo relacionado con todo lo que ha pasado, incluso el hecho que hay bandas de otros municipios que entran a Cuernavaca?

Yo no creo que haya bandas, él las debe de identificar, nosotros como te lo he dicho lo hemos ayudado, lo hemos apoyado cuando ha pedido apoyo, se lo ha pedido al almirante y con mucho gusto hemos ayudado al presidente municipal; entonces no hay que poner pretextos, hay que ponernos a chambear; si tú le preguntas a la gente siempre nos echan la culpa a nosotros, yo por eso le dije el otro día al presidente municipal en la mesa de seguridad que asumiera su responsabilidad porque sabe que la gente siempre le echa la culpa al gobierno del estado y no al presidente municipal, él es el responsable de la seguridad, de lo que pasa en Cuernavaca… y que quede muy claro para que sepa la gente: nosotros no tenemos nada que ver con la seguridad en la capital, nosotros cuando nos pide apoyo ahí estamos. No hay pelea ni nada, siempre lo hemos apoyado y siempre ha tenido las puertas del gobierno abiertas, pero la responsabilidad de la seguridad es de él”

-          nota

Más de un actor de la vida pública anda nervioso con la nueva actitud de la fiscalía anticorrupción; la lógica de que “nunca pasa nada” parece estar cambiando y ello pone en riesgo a más de uno que de manera impune, abusiva y sobre todo torpe le ha metido la mano al presupuesto en los últimos años.

En la lista de corruptos hay varios exalcaldes, empezando por el de Jiutepec, que tiene denuncias presentadas por haber tomado ilegalmente el dinero del predial de la siguiente administración; están también exfuncionarios del régimen anterior que se sentían protegidos por Juan Salazar y pensaban que los procesos legales y vinculaciones en su contra eran parte de una pantomima que nunca iría más allá del escritorio. Los hay también del régimen actual, señalados por actuar fuera de la ley y acusados directamente por quien hasta hace algún tiempo era parte del gobierno estatal en la extinta consejería anticorrupción.

Al menos por el momento la narrativa del combate a la corrupción en Morelos ha cambiado: la captura de dos personajes sobresalientes del escenario político actual genera nerviosismo, sobre todo en aquellos que aún sin haber sido parte de la administración pública, se enriquecieron y lucraron con el gobierno.

Antonio Villalobos es acusado directo y no tiene como apelar al criterio de oportunidad; Sergio Beltrán Toto es una pieza importante del sexenio pasado, pero no fue la cabeza de los negocios y sí podría solicitar este beneficio legal para tratar de disminuir su pena y suavizar el trato que reciba de las autoridades.

Con el tiempo veremos qué camino siguen estas historias.

-          post it

En Morelos la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum ha ido ganando simpatías como precandidata a la presidencia de la república en el 2024; personajes como Juan Ángel Flores, alcalde de Jojutla y Margarita González Saravia, directora de la Lotería Nacional, se han decantado abiertamente a su favor y mueven sus estructuras hacia ella.

Caso aparte es el de Ulises Bravo, hermano del gobernador Cuauhtémoc Blanco, aparentemente alineado a las ideas del presidente, pero indeciso de apoyar a la jefa de gobierno de la Ciudad de México. Bravo Molina ha acudido a eventos con Claudia Sheinbaum, dice estar de su lado a pesar del non grato pasado que los une, pero una de sus gentes más cercanas, Jonathan Mejía, encabeza las estructuras de apoyo a Marcelo Ebrard y opera abiertamente a favor del canciller.

La pregunta surge del cuarto de guerra de la doctora Sheinbaum ¿De qué lado está el hermano del gobernador? ¿Con quién juega Cuauhtémoc Blanco?

-          redes sociales

Cuernavaca, informó el alcalde José Luis Urióstegui, se mantiene fuera del convenio de mando coordinado de policía de Morelos. Los índices de medición de los delitos que lleva a cabo el propio ayuntamiento soportan la decisión del cabildo de continuar como hasta ahora. Traducción: vamos bien, estamos mejor solos.

A pesar de los elevados niveles de violencia e inseguridad el gobierno capitalino ha decidido seguir solo, no sin antes exigir al gobierno del estado que brinde seguridad en la seguridad “porque es su responsabilidad”. Ergo: no queremos estar contigo, pero te toca cuidarnos. ¡Fíjate que suave!

Si la responsable de informar esta decisión hubiese sido la secretaria Alicia Vázquez Luna no hay duda que con su delicadeza habría culpado de los hechos criminales a los ciudadanos: ¡Para qué se mueren!

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