Observador político - La nueva conformación legislativa en Morelos

En opinión de Gerardo Suárez Dorantes

Observador político - La nueva conformación legislativa en Morelos

Tras haberse perdido casi un año por las diferencias y acusaciones mutuas entre los diputados del Congreso de Morelos, actualmente existe una nueva conformación política-ideológica que les da un poder inmenso para tomar decisiones y reencauzar temas que estaban en el olvido; hoy, ya se han convertido en un verdadero equilibrio de poderes, aunque también hay tintes político-electorales de cara a las elecciones concurrentes del 2024.

ELIMINACIÓN DE CURULES.- En el 2017 la Legislatura LIII de Graco Luis Ramírez Garrido Abreu y Rodrigo Gayosso Cepeda provocaron una reforma electoral que permitió la disminución de 30 a 20 diputaciones que se aplicó de inmediato en el proceso electoral del 2018; era tanto su ego que confiaban al 100% en retener la gubernatura de Morelos ya que auguraban un triunfo del PRD y del hijastro, algo que sucedía solo en sus mentes.   

La idea que tenían ambos, era que podían negociar mejor económicamente con 20 en lugar de 30; después de que perdieron se dieron cuenta que se pegaron en la boca con una piedra. Después se les dificultó ingresar al Congreso por las reformas electorales del INE al darles mayor fuerza y representación a las mujeres, a los jóvenes y sobre todo a los grupos vulnerables como indígenas, adultos mayores y de la comunidad inclusiva con lo cual, los varones han quedado rezagados y casi sin opciones reales de integrarse a las curules.

En aquél momento Beatriz Alatriste y Enrique Laffite y lo que quedaba  del sol azteca, fueron quienes encabezaron la propuesta con sus homólogos diputados del PRD y en todo momento estuvieron acompañados por quien era su dirigente partidista y posteriormente abanderado a la gubernatura Rodrigo Gayosso Cepeda, bajo el argumento de que, garantizarían la paridad de género porque se establecería horizontal y vertical la conformación de las planillas para puestos de elección popular en Morelos.

El control político y económico que tenían en ese momento Graco y Gayoso era total, por lo que desde el Congreso -que se había convertido en una extensión del poder Ejecutivo-, amenazaron y ordenaron a la mayoría de los entonces 33 alcaldes a votar a favor de la reforma político-electoral logrando con ello la reducción de 30 a 20 diputados locales; es decir, 12 legisladores de mayoría y ocho de representación proporcional, tal y como actualmente está la Ley electoral.

Llegó el 2018 y la derrota fue contundente: perdió Gayosso y ganó Cuauhtémoc Blanco; de inmediato se percataron de su error y en la siguiente legislatura, la LIV intentaron lavar su error y buscaron las formas legales e ilegales de aumentar el número de legisladores a cualquier precio.

Ahora sus argumentos de que Morelos sería un referente nacional en la reducción de diputados que supuestamente no afectaba la proporcionalidad que demanda la Constitución Federal, intentan eliminarla y anuncian una nueva redistritación dizque porque son tan grandes los municipios que requieren representar a menos electorales y tener contacto con ellos de forma permanente, algo que dicen, hoy no ocurre.

AUMENTARAN DIPUTADOS. -  La obsesión del poder político y económico o mejor dicho, el no querer quedarse fuera del presupuesto obligó a los integrantes de la Legislatura LIV a intentar burdamente lo que no les estaba permitido, votar reformas constitucionales sin contar con las dos terceras partes, es decir, 14 votos y decidieron hacerlo con únicamente 13 derivado de los conflictos que tenían entre ellos mismos.

Razón por la cual, antes de irse, de madrugada como era su costumbre, la legislatura pasada del Congreso del estado aprobó, con 13 votos a favor y seis en contra, reformas a varios artículos de la Constitución Política del Estado, del Código de Instituciones y Procedimientos Electorales y leyes secundarias para según ello, permitir a los diputados aumentar de 20 a 24 el número de representantes populares… ¡Otra vez se equivocaron!

En aquel momento el dictamen fue impulsado y aprobado por los partidos Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Encuentro Social (PES) y del Trabajo (PT), además de la cereza del pastel que con su declaración hizo el hoy secretario de Desarrollo Agropecuario, José Luis Galindo Cortez, al precisar: “la reforma es producto de un profundo análisis para reforzar los valores y reglas de la democracia constitucional, además de consolidar los mecanismos de representación política ciudadana”. Escupió otra vez al cielo el exdiputado y hoy integrante del gabinete del Ejecutivo.

Dalila Morales, quien fuera diputada local y hoy flamante presidenta del Partido Acción Nacional en Morelos votó en contra al puntualizar que, “no era momento de hacer una reforma político-electoral cuya principal bandera es el aumento del número de diputados locales al igual que su homóloga de Movimiento Ciudadano, la desaparecida -del mundo político-Maricela Jiménez Armendáriz, quien afirmó que solo buscaban beneficios para determinados partidos políticos y sus aliados.

Hoy, curiosamente los que en el pasado se pronunciaron en contra del aumento de curules van a favor como fue el caso del PAN y MC, más aún si en la nueva conformación se han sumado a este proyecto los partidos que la impulsan para obtener más espacios de representación sobre todo para distribuirse entre las dirigencias de los partidos como serían las diputaciones plurinominales y donde la coincidencia es entre: el blanquiazul, el tricolor, los turquesas, los naranjas, los petistas y ahora se suman el desaparecido PRD en Morelos.

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