Se prenden “focos rojos” en la UH. “Mariano Matamoros” de Ayala
Por la inseguridad que se vive, informó la ayudante municipal, María del Pilar Rodríguez
Cuautla, Mor.- Luego de que el fin de semana pasado, se registrara un intento de linchamiento contra una persona que fue señalada por presuntamente violar a una menor de edad, la ayudante municipal de la Unidad Habitacional “Mariano Matamoros”, María del Pilar Rodríguez, ubicada al oriente del municipio de Ayala y, en donde se encuentra ubicado el Centro Federal de Reinserción Psicosocial (Ceferepsi), consideró que se “prendieron los focos rojos”, por la inseguridad que se vive.
Señaló que el pasado fin de semana fue alertada por vecinos porque presuntamente habían detenido a un sujeto acusado de violar a una menor de edad, y una turba lo estaba golpeando, tratando de lincharlo. Como pudo, logró que la gente se detuviera, mientras llamaba a la Policía Morelos, para que intervinieran y calmaran el conflicto; “después de más de una hora se presentaron los agentes, cuando ya todo había terminado”.
Reveló que han enfrentado conflictos con la delincuencia, debido a que la lejanía en que se encuentra, no cuenta con un módulo de seguridad de parte de la Policía Morelos, para que en caso de un auxilio, se preste de manera rápida y oportuna. “Estamos en el abandono, a pesar de que ya hemos solicitado el apoyo para que se nos brinde seguridad, no hay quien nos dé una respuesta a nuestras demandas”, aseguró.
Expresó que han enfrentado todo tipo de conflictos, ya que luego del desalojo que se registró en el Área Protegida del Texcal, en Cuernavaca, en el 2013, las familias que fueron excluidas de esa zona, buscaron donde instalarse. Con el apoyo de parte de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC), unas 30 familias se apoderaron del mismo número de casas que se encontraban abandonadas.
Dio a conocer que la Unidad Habitacional, que fue creada en los 80’s, por el entonces gobernador Lauro Ortega Martínez, cuenta con aproximadamente 240 casas-habitación, de las cuales la mayoría se encuentra deshabitada, por los problemas que existen en la comunidad, principalmente de inseguridad.
Eso, abundó que fue aprovechado por la gente de la UFIC, para apoderarse de algunas casas-habitación, lo que generó conflictos entre los vecinos, ya que llegaron demasiado agresivos, y terminaron con la tranquilidad con la que vivían los pocos vecinos del lugar.
Mencionó que ahí se generó el problema de intento de linchamiento de una persona, que fue “acusada de manera injusta, porque nadie aportó pruebas, ni siquiera se presentó a la menor de edad que supuestamente había sido violada; en si ni siquiera sabemos qué fue lo que realmente sucedió, por eso estamos preocupados y vivimos con temor de que haya otra situación similar”.