La Encrucijada - A río revuelto
En opinión de Luis Alberto Machuca Nava
Hace más de un año que Morena arrasó a lo largo y ancho del país, lo mismo ganaron alcaldías que diputaciones locales, pasando por el Senado y el Congreso federal, para rematar con varias gubernaturas. Son mayoría en el Senado y en el congreso federal, lo mismo en la mayoría de los congresos locales y cabildos municipales.
El cambio que se ofreció se va dando poco a poco, surte efectos en muchos de los casos, acompañan pues, el espíritu reformista del presidente, las iniciativas en el ámbito federal de los congresistas son relevantes y polémicas, hay errores y también se perciben protagonismos innecesarios, pero lo importante es que el cambio prometido por el presidente López Obrador se hace acompañar de forma armónica y decidida por los legisladores de ambas cámaras.
Lo verdaderamente lamentable y triste es que a diferencia de lo orquestado a nivel nacional, en muchos municipios, congresos locales y por supuesto, gubernaturas, no más no dan una, como dice el dicho “a río revuelto, ganancia de pescadores”, gracias a esa ola histórica muchos impresentables llegaron al poder, muchos de ellos sin la más mínima preparación para leer una cuartilla sin despertar sospecha de alguna limitante intelectual, otros como ocurre comúnmente con aquellos que se tropiezan con el poder por caso fortuito, se muestran soberbios, exquisitos y francamente insoportables, pero también están los que “le saben a la política” esos que siempre han sacado raja de los puestos y que saben cómo engrosar sus carteras con costo al erario público, que se han colado de partido en partido arrastrando una terrible reputación, esos también llegaron.
La disonancia en esos estados y municipios, así como congresos locales y claro, también en algunos representantes federales, le han dado al traste al impulso de morena, han abollado el prestigio del partido más pulular en México, y con ello, le han restado credibilidad. Toda esta calamidad puede cambiar en 2021 si Morena depura a sus candidatas, a sus candidatos, a sus cuadros en resumidas cuentas, de lo contrario el desgaste les pasará factura, porque no pueden confundir la popularidad del presidente con su propia imagen, eso ya quedó claro.
Es momento de pintar raya de aquellos que solo aprovecharon el vehículo para llegar, pero que representan todo aquello que se pretende eliminar. Que se juzgue incluso su mal trabajo y que se les separe o castigue por esa causa. Todavía es tiempo, después de todo, una manzana podrida puede echar a perder el rumbo.
PD. Reconocer nuestros propios errores nos conduce por la senda que nos permite no volverlos a cometer.
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