Tercero Interesado - Momento maquiavélico

En opinión de Carlos Tercero

Tercero Interesado - Momento maquiavélico

El legado de Maquiavelo ha acompañado por siglos e influido de manera decisiva en el pensamiento político mundial, sobre todo a partir de El Príncipe, obra en la que delineó las características y comportamientos del buen gobernante y de aquellos que aspiran a serlo. Según el filósofo florentino, ese propósito se alcanza mediante la astucia, la inteligencia y el pragmatismo de métodos eficaces para conquistar o mantener el poder, sin detenerse en consideraciones éticas o morales.

Sobrevivir el paso del tiempo desde, el Renacimiento, la herencia de Nicolás Maquiavelo (Niccolò di Bernardo dei Machiavelli) a quien muchos consideran fundador de la Ciencia Política Moderna, muy probablemente fue lo que motivo al historiador británico, estudioso del republicanismo, John Greville Agard Pocock (1924-2023), a dedicar una de sus más destacadas obras a entender la historia del pensamiento político a partir de Maquiavelo, The Machiavellian Moment (El Momento Maquiaveliano), investigación y estudio de enorme amplitud histórica y geográfica que comienza en la Florencia de finales del Siglo XV y termina en América del Siglo XVIII, partiendo de la idea de que las obras teóricas son eventos que se insertan en el transcurrir del tiempo, sucesos de un momento y lugar específico y asimismo, que tras las obras, hay un actor que emplea el lenguaje para hacer algo con él; el teórico escribe y publica con una intención determinada que tiene que ver con su entorno inmediato.

La traducción de este título al español bien puede ser El Momento Maquiavélico –aunque académicamente suele preferirse El Momento Maquiaveliano para atenuar la carga negativa que arrastra la palabra “maquiavélico” en el uso cotidiano–. Más allá de la disputa terminológica, Pocock describe el momento en que el pensamiento de Maquiavelo irrumpe en la historia y se enlaza con otros exponentes del humanismo cívico florentino, dando origen a una tradición republicana que se expandió a Inglaterra, Escocia y, posteriormente, a Estados Unidos. Sin embargo, el concepto de “momento” implica también tensión: Pocock supo mostrar la temporalidad limitada de la república, siempre vulnerable a la fortuna, a la corrupción o a las fracturas propias de toda obra humana.

Es así, que El Momento Maquiaveliano o Maquiavélico, es aquel en el que una república se enfrenta al problema de mantener la estabilidad de sus ideales e instituciones. Ese momento, puede ser lo que vivimos hoy como nación, ante la Cuarta Transformación, que si bien deviene de una cuarta etapa fundacional subsecuente a La Independencia, La Reforma y La Revolución Mexicana, su origen conceptual se debe a la lucidez de Porfirio Muñoz Ledo, quien aunque con un sesgo constitucionalista, generó: “La idea de una IV República Mexicana –heredera de las de 1824, 1857 y 1917–, al tiempo de reconocer que una y otra vez había sido diferida porque a las exigencias de la razón política, se imponen el tradicionalismo y la pequeñez, la ignorancia del derecho comparado y la incapacidad de la clase dirigente para imaginar una profunda reforma del Estado”.

Si, como plantea Pocock, el pensamiento de Maquiavelo surge en contextos de crisis republicana, el México contemporáneo encaja con precisión en este supuesto y, La Cuarta Transformación puede interpretarse como un golpe de timón frente a la crisis de la República, una tentativa de redefinirla y fortalecerla. Estamos, pues, ante un momento maquiaveliano que obliga a afrontar la inestabilidad para salvaguardar la república y reorientar el rumbo nacional.

Pero esa tarea exige algo más que pragmatismo, convoca a actores y sectores de todo signo a anteponer la consolidación de la República a sus intereses inmediatos, un compromiso que trascienda la conveniencia personal de quienes, creyéndose herederos de Maquiavelo, solo imitan su pragmatismo sin comprender su dimensión política más profunda; porque la fortaleza de la república depende de que sus ciudadanos, gobernantes y representantes privilegien el bien común; luego entonces el reto actual es evitar que el momento que vivimos en México, derive en el oportunismo de lastres aprendices de Maquiavelo y, en cambio, se convierta en una oportunidad de verdadera regeneración nacional.

Carlos Tercero

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