Se festeja más a las madres que a los padres
Cuautla, Mor.- “En México se celebra más a la madre, al padre; sí, menos, un pastelito y ya, a veces un pequeño regalo, y se acabó; a la madre no, ella es la reina, no nada más ese día, prácticamente toda una semana se le está festejando”, destaca Onésimo Rodríguez Sánchez, trabajador de una tlapalería del centro de Cuautla.
Además, “está pandemia del coronavirus nos afectó a todos, más a los hombres, porque muchos se quedaron sin empleo y ahora, ahí le andan buscando para sacar la chuleta. Así que cómo vas a festejar el Día del Padre, si andas buscando, trabajando en lo que sea, se trata de llevar alimento a la casas; los niños tienen que comer, aunque sea un plato de frijoles, café y un pan, esa es casi nuestra dieta de ahora”, resalta.
También Francisco Salazar Arias, quien labora en el interior del mercado Cuautla, pues a lo mejor “llegando0 a la casa me voy a encontrar con un regalo, ya mis hijos me dijeron ¡¡Feliz Día!!, y a la chamba, no hay de otra”. Di9jo que a la esposa y los hijos se les agradece todo, “porque hasta un pastelito, de esos de Marínela, quizá un Gansito o un Pingüino, ese es el pastel que voy a disfrutar en este día, vale la pena, porque estamos juntos”.
Recuerda que por covid-19 varios conocidos y alguno que otro pariente fallecieron “no la libraron y los niños pues se quedaron huérfanos; la mujer viuda, y hay que salir a buscar para los menores de edad”. Señaló que a diferencia de lo que sucede con las madres, el Día del Padre, es más comercial que otra cosa; “ahí está no hay un día específico, se celebra cada tercer domingo de junio, no es una fecha precisa”.
Cientos, miles de padres de familia se quedaron sin festejo, quizá cuando mucho un abrazo de su esposa, de sus hijos, “no hay dinero, primero está la papa, después lo demás”, destacaron ambos entrevistados. Sostuvieron que sí, habrá quienes tengan los recursos para que puedan celebrarlo con una comida en algún restaurante, también en la fondita, o con un pastel, no todos tienen esa misma oportunidad.
Pastelerías reconocidas no se daban abasto en algunos lugares, sobre todo en la periferia del Centro Histórico de Cuautla, también negocios de pizzas, o taquerías lucieron con más personas que de costumbre. Hubo, según los mismos comerciantes, mayores ventas, porque las familias salieron a festejar a los padres; “claro, en su mayoría terminó pagando la cuenta, así es esta celebración”.
“Ya con un pingüino o con un gansito, mese es más que suficiente, vamos a festejar más que nada que estamos con vida, que ahí la llevamos con todo y el covid-19; de alguna manera la hemos librada”, puntualizan Rodríguez Sánchez y Salazar Arias. Expresaron que para muchos padres es un triunfo tener trabajo, otros andan en la búsqueda de alguno, y otros más, ya no lo lograron, cayeron enfermos y no pudieron recuperarse; nada más queda el recursos de ellos a la familia”.