Serpientes y escaleras - El equipo

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - El equipo

Aunque nada es oficial, comienza a verse cómo quedará el próximo gabinete estatal

 

 

El equipo

 

El buen ánimo de la gobernadora es evidente y se refleja en el entusiasmo que demuestra en la campaña de agradecimiento que lleva a cabo en todo el estado. Margarita González Saravia es la primera mandataria electa que dedica tiempo a volver a encontrarse con la gente después de la elección, para expresar su gratitud por la confianza otorgada en las urnas y reiterar su compromiso de cumplir lo prometido. La voluntad es notoria, para que el círculo se cierre hace falta un buen equipo.

Confiar que el que viene será un gobierno que traerá mejores cosas para el estado puede parecer soñador, pero en momentos tan complejos como los actuales el romanticismo es necesario. No hace falta recordar que Morelos vive tiempos aciagos desde hace muchos años, que los últimos cinco gobernadores, incluyendo al actual, han causado mucho daño al estado y dividido a su gente.

Precisamente por eso, porque lo malo está a la vista y no necesita ser recordado hace falta ponerle buena voluntad a las cosas y esfuerzo coordinado para que la situación cambie para todos. Eso es precisamente lo que intenta hacer Margarita González Saravia.

La gobernadora electa está mostrando un vigor que no habíamos visto en ninguno de los mandatarios del presente siglo; después de una elección sumamente compleja y desgastante, la ganadora de la elección solo se tomó un par de días para descansar y de inmediato se puso a trabajar en la conformación de su gabinete y en recorrer una vez más el estado para reencontrarse con la gente.

La primera señal que manda con la designación de su equipo de transición es buena porque en él aparecen personas dignas de confianza, con experiencia y sobre todo con la misma buena voluntad de la gobernadora. Juan Salgado es una figura que garantiza conciliación en el área política, Mirna Zavala tiene capacidad técnica en el manejo de las finanzas y Edgar Antonio Maldonado es un profesional del derecho.

A la distancia se observan otros personajes que podrían sumarse al proyecto: Víctor Sánchez Trujillo participa de manera permanente en los encuentros con el sector empresarial, Margarita Estrada es la figura de confianza de la gobernadora en temas de comunicación y Javier Bolaños acompaña a la mandataria en sus recorridos, atendiendo los asuntos relacionados con el agua. No se puede pasar por alto a un personaje clave de esta historia, Javier García, a quien se le ve como el estratega político de la siguiente administración.

Aunque formalmente la gobernadora electa no ha hecho oficial los nombres de quienes integrarán su gabinete, viendo a quienes están a su lado es posible proyectar cómo podrían quedar las cosas en su equipo.

En cuanto al formato que tendrá su administración, ha confirmado que el suyo será un gabinete paritario, es decir, que habrá equilibrio numérico entre mujeres y hombres, además de que planea revivir la Secretaría de Seguridad Pública y regresar la cultura al instituto donde siempre estuvo, donde mejor se desarrolló. Un cambio que no ha mencionado, pero es necesario, es devolver a la secretaría de gobierno las facultades que se quitaron en esta administración para ubicarlas en la jefatura de la gubernatura, porque José Manuel no cumplía con los requisitos de ley para ser secretario.

Hasta este momento no se ha presentado el gabinete, pero sí un equipo formal de transición; las figuras que acompañan a la gobernadora en todo momento deben observarse como parte de esta historia, poque de manera natural serán ellas y ellos los que conformarán el próximo gabinete.

Reitero: con lo que se ve hasta ahora la perspectiva es buena, porque muchos de los que se perfilan gozan de buena fama pública y tienen reconocimiento, lo único que debe evitar la jefa del ejecutivo es que figuras de mala fama pública de la actual administración o relacionados con actos de corrupción se cuelen en su gobierno.

El empuje y vitalidad de Margarita González Saravia es evidente desde cualquier ángulo, lo mismo que su congruencia y sencillez; esas serán las bases de su gobierno, aunque siendo sinceros por si solas no son garantía de que las cosas irán mejor para la ciudadanía. El complemento a la voluntad de la gobernadora está en el equipo que elija, mismo que deberá estar integrado por figuras que rompan con la inercia que hemos visto en los últimos años, que demuestren su lealtad con resultados y no lleguen a la administración buscando enriquecerse.

Observar los primeros pasos de la próxima administración es alentador porque a diferencia de los últimos gobernadores, quien estará al frente del ejecutivo a partir del mes de octubre no llega al cargo con los traumas personales ni los deseos de venganza de Graco Ramírez, tampoco trae a cuestas una familia disfuncional y ambiciosa, como sucedió con Marco Adame, ni es afecta a las frivolidades que fueron características de Sergio Estrada Cajigal.

No hay garantía de que el futuro régimen logrará revertir la grave situación en la que se encuentra el estado, de hecho es muy probable que al final del sexenio las cosas cambien poco porque el descuido se arrastra desde hace muchos años y la agenda estatal se ha olvidado casi por completo en las últimas administraciones. Lo importante es que las cosas comiencen a cambiar.

La sola voluntad de la gobernadora no es suficiente para revertir el atraso que sufre Morelos, pero es un buen inicio y una magnífica señal, porque por primera vez en muchos años el régimen no arrancará con un titular lleno de odios.

El panorama pinta bien para todos y la historia mejorará si en el gabinete hay funcionarios que entiendan el reto y respondan a la confianza con trabajo.

