Observador político - La corrupción del programa en Morelos: ¨Jóvenes Construyendo el Futuro¨

Desde su creación en octubre de 2018, el Banco del Bienestar, bajo la dirección de Rabindranath Salazar, se presentó como el instrumento de la Cuarta Transformación para entregar los apoyos sociales directamente a los ciudadanos, sin intermediarios. Sin embargo, en Morelos, hubo actos de corrupción con los Jóvenes Construyendo el Futuro, proyecto que se corrompió y con total impunidad, ya que no se castigó a los responsables.

LOS SEÑALADOS. - Han transcurrido cuatro años y a tres meses de que inicie formalmente el proceso electoral del 2022-2024 por parte del Instituto Nacional Electoral, aún sigue imperando la corrupción e impunidad en esos programas sociales que impulsó el mismísimo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Jóvenes Construyendo el Futuro, es un programa del gobierno federal de México que brinda un apoyo económico mensual de hasta 12 meses a personas de entre 18 y 29 años que no estudian ni trabajan y que varios de la oposición, los mal llamaron como “Los NINIS”, que no “estudian ni trabajan”. El apoyo económico que reciben es de seis mil 300 pesos mensuales. Por lo que los beneficiarios también reciben un seguro médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) durante su capacitación.

Bien, basta con recordar la corrupción que imperó en el 2019, con este programa: “Jóvenes Construyendo el Futuro”, donde los becarios decidieron levanta su queja al cielo y se manifestaron, sin importar el riesgo que ellos les pudo provocar, en los municipios de Cuernavaca y Jiutepec, tan pronto se percataron que les habían retirado abruptamente la beca sin previo aviso ni justificación. Esta decisión autoritaria y maquiavélica generó un legítimo rechazo por parte de los jóvenes, quienes bloquearon avenidas exigiendo una reubicación que respetara sus derechos.

En este lamentable episodio, tres nombres surgieron como responsables de los despidos arbitrarios y actos de corrupción: Rabindranath Salazar Solorio, Miguel Ángel Rabadán y Arnulfo Montes Cué. Estos individuos eran los encargados de otorgar los apoyos económicos a los jóvenes, pero en lugar de hacerlo de manera justa y transparente, aprovecharon su posición para beneficiarse personalmente; la destitución injusta de cientos de jóvenes, que perdieron su oportunidad de crecimiento y desarrollo, dejó al descubierto estos actos de corrupción.

A pesar de las denuncias penales presentadas por algunos afectados, la impunidad ha prevalecido; es decir, ninguno de los responsables ha enfrentado consecuencias penales ni sanciones administrativas, lo que ha dejado en evidencia la falta de voluntad para castigar estos actos de corrupción; y es que, el daño causado a los jóvenes becarios del programa 'Jóvenes Construyendo el Futuro' ha sido ignorado y, una vez más, los intereses personales han prevalecido sobre el bienestar de los ciudadanos.

Es alarmante que, a pesar de la evidente corrupción en el Banco del Bienestar, estos políticos se mantengan impunes y busquen ahora posiciones de mayor poder en el 2024. Estos personajes, que se han infiltrado en Morena, deberían ser objeto de un escrutinio riguroso y recibir el castigo que merecen por haber engañado y perjudicado a jóvenes vulnerables.

¿Y LAS DENUNCIAS? Es necesario que tras las denuncias penales por corrupción y malversación de recursos se saquen del cajón de los recuerdos y se den a conocer los avances en las investigaciones, todas relacionados con el Banco del Bienestar y el programa 'Jóvenes Construyendo el Futuro'. Es decir, los responsables deben ser juzgados y se deben implementar mecanismos más sólidos y transparentes para asegurar que los recursos destinados a los apoyos sociales lleguen verdaderamente a quienes más los necesitan.

La Cuarta Transformación prometió un cambio en la forma de gobernar, pero este caso demuestra que las prácticas corruptas siguen presentes en el sistema; es momento de que la justicia prevalezca y se tomen medidas contundentes de cara a los procesos internos para erradicar la impunidad y asegurar que los programas sociales realmente cumplan su propósito de apoyar a los más vulnerables.

La falta de consecuencias para aquellos que abusaron de su posición en el Banco del Bienestar y en el programa 'Jóvenes Construyendo el Futuro' envía un mensaje claro de que la corrupción sigue arraigada en las instituciones gubernamentales, lo que socava la confianza de la población y genera un ambiente de descontento y desesperanza.

Es alarmante incluso que, a pesar de las denuncias presentadas y las evidencias de actos ilícitos, no se haya procedido con acciones legales contundentes lo que deja la sensación de que, algunos políticos están protegidos y pueden actuar impunemente, sin importar el daño que causen a la sociedad.

Además, resulta inaceptable que se haya dejado pasar por alto la desincorporación de becas en dos empresas donde los jóvenes beneficiarios realizaban actividades de gran importancia para su desarrollo laboral. Estas empresas eran el lugar donde fueron capacitados y, sin embargo, fueron despedidos sin consideración alguna. Esta falta de empatía y respeto hacia los becarios demuestra una clara falta de compromiso por parte de las autoridades para velar por el bienestar y el crecimiento de la juventud.

Arnulfo Montes Cue, fue otro de los políticos que se vieron inmiscuidos con una de sus empresas consideradas como “fantasmas” y que operó este proyecto en el que también despidieron a personal en el 2019. Sin embargo, el político que busca competir por el senado de la República en el 2024 por Morena, argumentó en el caso de los 700 beneficiarios del programa federal fue solamente una muestra de las irregularidades que se cometieron con este plan en diferentes municipios de la entidad.

Otro caso que se reportó en unas circunstancias de corrupción fue en Zacatepec, donde la entonces alcaldesa Olivia Ramírez, también presentó una denuncia contra el coordinador del programa por la presunta sospecha de que se quedaron con más de mil tarjetas y cada 15 días lo estarían retirando para repartirlo con Miguel Ángel Rabadán.

Al final, pese a las denuncias penales y los actos de corrupción, nadie fue castigado penalmente ni sancionado administrativamente, a pesar del daño que le hicieron a cientos de jóvenes construyendo el futuro, a los que vilmente los engañaron como ya es tradicional en estos personajes hoy incrustados en Morena desde donde buscan ocupar los mejores cargos de representación popular en el 2024. Y ahora van por más.

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