Repaso - ¿Quién defiende a los jubilados?
En opinión de Carlos Gallardo Sánchez
En su espacio de Facebook, el joven abogado Arturo Domínguez Quiroz escribió lo siguiente el pasado 31 de octubre:
“Podemos tener diferentes formas de trabajar y no coincidir en algunos aspectos, pero cuando se trata de defender un Derecho Adquirido que está siendo vulnerado hay que mostrarnos solidarios con la causa, siempre y cuando ésta sea de interés colectivo.”
Domínguez Quiroz hizo acto de presencia en la explanada del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), en apoyo a los jubilados pensionados que ese día se toparon con la negativa de pago por el concepto de prima de antigüedad que han venido reclamando con la asesoría jurídica del abogado Carlos Haid. Las “diferentes formas de trabajar” a las que se refirió, posiblemente las puntualizaba aludiendo al “estilo” que caracteriza a Carlos Haid.
Respecto de la exigencia del pago por ese concepto, Domínguez Quiroz opinaba lo siguiente el día 21 de octubre:
“La #PrimaDeAntigüedad es un Derecho reconocido por la Ley y que lejos de interpretaciones es muy claro por cuanto a los montos que le corresponden a cada uno de los trabajadores que llegan a su esperada jubilación.
“Espero que el Gobierno del Estado tenga los elementos necesarios para regularizar este Derecho y no sea la gota que derrame un vaso que se ha estado llenando por más de 6 años.”
Domínguez Quiroz sabe lo que dice. Tiene experiencia profesional acumulada en ese sentido. Entre otras tareas realizadas sobresale una coordinación en el área jurídica del IEBEM y trabajó, ni más ni menos, como asesor jurídico en el Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, bajo las órdenes de la profesora y licenciada Soralla Bañuelos de la Torre. Más tarde, de regreso en Morelos, se dedicó a ejercer su profesión de manera independiente y entre los casos que ha representado está también el de reclamar por la vía legal, a nombre de numerosos jubilados, el cumplimiento de esos derechos adquiridos, como el de la prima de antigüedad. “Ya ha ganado varios casos”, me comentó brevemente un interlocutor que labora en el IEBEM.
Por lo anterior, colijo, fue su presencia ese día en la explanada del Instituto. Le interesa, como posiblemente a otros abogados empeñados en la misma misión, que la problemática sea atendida, con apego a la ley, supongo, satisfactoriamente. Tal parece que así empieza a darse respecto del grupo de jubilados que se manifestó el 31 de octubre anterior. Es de reconocerse la disposición del director general del IEBEM, Eliacín Salgado de la Paz, para encontrarle una salida decorosa a este asunto, cuidando las aristas político – sindicales necesarias para no generar reacciones colaterales y, sobre todo, cubriendo el pago solicitado. Así sucedió ayer lunes, con 30 o 40 jubilados, que estando en situación de suma vulnerabilidad, sus compañeros decidieron que fueran ellos los primeros en recibir dicho pago.
Supe de otro grupo de jubilados, ex trabajadores de dependencias federales, que son representados por un despacho de abogados, cuyo titular les informa mensualmente, por lo general en el hotel Villa Béjar, del avance de los casos que lleva, relacionados también con conceptos que la autoridad correspondiente les regateó. Es en esto último donde está el origen de tanta reparación salarial, porque estoy cierto que son miles de jubilados y pensionados reclamantes, que sólo se enteraron por lo general de ello hasta que un abogado informado e interesado en representarlos, se los dijo. Si los “defienden”, es porque en otros ámbitos institucionales los desprotegieron o simplemente ignoraban esos abusos.
Claro que es negocio para ellos. Por eso establecen las condiciones de pago por sus servicios. Cuando les va bien ganan mejor. Si eso incomoda a otros actores, incluidos los representantes sindicales, la solución era o es, estar atentos a que los abogados referidos “no les coman el mandado”. Sería benéfico para los propios jubilados y les daría mayor credibilidad a los líderes gremiales. Pero si éstos reaccionan a toro pasado y otros les llevan la delantera, en los términos de una relación legal que establecen previamente, poco pueden hacer los jerarcas gremiales con los jubilados que ya aceptaron estar representados por un despacho particular, pero mucho les espera con otros jubilados que no han iniciado su proceso de reclamo.
Desde luego, lo mejor es que la autoridad cumpla y no escamoteé derechos adquiridos, y que los sindicatos abracen con seriedad, oportunamente y de manera pertinente a sus representados. Si fallan o se demoran, dejan el campo libre, como lo han dejado, a los despachos jurídicos particulares.
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