Esperemos cosas mejores para Morelos.

·         posdata

El titular de la Comisión Estatal de Agua de Morelos ha sido polémico desde que tomó el cargo; su área es importante y desde ahí ayudó a muchos municipios y grupos sociales, auque al final, cuando inició el proceso interno de Morena hace más de un año, Jaime Juárez se volvió un actor político más de la contienda.

Desde su oficina el secretario buscó la candidatura a la presidencia municipal de Cuernavaca o una diputación, algunos afirman que también quería la candidatura al gobierno del estado o un escaño al senado, siempre apoyado por Ulises Bravo.

Desde hace varias semanas el secretario ha estado envuelto en una polémica sobre supuestos actos fuera de la ley, desvío de recursos públicos y fraude en el manejo del dinero que tuvo a su cargo. Al principio parecía que los ataques en su contra eran parte de la lucha electoral, pero la perspectiva cambió cuando la Entidad Superior de Fiscalización confirmó que existe una investigación en su contra.

Jaime Juárez ha sido un personaje central del cuauhtemismo, su cercanía con la cúpula de poder en esta administración es innnegable, aunque su relación más fuerte es con Ulises Bravo, no con Cuauhtémoc Blanco. Igual que la Secretaría de Obras, la Ceagua es una posición que maneja el hermano del gobernador.

En la víspera de que se defina al gabinete de la siguiente administración los golpes contra Jaime Juárez arrecian; el secretario ha dicho en algunos medios que se trata de un ataque político, que son señalamientos sin fundamento, mentiras que pretenden dañar su imagen. Puede ser, pero las acciones de la ESAF van más allá de eso.

“Me dan risa” escuche decir al secretario cuando se le preguntó por las observaciones de la auditoría; quizá el proceso le provoque burlas en este momento que aún tiene cercanía con el poder, pero tal vez las cosas no le resulten tan graciosas cuando deje el cargo y se de cuenta que la gobernadora no meterá las manos al fuego por nadie, mucho menos por quienes, dicen, le jugaron en contra en la campaña.

Lo menos que ha provocado el golpeteo del que es objeto el titular de agua es anularlo de cualquier posibilidad de que lo sumen a la siguiente administración. Incluirlo implicaría hacer propios los negativos y los enemigos que carga Jaime Juárez, y que por cierto son muchos.

Margarita González Saravia no tiene necesidad de ello.

·         nota

Movimiento Ciudadano tuvo un buen resultado electoral en Morelos en este 2024; no tan favorable como esperaban, pero tampoco tan malo como pudo haber sido.

Ganaron algunos ayuntamientos y aunque perdieron en todos los distritos locales y federales, la votación obtenida les permitirá tener un representante en la cámara por la vía de representación proporcional. Nuevamente será Luz dary Quevedo.

En la carrera por la gubernatura su candidata logró el 18 por ciento de los votos, muy bueno si se considera que no representaba nada, ni proponía nada; le ayudó que quienes no querían votar por Morena ni se convencieron de apoyar a Lucía, optaron por lo que quedaba. Ella.

Hacia adelante MC tendrá que hacer un balance de lo que han hecho, para planear lo que deben hacer; los últimos representantes populares que han tenido en el congreso local han sido malísimos, los han relacionado con actos de corrupción y en la actual legislatura su coordinador ha sido señalado por tener vínculos con la delincuencia.

Ante la debacle del PRI, la desaparición del PRD y la limitada presencia del PAN, Movimiento Ciudadano podría aprovechar para crecer, para dejar de ser un partido chico y comenzar a jugar en las ligas mayores locales. Lo pueden hacer porque no hay nadie más que les estorbe en el camino.

Para hacerlo es indispensable que cambien y dejen de lado a sus personajes impresentables, empezando por su actual coordinador de diputados.

·         post it

Cuauhtémoc Blanco anuncia que nuevamente solicitará licencia al cargo para poder tomar protesta como diputado federal el primero de septiembre, aunque valora regresar a entregarle el gobierno estatal a Margarita González Saravia el primero de octubre.

Muchas veces hemos escuchado al futbolista referir que ya está cansado de la política y en corto, cuentan, que también de ser gobernador. 

Puede ser, la suya ha sido una administración sumamente trompicada, con problemas de principio a fin y enfrentamientos políticos en donde él ha sido un actor central.

Las cosas pudieron no ser así, una actitud distinta habría bastado para que las cosas mejoraran y la presión se redujera sustancialmente, pero el gobernador nunca fue capaz de cambiar, se la pasó retando a todo mundo, acumulando enemigos y enfrentando a quienes lo cuestionaban.

“Aquí está su papá” dijo en alguna ocasión a un diputado en tono barriobajeño, luego de que este lo criticara. Esa fue la dinámica del sexenio.

Es creíble que Blanco Bravo este cansado de la política y hasta de los morelenses, pero sin duda extrañará todos los beneficios que le ha otorgado ser gobernador.

La fama lo acompaña desde mucho antes de llegar a Morelos, pero todo lo que le ha dado el estado no se lo volverá a dar nadie.

Ahora que sea diputado se dará cuenta. No es lo mismo ser uno de 32 que uno de 500. 

·         redes sociales

La buena: Los magistrados volvieron a sesionar.

La mala: No reconocen a su presidente.

La peor: Ni lo reconocerán.

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