Masculinidades, expuestas y con riesgos de señorón

En opinión de Dra. Roselia Rivera Almazán

Masculinidades, expuestas y con riesgos de señorón

 

Dentro de los temas de género, resulta muy conveniente abordar el relativo a las masculinidades y analizar la posibilidad de que surjan nuevas formas de experimentar ser hombre. Cuando nos referimos al género de una persona, nos referimos a las construcciones culturales, sociales, familiares que determinaron creencias, conductas y roles de una persona desde su nacimiento, pero conforme al sexo con el que nació. En tal sentido, nacer con genitales de varón, llevará a la familia a comprarle al bebé varón, prendas de color azul que tendrán impresas, figuras de caballos, trenes y autos. En cuanto el pequeño varón tome consciencia le pedirán que su comportamiento se ajuste a las tradiciones asignadas a los varones de su entorno. Más adelante, por ejemplo, le dirán “los niños no lloran, los niños son valientes, los niños no tienen miedo, los niños no se dejan, etc.”

La construcción de género que subyace a nuestra realidad morelense, se enfoca preponderantemente hacia las masculinidades frágiles, “En esa masculinidad los varones tratan de esconder sus emociones, hacerse fuertes ocultando sentimientos de miedo, angustia, debilidad o inseguridad al sentirse vulnerables. Esto se lleva al grado de prohibir prendas de color rosa, o el poder decir que otro hombre es guapo o incluso dar o recibir un beso de ellos. Y el problema principal de una masculinidad frágil es que lleva al hombre a pensar que actuar o pensar como una mujer lo hace, de cierta manera, menos hombre.”[1]

Por su parte, las exigencias colectivas sobre los hombres, se vinculan a la exigencia de prevenir, sancionar y erradicar la violencia cometida por hombres en contra de mujeres. Las cifran son alarmantes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en su Censo Nacional de Impartición de Justicia Estatal, determinó que en el 2015 se presentaron 18 casos donde la víctima fue la mujer y 73 casos de homicidios, fueron en contra de varones.

La cifra de hombres a quienes les roba y además se les violenta, hasta nuestros días continúa siendo mayor en perjuicio de hombres.

Ahora bien, la detención de Francisco Javier Rodríguez Hernández, alias el señorón, recientemente en Sinaloa por ser el presunto líder del Cartel Jalisco nueva generación (CJNG) dicen; tendrá impacto directo en la violencia para el Estado de Morelos, y conforme a los datos oficiales el grupo de hombres, será el más vulnerable, ante esta realidad, deseando que la lógica no se imponga y fallen las alertas sobre los riesgos en los que la detención mencionada coloca a todo el Estado de Morelos, cabe preguntarnos ¿De qué manera hoy estamos construyendo la masculinidad de los hombres? ¿Cómo educamos desde el hogar, en las escuelas, etc.? ¿Qué medidas a nivel legislativo, a nivel de política pública se están generando e implementando para que la realidad de los hombres del Estado de Morelos, sea distinta?

No existe respuesta porque nada se hace ni en el Estado de Morelos ni en el país, aún y cuando el fenómeno de la construcción de las masculinidades impacta directamente en los fenómenos de violencia. Ocurre que los discursos a manera de Smith, han colocado como los grandes enemigos de las mujeres a los hombres, sin que hayamos podido conciliar con tolerancia las necesidades de hombres, mujeres, menos aún de personas LGBTTTIQ+. Así, merece mucho el esfuerzo, retomar el anhelo de formar seres humanos organizados socialmente y no distanciados ni polarizados, ante la necesidad común de seguridad y de progreso en nuestro Estado de Morelos.

 

Dra. Roselia Rivera Almazán

PITC de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales

 

[1] Gutiérrez Medina, Oscar, La masculinidad frágil y cómo la cultura del “macho” afecta a hombres mexicanos, número 63, mayo-junio 2021, Revista electrónica Hechos y Derechos, https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/hechos-y-derechos/article/view/15939/16772