Juego de Manos - Morenistas al grito de guerra

En opinión de Diego Pacheco

Juego de Manos - Morenistas al grito de guerra

Luego de que se anunciara el acuerdo entre México y Rusia para adquirir 24 millones de dosis de la vacuna Sputnik V, la exsenadora morenista (hoy panista) Lilly Téllez, se lanzó a través de sus redes sociales en contra de dicho medicamento, bajo el argumento de que este no había sido aprobado por la OMS o por la comunidad científica internacional.

Esto, evidentemente, no cayó en gracia a sus excompañeras y compañeros de partido, quienes se dieron a la tarea de descalificarla a ella y a sus señalamientos a través de redes sociales y espacios de comunicación. Bueno, de antivacunas, desinformante y terrorista digital no la bajaron y, al poco tiempo, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero —quien representa al presidente durante su periodo de ausencia por haberse contagiado de covid-19— dio a conocer en conferencia mañanera que existe una investigación en contra de Téllez por presunto lavado de dinero.

Esta respuesta contrasta con lo que ocurre en casa, donde se hacen de la vista gorda. A partir de las denuncias por violación y abuso sexual en contra de Félix Salgado Macedonio, candidato para la gubernatura de Guerrero, las declaraciones de altas figuras del partido se redujeron a que no existe una condena y, por ende, se debe respetar la presunción de inocencia del senador con licencia. Mientras que las figuras cuatroteístas que no tenían obligación de fijar postura optaron por el silencio. Entonces, ¿las personas de dentro serán inocentes hasta que se compruebe lo contrario, mientras que las de fuera serán culpables hasta que se determine otra cosa?

Aquí ambos lados deben tener ciertas cosas en claro, comenzando con que ni el escepticismo por un medicamento sin reconocimiento internacional te convierte en antivacunas, ni el respaldo de un partido político te exime de investigaciones por violación y abuso sexual.

Por otro lado, que llevamos 3 semanas sin recibir nuevos cargamentos de vacunas, lo que no solo conlleva el estancamiento de la estrategia nacional de vacunación, sino que, a su vez, deja a medias el tratamiento de las y los médicos (y una que otra persona colada) que ya se aplicaron la primera de dos dosis.

Urge que se hallen soluciones a esta problemática, una vacuna sin aprobación internacional no genera confianza, cierto; no obstante, hay que tener presente que para la adquisición de la vacuna que hoy se está utilizando en México (la de Pfizer) se hizo una apuesta similar, siendo que aún no contaba con aprobación internacional al seguir en fase de pruebas.

Finalmente, que la impartición de justicia y la presunción de inocencia deben aplicar para todos los bandos de manera igual. O todos coludos o todos rabones. Aguas, no se puede hacer uso de la justicia a conveniencia política.

 

¿Quién trajo la ouija?

 

En este proceso electoral intermedio, vemos como viejas caras del panismo regresan a la vida en este partido. La excandidata presidencial independiente, Margarita Zavala, y el excandidato presidencial panista, Ricardo Anaya, convergen una vez más en actividades del blanquiazul. La primera, con una candidatura a la diputación federal por el distrito 10 de la Alcaldía Miguel Hidalgo, en la Ciudad de México; mientras que el segundo está de misiones, digo, de gira conociendo en carne propia los problemas del país; lo que, hasta el momento, nos ha regalado joyas para hacer memes como “Anaya comiendo tortilla” o “Anaya camino a Veracruz”.

Sobre esto, vale la pena observar que el calderonismo sigue presente en las filas de Acción Nacional, habrá que poner atención a la configuración de este partido de aquí al 2024. También, que, si bien Anaya se presta a risas y bromas, de vez en cuando atina una. En un video que lanza desde una gasolinera, en el cual habla de los errores que —desde su perspectiva— ha cometido el Gobierno de México en el manejo de la pandemia, el queretano señala algo importante: las mentiras matan.

Dejando bandos y banderas a un lado, el hecho es que la desinformación y la falta de claridad en un contexto tan caótico como el que vivimos en la actualidad sí tiene repercusiones fatales. El peso de los mensajes del presidente influye directamente en el comportamiento de las personas, mientras que la credibilidad depositada en el vocero de la pandemia, López-Gatell, influye en la confianza y la obediencia de las medidas de sanidad. El discurso de ambos personajes no puede tomarse a la ligera. Se necesita certidumbre, hegemonía en los mensajes y orden.

 

Por cierto

 

La educación es uno de los pilares a partir de los cuales se construye el futuro. Hoy, este es uno de los sectores más afectados por la pandemia. Los esfuerzos por adaptarla al contexto no han sido suficientes para prevenir una afectación grave a la formación de las y los estudiantes. Es claro que no estábamos preparados para hacerle frente a este reto.

En Morelos, más de 62 escuelas particulares están en quiebra y 36 cerraron temporalmente por la falta de ingresos. A pesar de los intentos de digitalizar el proceso de enseñanza, aún se ve distante esta adaptación, puesto que existen barreras técnicas, falta de recursos y capacidades. Mientras tanto, el semáforo verde está aún lejos de llegar a nuestro estado.

Asimismo, a nivel nacional, grandes universidades públicas han visto un incremento drástico en la deserción escolar. La UNAM registró que de enero a noviembre del 2020 7 mil 700 alumnos y alumnas de bachillerato y licenciatura suspendieron sus estudios (cifra muy superior a los 2 mil 343 que se registraron en 2019). Por otro lado, en el IPN desertaron 23 mil 793 estudiantes durante el ciclo escolar 2019-2020.

De acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el mundo cerca de 24 millones de estudiantes desertarán sus estudios debido a la pandemia, en México, estiman 1.4 millones. Y es que este problema va más allá de la adaptación de las clases a una pantalla (que ya en sí es un asunto muy complicado). Esta problemática está ligada a las posibilidades de las y los alumnos para acceder a las herramientas tecnológicas —así como a la posibilidad de operarlas— más allá de a la capacidad intelectual y el esfuerzo. El acceso y triunfo en el sistema educativo es un tema de privilegios.

 

Prende tu mocrófono:

  

diegopachecowil@gmail.com