Breves de Abogados y Políticos - Lecciones de dos elecciones
En opinión de Alejandro Corona Markina
La dirigencia nacional del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), debe decidir muy pronto qué quiere que pase en Morelos en la elección de 2024 y sólo hay de dos sopas: perder de manera escandalosa como en Coahuila o ganar de manera contundente como en el Estado de México.
No puede haber experimentos a estas alturas y el llamado debe ser enérgico a todos los suspirantes y grupos que los impulsan, en el sentido de que deben respetar el resultado de las encuestas, sin llorar y mucho menos traicionar.
Cuando se decida si en la entidad va a haber candidato varón o si será mujer, lo que debe seguir de inmediato, es el compromiso de aquellos que no serán candidatos a la gubernatura, a sumarse incondicionalmente a quien resulte ganador o ganadora del sondeo, poniendo a su servicio la estructura y bases de apoyo de la que dispongan.
Recientemente le preguntamos al enlace de una de las “corcholatas” a la presidencia de la República, cuál era su opinión respecto del hecho de que las mismas personas que un día aparecen apoyando a determinada “corcholata”, después son fotografiadas en eventos proselitistas en favor de otra. La respuesta fue muy pragmática: “Nosotros no nos vamos a pelear con nadie. Si quieren organizar eventos masivos, música y muchos militantes a los de enfrente y después con esa misma gente nos organizan un evento similar, adelante…en 2024 los vamos a necesitar.”
Allí está la clave: “no pelear” entre morenistas. Cuando se defina en la interna quién será el candidato o candidata para Morelos, sería un acto suicida -para los no favorecidos-, el abandonar al partido Morena y llevarse sus canicas. Que nadie piense que, con un partido menor, puede ganar por sí mismo. Además, con ello dañarían la solidez de una inminente alianza que se dará con el Partido del Trabajo y el Verde Ecologista, así como (muy probablemente) con uno que otro partido con registro local.
Pero parece que la lección de Coahuila no será aprendida aquí, pues las disputas internas comenzaron desde que se renovó el Consejo Estatal de Morena y no se ve la hora en que terminen. A la fecha se pierde tiempo con acusaciones de uno y otro bando, sin buscar conciliar sus respectivas posiciones, haciéndole la chamba a los del Partido Revolucionario Institucional y Acción Nacional, que disfrutan de la división del rival.
Que no se olvide que Andrés Manuel López Obrador no vendrá en las boletas del 2024. No se darán más casos como el ocurrido en la elección de 2018 en Cuernavaca, donde la presidencia municipal la ganó Morena sin tener candidato.
Que no se olvide tampoco que la gubernatura morelense ha sido rotativa, pues en las últimas elecciones la ganaron el Partido Acción Nacional, el Partido de la Revolución Democrática (hoy sin registro local) y en coalición Morena y el Partido Encuentro Social (hoy extinto). Sería una lástima perder la posición por culpa de esquiroles.